EDITORIAL: La barbarie derechista y fascista de ciertos grupos
Thich Nath Hanh en su libro "La ira, el dominio del fuego interior" dice que el llegar al encolerizamiento tiene una causa y es la ausencia de amor, porque no lo conocen o porque nunca lo tuvieron.
El día 28 de mayo del corriente, un grupo de individuos que apoyan el funcionamiento y filosofía de la Corte, llegaron para "liberar" a esta instancia de un plantón que tenía cerrada la puerta principal (hay otros dos o tres ingresos alternos) argumentando que impiden que la justicia cumpla su función. A fuerza de provocaciones rompieron vallas, arrancaron casas de campaña y llegaron a golpear a personas de la tercera edad. Bueno…. Hasta ahí sólo es una cuestión ideológica salpicada con ira y agresión.
Pero, lo que no tiene nombre ni justificación es la acción de desmantelar el memorial de los niños y niñas víctimas del incendio de la guardería ABC. Estos sujetos arrancaron las cruces, erradicaron fotografías, borraron nombres en ese lugar que servían como un espantoso tache a la justicia nunca alcanzada por estas almas incólumes y frágiles.
Personas vandalizando el memorial de los niños muertos por incendio de la guardería ABC
Pregunto: ¿cuánto es el rencor de estas personas por que se recuerde la injusticia?
¿qué les molesta? Puede entenderse que defiendan a sus mecenas económicos y políticos como Margarita Zavala y Felipe Calderón, pero ¿no les alcanza el intelecto para vislumbrar el límite de las acciones? Ese fuego interior que les nubla el entendimiento y ciega su voluntad los lleva a realizar cosas que lastiman a seres como los padres de esos niños y con éllos a todos los que nos indignó ese incidente del incendio.
¿Por qué quieren borrar de la historia y del pensamiento ese nefasto hecho?
La respuesta es porque forman parte de ese grupo, bando o beneficiarios que quemaban documentos para borrar evidencias, que los fallecidos y lesionados por causa de sus acciones eran sólo "daños colaterales".
Como decía Sócrates: es preferible sufrir una injusticia que cometerla. El no tener la oportunidad de conocer la libertad plena, el amor y la felicidad perene, los conduce a buscar llenar ese vacío con el poder, el tener y disponer a voluntad del ejercicio del capricho, y evitar esa conformidad de tener un nivel espiritual que hace de ti un ser ético y justo, con moral y prudencia.
Hasta el día de hoy después de más de un día de ocurridos los hechos, todavía celebran sus tropelías y nadie responde ni justifica lo sucedido. La prensa nacional calla como siempre lo ha hecho, oculta y tiende hacia otra perspectiva la noticia, hablan de liberar a la corte ¿liberarla de quién? ¿en qué momento algún magistrado o juez se vio restringido en su libertad? ni física, ni moral, ni intelectual, menos aún de acción o decisión.
Y estos grupos estuvieron en el poder por más de 70 años, ¡qué de cosas nos hicieron! Y nosotros de poco o nada nos enteramos en ese tiempo. Ahora miramos con sorpresa y disgusto las cosas que hacían y justificaban por medio de las televisoras, cadenas de periódicos y los medios radiados.
Moises Zepeda Gomez. / Para Horizontes
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