Semanario Horizontes

                ¿Las cuentas claras…?

Por J.Ventura Torres

Es muy notorio la observación de todos los aspirantes a presidentes municipal, que la mayoría demuestran que no tienen nociones de cómo debe de ser la administración municipal, ignoran que constitucionalmente la administración goza de continuidad, únicamente se va cambiando cada tres años el administrador del Ayuntamiento, mismos que deben de exigir y publicar la entrega recepción de lo que se queda pendiente en obras, en adeudos, la cantidad económica que se deja en caja, recuento de muebles, así como la cantidad de inmuebles propiedad municipal, el parque vehicular  de automóviles, camionetas, camiones, motocicletas, todo el equipo de oficinal desde máquinas de escribir, computadoras, escritorios, diferente papelería oficial y de escritorio, archiveros y su contenido, juicios oficiales pendientes de resolución, demandas a los trabajadores, actas realizadas a los empleados y presentadas al departamento de trabajo y previsión social por faltas administrativas, etc. 

La ciudadanía ignora el por qué los responsables de la administración Pública Municipal, nunca cumplen con los ordenamientos oficiales de la entrega recepción, que nunca los efectúan y nadie les obliga a que cumplan con estos ordenamientos oficiales, también la Ley de La transparencia para los municipios es letra muerta, ya que el que entrega oculta lo más que puede y el que recibe nunca dice nada ni en qué estado recibe la administración, ya que todo queda a la deriva, sin tomar en cuenta que los municipios y su patrimonio, servicios y demás gozan de continuidad, nada más cada tres años se cambia al administrador que por lo regular por décadas han resultado ineptos e irresponsables, pero a quien se le debe de exigir que se cumpla en los términos señalados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como a la Ley del Gobierno y la Administración Publica Municipal y la Ley de Entrega Recepción las dos del Estado de Jalisco, todo está corroído .

Es una obligación que al que termino su mandato entregue detalladamente y en qué estado se encuentra lo que está entregando, así mismo el nuevo ayuntamiento al iniciar su deber por ley es recibir y levantar acta de todo lo que le están entregando y señalando lo que recibe, todo esto en virtud de que esta obligación con tanta corrupción oficial va desapareciendo, si analizamos esta situación llegaremos a la conclusión que esta tan corroída que en los tres niveles de gobierno sucede lo mismo.    

Pero es cotidiano darse cuenta más en los ayuntamientos al terminar su mandato, dejar obras inconclusas y el nuevo ejecutivo municipal, nunca las termina con la excusa que es obra que no terminó el anterior ayuntamiento, y con el pretexto para justificar no dar seguimiento a las obras inconclusas, divulgan que se robó el dinero el que lo antecedió, en consecuencias se cometen muchas burradas. La muestra la tenemos en la demolición por decisión unilateral del presidente municipal Oscar Daniel Carreón Calvario, en la actualidad candidato por el partido político movimiento ciudadano, gozando de una descarada impunidad, como si no tuviera ningún valor la obra que se estaba construyendo con recursos Federales, Estatales y Municipales, que llevaría el nombre del PARAMO, y que sería un centro cultural a nivel Nacional e internacional, con dedicatoria al escritor Sayulense reconocido internacionalmente  Juan Rulfo,  con las obras  PEDRO PARAMO Y EL LLANO EN LLAMAS, cabe mencionar que en acuerdo de los representantes oficiales de los tres niveles de gobierno, y de las poblaciones mezcladas, señalaron la ruta rufiana y que iniciaría en SAYULA, continuando en SAN GRABIEL y TUXCACUESCO,  misma construcción que estaba en su etapa final en la cual se habían invertido varios millones de pesos., es vergonzoso tener este tipo de autoridades en nuestro municipio, así cuando  progresa Sayula.                       

No obstante es muy notorio y nos da a pensar que los gobernantes de primer nivel, ven con buenos ojos, a quien les puede servir para inflar recursos en obras municipales para invertirlos en la campaña política de su partido político, en virtud de que nunca le informan a la ciudadanía de donde provienen los recursos, pero tampoco licitan las obras, y las realizan constructoras ajenas al municipio, que igual forma colaboran con estos gobiernos corruptos, y aparte se llevan el circulante económico municipal, en virtud de que las constructoras locales son ignoradas.