lunes, 3 de mayo de 2021

 “Defendamos el sur de Jalisco”, La invasión

francesa y la traición de 1864

Por Rodrigo Sánchez Sosa/Cronista de Sayula

El 16 de marzo de 1864 el imperio se repartió en ocho comisarias Imperiales, siendo Guadalajara una de estas. Se crearon departamentos con delegados del emperador por decreto de este en abril de 1865; la Prefectura Política Superior de Jalisco se le otorgó al general Mariano Morett, ya en 1864 en octubre se le entregó la cuarta Comisaría del imperio a Jesús López Portillo. Sin embargo, los oficiales del ejército francés tenían la facultad de vetar y destituir autoridades. La organización del gobierno imperial sucedía con la total apatía del ejército republicano atrincherado en el sur de Jalisco. Los comandantes de la república José María Arteaga y José López Uraga, se divertían en fiestas por la región, sin ocuparse de los franceses. Eran los guerrilleros reclutados en la Guerra de Reforma al bando liberal, pese a sus antecedentes de bandolerismo, quienes hostigaban al ejército francés. Los guerrilleros liberales que en sus ratos libres se dedicaban al saqueo y el pillaje en la región sur de Jalisco, enfrentaron a la milicia francesa con todo y sus exóticos combatientes zuavos, cazadores africanos y tiradores argelinos: N. Delgado "el Chino" enfrentó al coronel Garnier; Simón "la Simona" Gutiérrez a Margueritte y Antonio Rojas a al jefe militar francés Douay, causándoles bajas importantes. Su pago, en el caso de uno de ellos, fue el ser fusilado en Sayula por sus tropelías contra los civiles el 16 de abril de 1864, por el luego traidor general José López Uraga. Con tal motivo en la plaza de armas de Sayula dictó arenga el traidor Uraga, al respecto:


"He dicho que ni la clase, ni las circunstancias de la guerra, ni consideración alguna me harían tolerar en las filas del ejército independiente a esta clase de gente, para la cual el robo es un fin y la causa un pretexto; he dicho que los pueblos y los ciudadanos entre nosotros tienen sus garantías y sus derechos afianzados y que debo cumplir, porque soy responsable, con mi firmeza del honor, la moralidad y la existencia del ejército."

Su discurso fue elogiado por la prensa en México como "El Cronista de Mejico" y el presidente Juárez nombró a Uraga comandante Supremo del Ejército del Centro. Éste, sin embargo, lo traicionó negociando con los franceses. Lo substituyó un obeso, incompetente y mal trecho José María Arteaga, luego de disputarse el puesto con Echegaray (que actual suena esto 'no?). Pero nada hizo por detener a los franceses (o sea que eso de "defender el sur de Jalisco" ya es viejo). Arteaga huyó del general francés Douay cuando este incursionó en el sur de Jalisco. En Michoacán lo venció otro militar galo el coronel Clinchat, desbandándose su tropa, quedando la resistencia como única defensa del sur de Jalisco y los estados de Colima, Michoacán, Guanajuato y Querétaro en manos de los guerrilleros republicanos Herrera y Cairo, Julio García y Antonio Rojas…El guerrillero liberal Antonio Rojas que jugaría un papel decisivo en esta guerra, sería relacionado con Sayula por ser este su centro de operaciones. Antonio Rojas, tepatitlense de origen, nació en el Rancho el Buey y vivía en una hacienda que decía era de su propiedad, en Techaluta, cuya finca era de "manos muertas" que se había adjudicado como arrendatario y creyendo perdidos sus derechos solicitó del Lic. Camarena político liberal,  afiliarse a las tropas que defendían la república y tomar las armas, mas el licenciado le contestó por correspondencia… Que no era necesaria su intervención y le agradeció su decidida participación para la causa liberal… es cuando Antonio Rojas recurre a Ogazón y le renueva la solicitud de ser parte del ejército de los liberales, éste le autoriza levantar guerrillas, desde los primeros días se distinguió por su don de mando y su valor en los hechos de guerra. Antonio Rojas, reclutado durante la Guerra de Reforma, no era militar de carrera ni estaba sujeto formalmente al ejército liberal, hacía el trabajo sucio del gobierno y mantenía a raya a los enemigos de la República liberal en el sur de Jalisco. La Guerra de Reforma enfrentó al reducto de poder que había sobrevivido al desmantelamiento del gobierno virreinal: el alto clero, los altos rangos militares y los ricos potentados de las distintas regiones, agrupados en el bando conservador, y dispuestos a preservar y defender sus privilegios. El debilitamiento de estas clases poderosas del México independiente, dependía de mermar su poder económico e influencia. Allí entraban en el juego los guerrilleros liberales como Rojas, conocidos en Michoacán como "chinacos" y en Jalisco como "cuerudos" Sus robos, saqueos y pillaje era hasta cierto punto tolerados por el gobierno liberal, porque casi siempre era contra los poderosos enemigos de éste, a los cuales no podían combatir de frente sin atentar contra las formas que demandaba el protocolo político con que entonces se construía la nación en medio de dos intereses enfrentados en las cámaras y congresos constituyentes. La leyenda de Antonio Rojas le atribuye, en Sayula, el haber escondido grandes tesoros producto del pillaje y el bandolerismo en las Torrecillas, cuevas naturales al poniente de Sayula; así como de haber hecho cuantiosas donaciones al santuario de la virgen de Talpa, por un milagro concedido a Rojas: cuenta esta misma leyenda que el bandido guerrillero habiendo quedado ciego en una batalla, rogó a la virgen de Talpa y ésta le devolvió la vista. El buen bandido de la tradición oral del Sur de Jalisco del siglo XIX, no sabiendo leer ni escribir firmaba con el dibujo de una calavera, lo cual debe constar en documentos del Archivo General de la Nación. En 1862 en el marco de la inminente intervención francesa, el gobierno pidió a los cantones del Estado de Jalisco alistar para el servicio militar a por lo menos ocho mil hombres, correspondiendo al Cantón de Sayula, mil. Marcharían a México para enfrentar al invasor francés. Dice el historiador Luis Pérez Verdía, que hubo entusiasmo entre los jaliscienses por repeler la agresión gala. Sin embargo, unos mese después, Antonio Rojas, el guerrillero, es enviado a Sayula para hacer leva indiscriminada. Ordenó que se aprehendiera a cuanta persona del sexo masculino se encontrara en las calles. No encontrando a nadie, las puertas de las casas fueron abiertas a hachazos para sacar a los varones que pudieran encontrar con edad para el servicio militar. El propio alcalde Tomás Chávez, cayó en la leva. Más tarde, el alcalde y otros vecinos, posiblemente por algún pago, fueron dejados libres, todos los demás serían reclutados a la fuerza y obligados a marchar como tropa rumbo a México, se desconoce el número exacto de sayulenses  que marcharon al frente. La crónica no menciona alistamientos voluntarios en Sayula. Un episodio previo de Rojas con el gobernador Ogazón, da razón del grado de tolerancia que le tenían sus superiores a la actividad del guerrillero: Rojas no estuvo de acuerdo en que el general liberal López Uraga comandara las fuerzas contra la invasión extrajera, negándose a cederle el mando de su tropa a éste en Zapotlán , como se le ordenó, sin que se diera ninguna reprimenda por ello contra él. Tal hecho pudo deberse a que desconfiara ya de Uraga, conociendo las alianzas del general con los poderosos conservadores de la región; y que, por su actividad encubierta para el gobierno, Rojas pudiese contravenir una orden directa de Ogazón, y éste entendiera el mensaje implícito…

El 24 de marzo de 1864 llegaron las tropas francesas en su primera incursión a territorio del sur de Jalisco, el general Félix Douay, entró hasta Tapalpa y Ferrería donde destruyó una fábrica de municiones; al saberlo la guarnición liberal de Sayula salió en retirada rumbo a Zapotlán, tomaron esa dirección el general Tapia y ochocientos hombres que cubrían la plaza. Doubay tomó Zacoalco sin encontrar resistencia y regresó a Guadalajara. Sólo un mes después, como ya se señaló, oportunamente, López Uraga, fusilaría en Sayula a los compañeros guerrilleros de Rojas, "el Chino" Delgado, "el Mocho" Cortés y Rudecindo Valdez, apresando a sus oficiales y tropa; lo que pudiera haberse debido, no a las fechorías de estos propiamente, sino como reprimenda por el hostigamiento que realizara "el Chino" desde un principio a los franceses o para limpiar el camino de la región sur a estos... El 15 de octubre de 1864 salió de Guadalajara rumbo al sur de Jalisco el general Douay con dos mil hombres, mientras que el general Márquez con una división de infantería salía de Zamora para encontrarlo en Zapotiltic…Mientras los franceses perseguían a los republicanos a Michoacán, los acaudalados comerciantes y terratenientes de Sayula como Ignacio Vázquez y Vicente Vizcaíno, huyeron a Guadalajara previendo la incursión de la tropa irregular de guerrilleros republicanos. Luego que abandonaran Zapotlán los franceses, Antonio Rojas tomó ese pueblo…En 1865 los franceses se imponían a las fuerzas republicanas del sur de Jalisco, después de la muerte de Antonio Rojas en manos de los franceses el 28 de enero, y el fusilamiento antes de Lauro Montenegro, el 14 del mismo mes. Herrera y Cairo se rindió y el resto de jefes Guerrilleros fueron asesinados o se desbandaron. En julio de ese año se instaló el gobierno imperial en Sayula. El distrito del Sayula imperial comprendía Amacueca, Atoyac, Techaluta, Atemajac, Tepec y la Congregación de Barrancas. 


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