Semanario Horizontes

 Las formas políticas de los primeros

días de la colonia en México

Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

Por ahí leí alguna vez como algunos "historiadores" echaban campanas a vuelo porque habían "descubierto" que el nepotismo de la política mexicana tenía su origen en las formas de organización de los conquistadores españoles que llegaron al hoy territorio mexicano en 1519. Más, no era precisamente que los conquistadores "acomodaran" a sus familias y amigos en puestos de gobierno que deberían reservarse para aquellos cuyos meritos los hicieran candidatos idóneos, eso es una percepción tan reciente del liberalismo reciclado hoy, llamado neoliberalismo que pregona como sistema la meritocracia nacida del puritanismo ingles y su utilitarismo ridículo. La monarquía española luego del éxito bélico, a finales del 1400, sobre los árabes que mantenía ocupado parte de la península ibérica, las tierras al sur del Duero desde hacía 800 años (711-1492), no se movió de su sistema monárquico

medieval y abrazó el catolicismo como religión única oponiéndose al protestantismo que llevaría a cambios sociales y económicos en Alemania e Inglaterra. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo la corona española se volvía la primera potencia colonial del mundo, las formas de organización eran monárquicas y hereditarias en el imperio español, las familias nobles controlaban la iglesia y la corona, el poder se repartía entre familiares y amigos de estas familias, el nepotismo no era un vicio sino una forma valida y deseable de ejercer el poder, quien nacía en una familia poderosa tenía que preparase para gobernar, para enfrentar las intrigas políticas por el poder al interior de las familias y la propia corte imperial; los ingleses y sus ideas proto-liberales que ni siquiera habían diseñado un sistema de meritos que funcionará, no tenían la menor cabida en el pensamiento del imperio español en el ámbito burocrático. Fue tal este sistema al que podríamos llamar, no sin errar en ello, Nepotismo pues el marco referencial no se presta para tal, que el propio Hernán Cortés conquistador del imperio mexica terminó desplazado de forma trágica por esta forma nobiliaria; el hecho de no pertenecer a esta elite del imperio español, por derecho sangre, lo llevó 4 años después de tomar México Tenochtitlán a su primer juicio frente a las leyes del imperio y a su destitución de gobernador de la Nueva España, cuando un grupo de burócratas de la corona tomó el gobierno mientras este se encontraba en Honduras. A su regreso fue tomado preso y llevado a España para enfrentar un juicio, juicio que se prolongaría hasta su muerte y que le costó la perdida de territorios en el occidente de México por el enviado de sus enemigos Nuño Beltrán de Guzmán, quien incluso pretendió quedarse con la capital de los Pueblos de Ávalos, Sayula, en 1531 cuando envió emisarios para ello a este municipio y no fue sino la misma Corona que por cédula real impidió que los familiares de Cortés, los Ávalos Saavedra perdieran la heredad otorgada por su primo el conquistador de México que incluía esta provincia. Así es, Cortés repartió entre sus amigos y familiares el gobierno de las provincias coloniales de la Nueva España, incluido Sayula. Lejos estaban estos hijos de hidalgos de la Extrema Dura en España, es decir hijos del escalón más bajo de la nobleza española, de competir por el poder en un imperio del tamaño del español en el siglo XVI. Alonso de Ávalos el gran señor colonial de la región llamada Los Pueblos de Ávalos, llegó de España como un migrante pobre en servicio de armas para el rey como otros muchos soldados españoles que vinieron a América buscando fortuna, su éxito lo debió a su primo hermano Hernan Cortés que entonces 1522 era el gobernador de la Nueva España, quien lo hizo capitán, luego jefe de un gremio en la ciudad de México, encomendero en Michoacán y finalmente a la muerte del hermano de Alonso, Hernando, le otorgó la parte sur de Los Pueblos de Ávalos. Cuando Cortés fue llevado preso a España, Alonso casi es tomado preso por sus enemigos, más la habilidad de Cortés como abogado que era, permitió que Alonso se salvará y siguiera cuidando sus intereses en el occidente de la Nueva España. 

Es poco afortunado decir que el Nepotismo de la política actual en México y del capitalismo de clase que se impuso en los últimos años, tenga que ver con una treta corrupta de los conquistadores, porque no fue así, las formas del gobierno imperial español durante la colonia en México veían los interese familiares de los poderosos como formas válidas de ejercicio del poder. 

El nepotismo mexicano que contrasta con el ideal de democracia occidental tiene que ver más con las formas clasistas de ejercicio del poder que con un vicio de la conquista. Para la política mexicana el ejercicio del poder tiene que ver con el derecho de sangre, no con el merito, el poder político en México hasta hace poco, el sexenio pasado, se heredaba, no se construía a partir de un ejercicio democrático en los cánones occidentales, de ahí que el clasismo tenga que ver íntimamente con el régimen pasado, con todo y sus prejuicios racistas y segregacionistas. No es la burda actuación de los viejos soldados españoles el origen de esta conducta, sino la monarquía medieval que prevaleció casi toda la colonia en México. 

Ahora bien, actualmente podemos ver ciertos "valores" derivados de lo anterior expresados en la política local que implican la observancia de usos y costumbres, lo más lamentable de esto es la ineptitud. Es verdad que cualquiera puede llegar a ser presidente municipal si puede pagarlo y tiene las conexiones y el poder fáctico local de su lado, el nepotismo y los cínicos conflictos de intereses entre el ayuntamiento y los particulares familiares o amigos del presidente municipal en turno, se ven como cosa normal, quizás con impotencia pero al mismo tiempo con resignación. No es esto más que las formas nobiliarias de la monarquía que se siguen expresando, basta ver cómo hoy que se puede reelegir el presidente municipal el partido de este se vuelve el partido de la realeza y sus cortesanos,  también los que se creen con derecho de clase a este poder intrigan desde otros partidos o dese el mismo contra el soberano en turno que hace campaña; para el cual no hay topes de gastos de campaña ni recato en su exhibicionismo que incluso se vuelve retador. Todo ello expresión de un orden arcaico de la política de lo que alguna vez fue el imperio más grande del mundo cuyos ecos siguen resonando en pleno siglo XXI incluso entre los milenians en nuestro municipio. Grotesco. 

Pero ¿Cómo actuaban los soldados españoles que llegaron a México en 1519 y a sayula en 1522  para ejercer el nepotismo, no como vicio sino como necesidad?:

 En el mes de marzo de 1519, la semana siguiente al domingo de resurrección, Cortés y sus hombres fundaron la Villa Rica de la Veracruz, nombrando alcaldes y regidores según la usanza y ley españolas; se puso una picota en la plaza y una horca a las afueras de la Villa. Sus primeros alcaldes fueron Alonso Hernández Puertocarrero y Francisco de Montejo. Hábilmente Cortés fundó la Villa Rica de la Veracruz como ayuntamiento, para desembarazarse del vasallaje que le debía al gobernador de Cuba Diego de Velázquez. De acuerdo a la ley española, el ayuntamiento tenía poderes superiores a los de un gobernador porque dependía directamente del rey. Cortés haciendo uso de una habilidad política que le caracterizó durante la conquista (según la versión medieval caballeresca de Bernal Díaz del castillo), fue nombrado por el Ayuntamiento que él mismo fundó, jefe de la expedición a Tenochtitlán. Quedando fuera de la jurisdicción de Diego de Velázquez, quien trataría sin éxito de relevarlo del mando de la expedición. Cortés dejó una guarnición militar en la Villa Rica de la Veracruz y partió, sin el consentimiento del gobierno mexica, a Tenochtitlán. Haciendo alianzas, no sin gran esfuerzo, incluso resistencia militar, con los enemigos de los mexicas; avanzando por lo que hoy es Tlaxcala y Cholula. Llegaría a la ciudad de Tenochtitlán con aproximadamente seiscientos españoles y varios centenares de aliados indígenas que de esa forma demostraban su descontento con los abusos de los representantes del imperio náhuatl en sus pueblos y comunidades. Avanzó el capitán Cortés haciendo uso de su habilidad táctica y política: atacaba a los pueblos y luego pactaba la paz a cambio de que se sumaran a su ejército que seguía a la Gran México Tenochtitlán con afán de conquista. Aprovechó el descontento de los pueblos periféricos del imperio de Moctezuma, para canalizar su resentimiento contra los mexicas.

Como ve las tácticas y las mañas no eran muy diferentes, y no es que estos sean retrogradas simplemente tienen un atraso de 500 años, pero hablan del progreso como si lo conocieran.