martes, 23 de mayo de 2023

 EDITORIAL : LE METEN PORQUE LE SACAN

Aunque el obispo Berkeley afirma que la realidad no existe, que sólo es una idea en la mente de Dios. Como gente común, nos encontramos que la pobreza si la hay, la explotación existe, la delincuencia nos sofoca, la podredumbre humana en su expresión de gobierno es la corrupción y se hace presente a cada momento; no es como los ejemplos que presenta Bertrand Russel: "si no has visto la mesa, luego es así no existe, hasta que tu mente mediante tus sentidos haya tenido la sensación del color, textura y firmeza" o entiéndase, hasta que la miras es realidad.

Para el común de los mexicanos resultaría un silogismo aceptar las informaciones que nos han vertido a cada paso: la corrupción somos todos, imposible acabar la delincuencia, porque somos así no tendremos una vida en paz, nunca vendrá el progreso, etc. 

La opinión de opositores: no hay proyecto, todas las acciones están para detener el avance y mejora de la nación, atacan la biodiversidad, ya acabaron con el futuro, es un sistema dictatorial, etc.

Considerando que nuestra realidad es lo que sentimos, vemos y recibimos; y que nuestro sistema de gobierno desde la constitución se ostenta como democrático, representativo y federal (artículo 40 constitucional.), surgen infinidad de cuestionamientos; ¿quién dice lo que realmente es?

Nos queda como ciudadanos, basar nuestros juicios en función de hechos consumados como, por ejemplo: ¿cuántos recursos aplica el gobierno? ¿de qué manera los distribuye? Y ¿cuál es el destino final? Estas preguntas aplican a todos los niveles de administración, federal, estatal o local.

Respondamos las preguntas de una manera somera: gasto federal (programable y no programable) $7´088, 250.3 (siete billones ochenta y ocho mil 250 millones); la distribución económica se hace por rubros como gasto corriente (lo utilizado para que el gobierno y sus servicios funcionen), pensiones y jubilaciones (para quienes estuvieron al servicio del pueblo y se retiran por antigüedad o edad); Gasto de inversión (obras y proyectos para incentivar la productividad, las mejoras y superior vida de la gente). (Datos de hacienda.gob).

Reflexionando, esto viene al caso porque hay muchos cuestionamientos que quedan en el aire sin respuesta.

Actualmente el presupuesto es de 8 billones de pesos, de estos, $1´333, 343.8 (un billón trescientos treinta y tres mil millones) estarán destinados a pagar las pensiones de seguridad social como adultos mayores, becas para discapacitados, programas de escuela digna y cosas semejantes.

Si alguien se toma el tiempo de mirar estas letras, espero se sorprenda con lo siguiente: ¿esas cantidades de dinero no existían antes? Si ya se tenían ¿en qué fueron utilizadas?

¿Si para paliar la epidemia de Covid-19 se compraron vacunas a un costo superior a 40 mil millones de pesos, de dónde salió ese gasto? En otros tiempos lo más normal hubiese sido solicitar préstamos a la banca internacional.

Si el actual ejecutivo administra tales cantidades de dinero y logra cumplir ¿por qué los regímenes anteriores necesitaban endeudarse para cumplir los proyectos?

Ahora se comprende por qué, en cada periodo sexenal o trienal, los políticos salieran multimillonarios, con ranchos, casas, departamentos en el extranjero, hicieran negocios, pusieran constructoras. 

Cabe cuestionar ¿dónde quedaron los excedentes petroleros ingresado en el periodo de Fox y Calderón por cerca de 250 mil millones de dólares?  ¿en dónde están los dineros de las ventas de bancos, ferrocarriles, minas, carreteras, teléfonos, Fertimex, Agronitrogenados, empresas madereras, puertos, aeropuertos y aduanas?

¿Alguien cree que era necesario endeudarse? Si este presidente no lo ha hecho y reparte presupuesto a los viejitos, muchachos estudiantes y personas con capacidades diferentes.

 Ahora se entiende y se observa el absoluto contraste entre un proyecto y otro; los conservadores y algunos políticos quieren todo para sí, mientras la 4T quiere todo para todos. El botín se les fue, motivo por lo que no quieren que el pueblo participe en las decisiones como la constitución del INAI, INE y Suprema Corte. Los elementos de estos institutos, todos son parte del bloque que usufrutuaba hasta el infinito y algunos siguen disfrutando de toda esa riqueza.

¿Algún lector ha recibido alguna vez un aguinaldo de 600 mil pesos? O ¿una indemnización de 9 millones por dejar un empleo, o ayuda sólo para comidas por 30 mil mensuales, que le regalen una camioneta suburban blindada cada dos años?


                                    En lo personal, es una realidad que a mí me parece inconcebible. ¿dónde está el dinero que por más de 70 años desapareció? Y así, quieren regresar argumentando democracia, honestidad, servicio y eficiencia. Por mi parte ¡que se los crea su abuela! La inmensa mayoría de políticos buscan llegar a esos puestos comprnado votos y hasta dan dinero a los líderes de partidos para que los unjan candidatos. Los que meten dinero es porque le sacan más.


Moises Zepeda Gomez. / Para Horizontes


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