martes, 10 de octubre de 2023

 Franciscanos en los Pueblos

 de Ávalos a 500 años

Por Rodrigo Sánchez Sosa/ Cronista de Sayula

Los ejércitos españoles en sus campañas de exploración y conquista 1519-1521, llevaban capellanes o legos, y clérigos asignados, con el fin de evangelizar a la población nativa sometida de acuerdo al mandato de la corona española y la iglesia. Fray Bartolomé de Olmedo, de la orden mercedaria, y el padre Juan Díaz, fueron los capellanes de las huestes de Cortés. 

En 1522 el emperador Carlos V  solicita al papa Adriano VI misioneros para los territorios de la Nueva España recién conquistados por Hernán Cortés. El fraile Jean Glapion, franciscano consejero y confesor del emperador, fue escogido. Glapion logró reclutar a tres hermanos de su orden, fray Pedro de Gante, fray Juan de Tecto y fray Juan de Aora. Estos franciscanos flamencos partieron de Gante (hoy Bélgica) el 27 de abril de 1522, arribando a España en julio. Glapion morirá antes de embarcar para América, y los restantes frailes parten el 31 de mayo de 1523, desembarcando en Veracruz el 13 de agosto de ese año.


Fray Martín de Valencia, fray Francisco de Soto Marne,  fray Martín de Jesús o de la Coruña, fray Juan Juárez, Antonio de Ciudad Rodrigo, fray Toribio de Benavente (Motolinia), fray García de Cisneros, fray Luis de Fuensalida, fray Juan de Ribas, Fray Francisco Jiménez, fray Andrés de Córdoba y fray Juan de Palos (estos dos últimos hermanos legos). El 30 de octubre de 1523, estos doce franciscanos, seleccionados por el General de Orden y por el emperador Carlos V, se reunieron en el convento de Santa María de los Ángeles  de la provincia de San Gabriel de Extremadura, España. Aquí reciben instrucciones precisas de la misión evangelizadora a la que estaban siendo enviados a la Nueva España.

Una vez embarcados en la misión encomendada, partieron de San Lúcar de Barrameda el 25 de enero de 1524; el 4 de febrero arribaron a la Isla Canaria de Gomera; el 5 de marzo a Puerto Rico; el 13 de ése mismo mes a la isla de la Española o Santo Domingo; el 30 de abril a la Villa de la Trinidad. Finalmente llegan al puerto de San Juan de Ulúa, Veracruz el 13 de mayo de 1524.

La provincia franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán fue erigida canónicamente hacia 1565, pero su origen está en la llegada de los frailes franciscanos, encabezados por Fray Martín de la Coruña uno de los doce, hacia el año 1524 o 1525, a la región de Michoacán. Fray Martín enviaría a los primeros frailes evangelizadores a lo que serían los Pueblos de Ávalos,  fray Juan de Padilla y Fray Miguel de Bolonia, a finales de 1524, principios de 1525. 

Aún siendo unos cuantos, los frailes se distribuirían por todo el territorio de la Nueva España. Algunos los encontramos ya en 1524 en la región de Michoacán, en Zacatula, donde los encuentra Francisco Cortés de San Buenaventura, que llevaba con él al clérigo ya anciano, José de Villadiego. En ese lugar se unen a la expedición de Cortés San Buenaventura, fray Juan Padilla y Miguel de Bolonia, siguiendo con ésta hasta Nayarit en 1525 o 1526, sin detenerse mucho tiempo en los pueblos de Ávalos en su viaje al norte. En 1531 volverían y recorrerían el señorío tzayulteco predicando, volviendo hacia el norte de nuevo. No sería hasta 1533, durante la incursión a occidente del ejército de Nuño de Guzmán, que volvería por segunda vez para fundar el convento de Tzapotlán y hacerse cargo de la región. 

Francisco Belgodere, dice al respecto:

"Con vías hacia la evangelización del Norte en sus regiones salvajes, pasaron por tierras de la Nueva Galicia… entre otros, fray Juan de Padilla quien fundó un convento en 1533 en Tzapotlan y de ahí siguió para Tenamaxcatitlan, a Tlamatzolan (Tamazula), Tochpan (Tuxpan), Zaolan (Zayula), Amacuecan."  

  En Sayula Alcaldía Mayor de los Pueblos de Ávalos, ubicada entonces en el asentamiento indígena que se encontraba en Lomas de Santa Inés, la primer incursión española, levantó una ermita para un capellán que enseñó a los indios durante un tiempo en 1522, luego pasaron por el lugar los hermanos franciscanos Padilla y Bolonia, como ya se dijo, volviendo en 1533 para consumar la evangelización, fundado el primer convento franciscano de la región de Ávalos, en Zapotlán, a donde acudía la gente de Sayula para ser bautizada. 

Durante la segunda incursión franciscana en 1531, posiblemente, se fundó la primera doctrina de indios en el sitio del primer Sayula, Lomas de Santa Inés, substituyendo a la ermita, que constó- seguramente, según la costumbre- de una pequeña capilla y una morada para religiosos. Ya 1546, la ermita quizá ya templo de adobe y paja, se trasladaría al sitio donde hoy se encuentra en el moderno Sayula, la Parroquia de la Inmaculada Concepción, que en ese entonces fue el templo de Santiago Aposto de Sayula; para una segunda refundación del asentamiento. Por su parte, el convento de san Francisco de Asís de Sayula fue formalizado hasta 1573, a lado del templo con advocación a Santiago Apóstol. La doctrina de Indios de Sayula, antes de ser reconocida como convento, perteneció al convento de Tzapotlán hasta 1547 que se fundó el convento del Dulce Nombre de Jesús, en Amacueca cuyo guardián fue fray Simón de Bruselas, del que fue visitaduría hasta 1573, cuando la doctrina de indios de Sayula pasó a ser convento y tener como visitaduría Usmajac, Atlaco, Apango, Chuquilistlan, Amatitlan y como advocación San Francisco de Asís de Sayula.  Se fundaron en la Provincia de Ávalos cinco conventos en esos primeros años Chapala, Atoyac, Amacueca, Sayula y Zapotlán, 

La conquista espiritual incidiría de forma importante en el sincretismo que recompondría la identidad regional del señorío tzayulteca ya para entonces nombrado por los españoles los Pueblos de Ávalos (1524). La crueldad del conquistador militar contrastaría con la vocación de la orden regular de los franciscanos, quienes, tratando de emular las hazañas de los primeros proselitistas cristianos, soñaban con comunidades cristianas en el Nuevo Mundo análogas a las formadas por los apóstoles de Jesús en el siglo I. Su humildad y voto de pobreza conquistó al indígena, identificándose con ellos y viéndolos sus protectores frente al abuso y arrogancia de los militares y terratenientes españoles.

  La lengua tzayulteca, proto nahua o yutoazteca, establecida por el antiguo régimen indígena en el señorío como lengua franca, terminaría por desaparecer tras la prédica de los franciscanos en el náhuatl del Valle Central y posteriormente la implantación del español como lengua dominante. Aunque esta lengua se perdería totalmente, salvo algunas palabras que terminaron por no comprenderse en su cabalidad dos siglos después, sus formas representaban un importante elemento de identidad entre los indígenas de La Provincia de Ávalos, adaptándose al náhuatl traído por los europeos desde México-Tenochtitlán y al castellano mas tarde, dieron origen al sincretismo particular de esta región. Con ello la identidad sobrevivió, y los límites de los pueblos de Ávalos siguieron siendo los del antiguo señorío de Tzaulan. No por los límites políticos o administrativos del territorio español que coincidían con los márgenes geográficos del vaso lacustre que fueron los límites originales del señorío, sino porque fueron integradas las formas españolas de la cultura y el cristianismo desde la óptica de la orden de San Francisco. Esto fue posible por el sincretismo que como parte de la evangelización alentaron los seráficos padres en los Pueblos y luego Provincia de Ávalos, trasformando la liturgia católica y adaptándola al mundo indígena en una iglesia indiana de flor y canto que incluyó las capillas abiertas, las danzas sonajeras, las pastorelas y los nacimientos de figurillas de barro, que siguen incidiendo hasta hoy en día en la identidad regional de lo que fuera La Provincia de Ávalos. 

 Fray Miguel de Bolonia OFM nació entre noviembre de 1499 y julio de 1500 en el incipiente poblado de Los Baños de la Porreta, hoy Terme (Pescara, Abruzos, Italia).  Falleció el 14 de julio de 1580, según narran las crónicas franciscanas y sus restos se encuentran sepultados en la parroquia de San Francisco De Asis en Chapala, Jalisco

Fray JUAN DE PADILLA OFM  (desconocido-1544). 

Fray Juan de Padilla llegó al Nuevo Mundo desde su Andalucía natal en España, donde había sido soldado antes de unirse a la orden franciscana. Se desconoce la fecha exacta de su llegada, pero su firma sí apareció en una carta del Nuevo Mundo fechada el 19 de octubre de 1529, por lo que posiblemente nació en 1500. Murió en Texas EU el 30 de noviembre de 1544, mientras predicaba a los naturales de esas tierras quienes lo asesinaron. Fue emboscado por estos junto con sus compañeros entre quienes se encontraban varios indios conversos del convento de Zapotlán, dos indígenas purépechas y un asistente de raza negra, quienes salvaron la vida gracias a que el padre Padilla, arrodillándose se dejó flechar por los agresores para que sus compañeros pudiesen huir. Estos darían cuenta de su martirio luego.

(Ponencia en el Colegio México de Ciudad Guzmán, en el marco del coloquio de los 500 años de la llegada de los franciscanos a la Nueva España. 2 de octubre de 2023.) 


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