lunes, 8 de marzo de 2021

 EDITORIAL: Televisa, el verdadero peligro

para México.

Las campañas de la derecha basadas en mentiras

TELEVISA es un negociado literalmente “espectacular” que manosea sin pudor el drama de millones de personas carentes de libertad de expresión y de dignidad laboral, de vivienda, de educación y de toda atención pública en materia de salud.

TELEVISA [1] se ha caracterizado por sus tácticas cotidianas de golpeteo, calumnia, siembra de sospechas, descalificación y terrorismo emocional, de corte neofascista, contra el proceso revolucionario mexicano en todos sus frentes y épocas. Su idea de “información” y “comunicación” basada, casi exclusivamente, en la exageración, en la criminalización y en el escándalo contra los pueblos, diluye permanentemente lo importante con saliva de “periodistas” histéricos -y autoritarios- expertos en elegir frases ampulosas, fuera de contexto, siempre como intermediarios. TELEVISA es una máquina de mentiras con una desvencijada “balanza” de “neutralidad” donde sólo reina el punto de vista burgués que es el menos objetivo, y menos verdadero, de todos.

TELEVISA, y el espectáculo de su desfachatez, es, en su totalidad, denigrante y soez si, especialmente, se la piensa como producto de la complicidad y las concesiones que los gobiernos corruptos, uno tras otro, les han regalado eternamente. La realidad cruda del México saqueado y explotado, les importa un bledo. En TELEVISA los gobiernos espurios se aplauden a sí mismos, a través de sirvientes mediáticos que les disculpan todo y les regalan negocios jugosos en televisión, radio, prensa, Internet, telefonía…incluso, claro, fraudes.

Alertas todos. TELEVISA es un peligro para México porque se prepara con ofensivas neoliberales actualizadas y con las calumnias y enredos perversos para golpear, desde todas partes, cualquier decisión del pueblo mexicano para emanciparse de las mafias que lo ahogan con miseria, explotación y saqueo. Ya se preparan los bombardeos de calumnias, las acusaciones, las andanadas de saliva hipócrita… No podemos quedarnos con los brazos cruzados. La ideología de la clase dominante es la ideología predominante en la producción simbólica.

TELEVISA es un peligro para México porque es el meollo de clase hegemónica que disfraza con telenovelas y noticieros, llenos de comerciales, la máquina loca de entreguismo prostibulario, capaz de convertir la deuda privada de los empresarios en «deuda pública» impagable… cómplice delincuencial esquizofrénico ensalivado por grandes «patriotas» yanquis que se envuelven con la bandera mexicana.

TELEVISA es un peligro para México porque con su palabrería y mentira ha defraudado a la Historia del país y pretende borrar las luchas populares verdaderas. TELEVISA ha traicionado a México amafiandose con los regímenes del quietismo burocrático y también con los del «cambio», zorro (Fox) y Calderónico.

TELEVISA es un peligro para México porque pertenece la mafia de fuerzas económicas, políticas y culturales unificadas por ambiciones territoriales que viven de cobrar (complacidamente) diezmos al saqueo trasnacional. TELEVISA sueña con una dictadura de la TELEVICRACIA [3] corrupta e hipócrita, mantenida principalmente por acuerdos mercantiles basados en la desigualdad económica, educativa y cultural extrema, agudizada por la permisividad del neoliberalismo. TELEVISA es un embutido ideológico para esconder la diferencia irreconciliable entre las clases sociales con el garlito de que los males del país son culpa de los “guevones” o de los “jodidos”, es decir del pueblo al que ellos culpan por todo lo malo que nos pasa.

TELEVISA es un peligro para México por su tarea represora basada en amaestrar al «populacho» (indígena o mestizo) para que ame (a punta de cabronazos) a su «madre» Televisión y ceda los frutos de su trabajo al «padre» Oligarca. TELEVISA es un peligro para México porque trabaja para esconder el saqueo con entelequias de identidad folklórica y abstracta. Neofascismo oportunista, extensión del modelo ideológico de la Casa Blanca, capaz de emplear cuanta herramienta de alienación se le ponga a modo. Se especializa en novelas de amor, discursos, creencias, telenovelas y películas de charros…

La lucha contra los latifundios mediáticos y semióticos, es decir la lucha por la emancipación de la conciencia, debe echar luz sobre las sombras donde se esconden los planes ideológicos burgueses… en las casas, en las escuelas, en las oficinas, en las iglesias… en las camas, en las sobremesas, en los hábitos y en las costumbres, en las tradiciones y en las instituciones… en los gustos y en los disgustos que nos ha impuesto la clase dominante para que les compremos todas sus mercancías y sus modos de vida. Esa lucha requiere claridad y unidad contra la cultura burguesa y para eso es necesario organizar las armas de esa crítica y la crítica de esas armas no sólo para “analizar” sino para transformar el desorden comunicacional reinante en una revolución comunicacional y cultural.

Para triunfar en un combate tan asimétrico (por ahora) se requieren cuadros y batallones de científicos formados (y sobre todo) formando una fuerza comunicacional emancipadora y emancipada de las pedanterías academicistas. Emancipada de su servidumbre de clase a los pies del reino de la publicidad que la financia. Emancipada de los estereotipos ideológicos del “empirismo” y del “criticismo”…. del positivismo a la gringa, del estructuralismo de sectas, del funcionalismo de farándula… necesitamos una Fuerza Emancipadora en materia de Comunicación para no seguir sufriendo las mentiras, las traiciones y los bloqueos mediáticos.

Es preciso un movimiento internacionalista para ejercer un control democrático, directo y minucioso sobre el trabajo de todos los mass media dominados por las oligarquías. Pero no un “control” unilateral de burocracias, de sectas, o de cúpulas, sino un control directo de los trabajadores, los obreros y campesinos, los usuarios, los trabajadores mismos de las cadenas de comunicación…organizados con método internacionalista para construir un proyecto de comunicación emancipador garantizado por la intervención técnica, teórica, creativa, lúdica, poética… de la mejor calidad posible.

   Urge un movimiento internacionalista dispuesto, entre mil cosas, a abrazar intensamente la lucha contra la alineación y la miseria intelectual. Habrá “libertad de expresión” cuando los llamados “medios de comunicación” dejen de ser propiedad privada de monopolios multinacionales, disfrazados con la bandera que se disfracen. Habrá “libertad de expresión” cuando los trabajadores intervengan, con independencia política y semántica, en la dirección de los medios. Habrá “libertad de expresión” cuando, con ayuda de todos los conocimientos y las herramientas posibles, se libere objetivamente el potencial del pensamiento y las destrezas humanas en todos los campos de la vida social. Algo anda muy mal si un medio de comunicación no obedece al desarrollo de los pueblos, desde abajo, con intervención democrática plena de todas las voces, algo anda muy mal si no hay control de los trabajadores y eso debe corregirse. Sin Concesiones. TELEVISA es un peligro para México y eso hay que conjurarlo (Regeneración)

N.de la R.:  Este artículo, publicado hace diez años, en 2011, por Fernando Buen Abad Domínguez, nos muestra cómo ciertas conductas de periodismo rapaz y traicionero NO PIERDE ACTUALIDAD, es decir, siguen siendo lo mismo como es el caso de Televisa, y otros grupos de seudoperiodistas como los del Grupo Imagen TVC, Reforma, etc., que continúan, atacando las transformaciones que lleva a cabo el actual gobierno del presidente López Obrador, en contraste con lo que nunca hicieron cuando sasqueaban al país los gobiernos nefastos y corruptos del prianismo por todos conocidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario