lunes, 4 de octubre de 2021

 La Fractura de Cadera en el Adulto Mayor.

Lic. y M.C. en Gerontología Juan Ramón Almejo Vargas

almejovargas5@gmail.com 


Los Adultos Mayores son más propensos a sufrir caídas, siendo las causas más comunes la debilidad muscular, alteraciones en su caminar y equilibrio, enfermedades del corazón (como presión baja y alta), disminución de la visión, el uso de bastones y andaderas de forma inadecuada; además de los efectos de algunos medicamentos, entre muchos otros.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que para el año 2050 un total de 6 millones de fractura de cadera ocurrirán en el mundo entero por año, teniendo como consecuencia mayor demanda hospitalaria (Palomino, 2016).

La fractura de cadera es la causa más común de hospitalización en los servicios de urgencias de ortopedia, su incidencia crece exponencialmente con la edad. La mujer se ve afectada 2 a 3 veces más que el hombre, pero la mortalidad durante el primer año del postoperatorio es mayor en el hombre, hasta en un 26%.

Dentro de los factores de riesgo están la edad avanzada, el sedentarismo, el consumo de tabaco, alcohol y cafeína, así como el consumo de medicamentos que tenga efectos secundarios los cuales pueda generar caídas, etc. Pero los dos grandes factores que contribuyen en la alta incidencia de fracturas de cadera en las personas mayores son la osteoporosis y las caídas a pie plano, la caída es el factor causal más importante de la fractura de cadera.

La incidencia de caídas aumenta exponencialmente con la edad. A los 60 años, 15% de la población sufre al menos una caída anual, a los 65 es 28% y 35% a los 75 años, siendo mayor la prevalencia en la mujer que en el hombre en una relación 2 a 1, aunque a partir de los 75 años la incidencia se iguala en ambos sexos. Se calcula que, a los 80 años de edad, 50% de los ancianos sufren al menos una caída al año, 15% varias caídas, 15% sufren traumatismos frecuentes y 5% traumatismos habituales, la incidencia es aún mayor en ancianos internados en instituciones por el peor estado mental y cambio de espacio arquitectónico.

Actualmente el tratamiento óptimo para la fractura de cadera es quirúrgico dentro de las primeras 24-48 horas posteriores al diagnóstico para permitir la movilización temprana, disminuir el dolor, evitar complicaciones y prevenir el incremento en la mortalidad cuando el tiempo de espera para cirugía es mayor, debido a que el manejo conservador conlleva mayor estancia hospitalaria y menor retorno de los pacientes al nivel funcional previo (Palomino L, 2016)

Las caídas en Adultos Mayores ocurren cuando se les dificulta mantener una posición adecuada estando sentados, acostados o de pie. Esto puede tener como consecuencia que al caer se golpeen y lastimen.

Las consecuencias de las caídas son: inflamación, dolor en la zona del golpe, de leve a moderado, inflamación que limite el movimiento o el caminar, lesiones en la piel (raspón o moretón) y lesiones graves como fracturas y pérdida del conocimiento. Las caídas no siempre son accidentes, pueden ser manifestaciones de una enfermedad seria.

Cuando existe una caída entre las más usuales es la fractura de cadera, la cual es la ruptura del hueso del muslo (fémur) es el hueso del muslo y es el más largo del cuerpo, cuando se fractura (rompe) en la unión con la pelvis, se le conoce como fractura de cadera. El riesgo de fractura aumenta en los Adultos Mayores de 60 años, sobre todo en mujeres (IMSS,2015).

Como lo menciones anteriormente el riesgo de una fractura después de una caída, aumenta con la edad; pues también se puede padecer osteoporosis, la cual es una enfermedad donde los huesos pierden su dureza por falta de calcio.

Para prevenir una caída o fractura, se recomiendan: una alimentación equilibrada desde una edad temprana, incluir en la dieta diaria alimentos que contengan calcio, como: leche, queso, crema, yogur y sardinas (con lo que se logra una buena reserva de calcio en los huesos). Realizar actividad física, diariamente y de acuerdo a tu edad, caminar 30 minutos al día, no fumar y consumir alcohol en exceso, no caminar por sitios con suelo irregular, evitar el uso de tapetes que no estén fijos al piso y colocar bancos especiales para bañarse sentados (IMSS,2015).

Si eres Adulto Mayor, es importante que sepas que existen varias alternativas de tratamiento que ayudan a detener la pérdida de calcio y, en algunos casos, a restituir parte de lo perdido. Para conocer la alternativa que mejor se ajuste a tus necesidades, se sugiere visitar a tu médico para te valore y medique.


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