martes, 30 de marzo de 2021

 ¿MORENA VIOLO DERECHOS HUMANOS CON SU PROCESO INTERNO?

Por Arturo Fernández Ramírez

Puede ser afirmativa la respuesta si analizamos el contenido y alcance del derecho humano a votar y ser votado, a la luz de la "estrategia" de definir a las y los candidatos hasta el último día del registro de las planillas. A muchas y muchos se les coartó su legítima aspiración de participar en el próximo proceso electoral al no haber sido designados por MORENA y ya no poder hacerlo por otro partido ante el vencimiento del plazo legal. Aunado a otras "sorpresas" que también enmarcaron su elección interna, como por ejemplo, la expectativa en Sayula era que la candidatura recaería en uno de los dos aspirantes considerados más fuertes. Al momento de redactar esta columna -23 de marzo de 2021- prevalecía la incertidumbre y confusión, pero todo indicaba que no solo ninguno de ellos fue elegido, sino que ante el Instituto Electoral fue registrada una persona que al parecer no figuraba en el proceso interno. Fue indigno que a las y a los que siempre mostraron su interés de representar a este instituto político, les hubieran hecho creer falsamente hasta el final que sí serían los ungidos.

    La realidad es que desde arriba y con anticipación, ya estaba trazada la ruta, solo esperaron a que se agotara el plazo legal del registro de planillas para formalizar los arreglos y amarres hechos a espaldas de la militancia y aspirantes. Las y los que no fueron elegidos por MORENA y se quedaron esperando la llamada prometida para notificarles el resultado de la encuesta, perdieron la oportunidad de contender por otro partido. Algunos sí reaccionaron a tiempo, abandonaron el proceso y lograron su registro ante un diverso instituto. Se podrá o no estar de acuerdo en que alguien busque un cargo de elección popular sin importar la organización política, lo cierto es que estamos frente a un derecho consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y como tal, debe respetarse.

    En efecto, el derecho humano a votar y ser votado, es una institución fundamental de la democracia. Se consagra en los artículos 34, 39, 41, primero y segundo párrafos; 116, párrafo primero, fracción I y 115, fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Todo en el contexto de la soberanía nacional, ejercida a través de los Poderes de la Unión y el sistema representativo, como potestad del pueblo para gobernarse a sí mismo.

    Dicho derecho y los demás que se derivan de éste, tienen como fundamento la situación jurídica de igualdad para, entre otros aspectos, competir en un proceso electoral. Lo que implica que todas y todos los ciudadanos deben gozar de equivalentes posibilidades, sin discriminación ni restricciones ilegales, que les permitan contender en elecciones conforme a idénticas bases. Cumpliendo los requisitos de elegibilidad que fija el legislador para acceder a un cargo público, se les debe garantizar que puedan ser igualmente elegibles y, en caso de obtener la mayoría de la votación emitida, ser declarados funcionarios electos.

    En el calendario electoral de Jalisco, el plazo para las precampañas venció el 12 de febrero. Y, del 1 al 21 de marzo, era el periodo para el registro de las planillas de los 125 municipios. Lo anterior nos hace entender que entre el 13 y 28 de febrero los partidos debían definir a sus abanderados, con el fin de darles el tiempo necesario para la búsqueda de los mejores perfiles de síndicos y regidores. Muchos así lo hicieron, menos MORENA que deliberadamente hizo esperar a sus precandidatas y precandidatos hasta el último día, salvo en algunos municipios, con la burda "estrategia" de que no tuvieran oportunidad de participar en otro instituto político.

    Fue indigno que así, MORENA hubiera impedido que las y los que no fueron favorecidos en ser sus candidatos, tuvieran la oportunidad, si así lo hubieran decidido libremente, de participar en las elecciones a través de otros institutos políticos. Algunas y algunos, entre el 19 y 20 de marzo, no quisieron correr el riesgo y optaron por ejercer su derecho a ser votados en un partido distinto. Lamentablemente, otros confiaron en que les llamarían para notificarles el resultado de la encuesta, pero nunca les hablaron y se quedaron sin candidatura. En pocas palabras, violaron sus derechos político electorales. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com 


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