miércoles, 13 de marzo de 2024

 Es tiempo de mujeres empoderadas, no subordinadas

Por Rodrigo Sánchez Sosa


Es tiempo de mujeres, de mujeres empoderadas, no de hermanas, esposas o madres sumisas al poder de la corrupción y el saqueo en Sayula. Es tiempo de mujeres, pero no de mujeres compradas por un puesto público donde son subordinadas de sus pares masculinos que las usan como objetos, herramientas para empoderarse ellos, cuando no de placer, decorativas o de cortada para esconderse tras de estas. Es tiempo de mujeres, tiempo de libertad para todos y todas, tiempo de entendernos y complementarnos, tiempo de llevar al poder las formas femeninas que no afeminadas que aunque respetables, son otra cosa. Es tiempo de mujeres, tiempo de mujeres que han luchado toda la vida para por méritos propios y no a la sombra del hombre, sobre salir en la lucha por la vida, la familia, Sayula y el país. Es tiempo de mujeres con carácter, de las que difícilmente se doblan de tan persistentes, tenaces e indomables; mujeres que dejaron de ser niñas bonitas, ingenuos ornamentos del machismo más extremo, del que las usa mientras las envidia.

      Es tiempo de mujeres, de administración, austeridad, de orden, de protección a los débiles, enfermos, niños y adultos mayores; es tiempo del poder matriarcal que desarrolló la civilización: el lenguaje que ordena todo y la madre trasmite al hijo en un proceso de humanizarlo. Es tiempo de la no violencia, de la empatía, del servicio desinteresado, de la entrega incondicional, de la conciliación, de la compasión y solidaridad con los que sufren; es tiempo de mujeres. Es tiempo de complementarnos, de humanizarnos, de ser uno.

     Es tiempo de mujeres. Tiempo de mirarnos a los ojos sin frustración ni sufrimiento, de mirarnos como iguales pero distintos, de mirarnos sin prejuicios como desde el corazón limpio de una mujer se ve a la vida, a la familia, a los hijos, a los hermanos, a la pareja al marido. Es tiempo de mujeres, no de propiedades exclusivas y cosificación de las personas, de dinero mal habido y ambiciones dinásticas de poder donde todos nos volvemos juguetes del juego sucio del patriarcado caníbal. 

      Es tiempo de mujeres, pero no de mujeres masculinas, masculinizadas, usadas, repartidas, sometidas, violadas y violentadas… es tiempo de mujeres libres y consientes de su dignidad sagrada frente a la historia de la especie, mujeres sin miedo en los ojos, sin angustia en su rostro, sin acoso que las atormente volviéndolas paranoicas, sin falsos valores que enajenen su esencia. Es tiempo de mujeres como antídoto al egoísmo narcisista de una sociedad a la deriva en el mar incierto de lo igual, del infierno lacerante y estéril del "todo vale".

      Es tiempo de mujeres, de esas a las que da temor pensar porque son difíciles de encasillar en lo políticamente correcto, mujeres maduras que no se detienen en una competencia infantil con el hombre, esas que no necesitan demostrar nada para hacerse respetar y trasformar en su entorno lo que haya que trasformar sin pedir permiso. Es tiempo de mujeres y hombres libres del prejuicio del prejuicio, libres del absurdo de la libertad sectorizada, de nicho, de marcas, de preferencias, de frivolidades.

     Es tiempo de mujeres, que no se venden, que no se compran, que no tienen ni le ponen precio a nadie; es tiempo de mujeres que maticen mundos y equilibren la existencia de lo público con un ejercicio del poder en apoyo mutuo y no competencia inútil. Es tiempo de mujeres, que las mujeres antes que nadie deben entender, porque su tiempo histórico es hoy. 

Es tiempo de mujeres y los hombres en Sayula, ya lo comprendimos. No nos disfrazamos, no estamos detrás de ellas presionando y manipulando, no las violentamos, ni acosamos, ni usamos. Estamos codo a codo a su lado, porque la misión de ambos es clara, clara, clara, ¡CLARA! ; Rescatar el Corazón de Sayula....y de la patria. Es tiempo de Mujeres, los hombres ya lo entendimos. COALICIÓN CONTRA El MAL GOBIERNO DE NUESTRO MUNICIPIO.

     Es y resulta incomprensible que en Sayula, las mujeres que han decidido su participación política en el actual contexto, tal vez por la cuestión generacional, sigan creyendo que deben ser lacayas de un hombre para poder ser tomadas en cuenta, que su papel es servir a los intereses de gente deshonesta, corrupta, manipuladora que ebria de poder, las usa con el pretexto de la igualdad de género, de las leyes que las protegen en su ejercicio del derecho político constitucional. Hombres sinvergüenzas que no buscan sino su propio interés y las ven como objetos, como herramientas a usar en su lucha por el poder. 

      ¡Es verdad! Existen en la política local, son candidatas a munícipes y regidoras, de los distintos partidos a competir, Sé lo que digo y lo hago con responsabilidad, estos vivales las usan abusando del amor incondicional de pareja o fraterno. Yo no digo que estás sean ingenuas o algo peor; No, no, no, entiéndaseme; estas son mujeres files, fieles a sus sentimientos, a su familia, a aquel que aman, y creen que ese es su papel o las hacen creer que ese es su papel y por lo tanto cumplen con su responsabilidad de género, con su deber social y político como mujeres empoderadas; pero, si detrás de ti está un hombre al que le das una jerarquía que anule tu propia libertad, no estás haciendo eso, no estás representando sino a él. Soy hombre, pero entiendo, algo básico en esto de la equidad de género, la equidad citada no es una concesión del hombre, es una lucha de décadas; solamente la lucha política de la mujer en México lleva ya más de 70 años. Pese a ello, los espacios que las mujeres en la política han ganado, en muchos, casos, han sido concesiones del hombre, somos un país machista, tenemos valores machistas, eso no ha cambiando con la participación de la mujer en la política a un grado que podamos sentirnos libres en el sentido de esta equidad. Si no vean alcaldes poniendo a sus esposas como sus sucesoras, presidente de la república, ahí está Felipe Calderón y Margarita Zavala, una mujer violentada por un hombre alcohólico, un cuento común en México, que intentó postularse como sucesora de su esposo. La amante puesta en una candidatura legislativa como pluri, casos sobran. Esto no es empoderamiento, esto no representa la equidad de género, esto no aporta nada nuevo a la sociedad. Es tiempo de mujeres pero mujeres realmente libres, conscientes de su condición, informadas de una lucha de años, mujeres que no tengan nada que demostrar al hombre, sino que codo a codo con él trasformen este país. Mujeres maduras, con carácter, independientes, honestas, con visión proveniente de su esencia. Feminismos esnobs, serviles o facciosos, se quedaron atrás en la historia, esto no es moda, la cuarta trasformación del país requiere de las mejores mexicanas y mexicanos. Es tiempo de mujeres.


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