lunes, 22 de agosto de 2022

EDITORIAL:  Disciplinamiento político 

Ser o no ser, esa es la cuestión. Esto dice la primera línea de un soliloquio de la obra de William Shakespeare en su magna obra Hamlet.

Viene a cuento, porque el 4 de junio el Papa Francisco dio entrada a la nueva Constitución de la Iglesia Católica y con esto, a una nueva era de formas y fondos en la organización y administración de la Curia y de las Diócesis dentro de la Iglesia. Ya en una anterior entrega escribí acerca de este nuevo estamento.

Los cambios fueron necesarios porque en las asambleas pre-cónclave (donde resultó Bergoglio electo) estuvo el tema de los escándalos por la corrupción, privilegios, manejos económicos a libre voluntad, las luchas de poder y de estatus, así como los abusos a las parroquias locales. Los obispos llegaron a la conclusión que la Curia Romana era un cuerpo religioso-político-económico que se beneficiaba del poder eclesial y de la Iglesia; ahora deberá estar al servicio de las parroquias y no servirse de éstas; ¿cómo lo hará? El Papa ya hizo cambios, algunos obispos y laicos los quitó, otros los bajó de puesto, a otros los subió, invirtió lugares y personas. Era tal la fortaleza del Opus Dei en la Curia que Benedicto XVI objetó su elevación a prelatura, y cuando fue Papa ya no pudo neutralizar ese poder y tuvo que servirse de ellos.


Resulta que Francisco no esperó que se aireara dicho reglamento y lo estrena con unas nuevas disposiciones que ordenan o meten en cintura a la congregación multimillonaria del Opus Dei, proponiendo una diciplina a la que no esperaban.

La emisión del Motu Proprio "Ad charisma tuendum" (Hacia la protección del carisma) ordena que el dicasterio de la mencionada congregación tenga ahora como prelatura a los obispos de los otros dicasterios y ya no la propia, como se estuvo acostumbrado desde hace como 40 años cuando Juan Pablo II le otorgó tal investidura.

Este nuevo dictamen pone ciertos condicionamientos:

1. El prelado de esta sociedad ya no será un obispo propio, sus miembros serán regulados por alguien del Dicasterio. (Debido a que si coincidían las orientaciones con las reglas recibidas de su propia prelatura las aceptaban, pero si eran contrapuestas no las obedecían).

2. El Opus Dei ya no pertenecerá a la congregación de los obispos. (Tenían sus propios obispos que ordenaban sacerdotes, inclusive podrían los ministros ser ordenados por otros obispos, pero pertenecían al Opus Dei y a éste obedecían).

3. Pertenecerán directamente al Dicasterio del Clero y deberán rendir informe anual de sus funciones y de su economía. (Antes había informes internos, nadie los conocía).

4. Deben adecuar sus reglamentos para estar en línea con el Motu Proprio.

Francisco que conoce demasiado bien la ideología del Opus Dei por haber vivido el golpe de estado en Argentina y saber que dicha congregación aportó pensamiento y apoyo a los dictadores tanto de Chile como de esta república, sabe de los lunares oscuros que tienen desde su fundación, su paso por España y su intelecto puesto al servicio de la ultraderecha del franquismo, de sus miembros en puestos prominentes y de importancia durante ese periodo. Cómo son partícipes en consejos empresariales y su alóctona actividad en la economía mundial.

El Papa sabe que éllos tienen capacidad para incidir en conglomerados como bancos internacionales, que algunos de sus laicos numerarios y supernumerarios han estado como asesores y tenido puestos y asientos prominentes en las administraciones de la oligarquía económica, tanto así, que sin ser cardenales u obispos como simples laicos, han estado como responsables y administradores de los dineros del Vaticano.

Ya en otro tenor, por estudios realizados a esa organización por personas como la Doctora e investigadora en sociología de la UNAM Virginia Ávila y un sinfín de testimonios de numerarios que abandonaron las filas tales como: Agustina López de los Mozos Muñoz, María del Carmen Tapia (fallecida) (Escritora del libro "Tras el umbral. Una vida en Opus Dei"), Carlos Olivares, Carmen Charo Pérez de San Román, Elena Longo, Mercedes Cortés Cortés numerarios y numerarias quiénes ahora denuncian públicamente las cosas que pasan tras bambalinas en esa orden lo hacen mediante entrevistas y una página de internet (http://www.opuslibros.org). 

Los estudios y declaraciones se agrupan en varios rubros, mencionaré algunos:

" No hay derechos humanos al interior (tienen penas corpóreas muy fuertes).

" Su proselitismo es muy agresivo a través de sus instituciones educativas.

" No es permitido tener amistad con personas fuera de la organización.

" En caso de optar por el matrimonio, deberá ser con un miembro de la misma filiación.

" Todo funciona bajo la disciplina de la secrecía, nada se puede comentar ni criticar.

" Existen sectores que luchan entre éllos por el poder.

" Las mujeres están para servicio y no pueden aspirar a gobernar (Me suena a Le Barón y Nexium, comentario del que escribe).

" Hay mucho elitismo, los mejores puestos los tienen personas adineradas.

" Muchas personas los ven como una secta religiosa.

A simple vista se miran muy distantes el fin de la Iglesia y los objetivos de esta congregación, mientras Jesús fundó su Iglesia bajo los principios de Haceos como los niños; amaos los unos a los otros; cuando prediquen sólo lleven su túnica y un morral; pon tu corazón en las cosas de arriba y no en lo terrenal; cuando pidas, pide sólo el pan de cada día; perdona hasta 70 veces 7; dale al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios; visita al preso, cura al enfermo, viste al desnudo, da pan al hambriento y muchas enseñanzas más.

¿Cuál de los fines de los miembros del Opus Dei es semejante a los principios de la Iglesia Católica? Por eso mismo el Papa Francisco emitió el Motus Proprio, para que se cuide el carisma, la esencia y la misión que tiene la religión y no se enfoque en las riquezas, poder y sometimiento de otros seres llegando al nivel de dominación y sometimiento.

(Moisés Zepeda Gómez./Para Horizontes)


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