martes, 10 de junio de 2025

 Enfoques de la elección del Poder Judicial.

Por Arturo Fernández Ramírez


En política, la "forma es fondo" y "todo es según el color del cristal con que se mira". 13 millones de votantes (aproximados, al cierre de esta edición), es visto de acuerdo a la simpatía o antipatía con el grupo que domina el mapa electoral federal. 

     Para estos últimos, es una baja participación que pone en entredicho la legitimidad social de las y los ganadores. En cambio, los primeros, aseguran que fue exitoso el proyecto de cambiar el método con el que antes eran elegidas las y los integrantes del Poder Judicial de la Federación.

    En ejercicio de la libertad de expresión, toda postura se debe respetar, quedando en la conciencia de cada quien, si se está emitiendo de manera objetiva o en forma sesgada y tendenciosa. Por encima de una y otra, lo cierto es que la reforma a dicho órgano jurisdiccional se ha consumado y ahora falta esperar que en realidad sea para mejorar nuestro sistema de justicia. De lo contrario, la ciudadanía tenemos la obligación de exigir que se cumplan los compromisos con la sociedad.

     Como estaba previsto, el pasado 01 de junio de 2025, se llevó a cabo la elección extraordinaria del Poder Judicial de la Federación. Y, según se esperaba, por las circunstancias especiales que concurrieron (inédito, desconocimiento de la inmensa mayoría de las y los candidatos, el gran número de estos) la participación ciudadana sería menor en comparación con los procesos tradicionales.

    Desconozco las estimaciones que el grupo en el poder tenía sobre la participación ciudadana, pero al final de cuentas fue de aproximadamente el 12.9% (al cierre de esta edición), equivalente a cerca de 13 millones de votantes. Y, como lo dije con antelación, estas cifras, según el enfoque y posición política de cada quien, dan para criticar o aplaudir. Y en ejercicio de la libertad de expresión, se respeta la postura de simpatizantes y detractores.

     Fue una elección compleja, muchas y muchos cargos a elegir, por lo mismo, las boletas eran un poco difícil de entender. El origen de las y los candidatos era de 4 líneas, del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y en funciones. Resulta claro que la mayoría se inclinó por las propuestas de la llamada 4T, por lo que, en el nuevo Poder Judicial, prevalecerán las y los funcionarios afines a este grupo político.

      En el método anterior intervenía el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, según se tratara de ministros, magistrados o jueces. Como sabemos, el primero y segundo están dominados actualmente por la 4T, por lo que fácilmente podían hacer ganar a sus afines. Ahora, en cambio, lo siguen haciendo con el respaldo del voto popular, en aras de lograr una mayor legitimidad. Argumentando que en lugar de que unos cuantos decidan esos cargos, que sea la sociedad en general quien participe.

      Insisto, por encima de estar a favor o en contra, lo cierto es que la reforma al Poder Judicial quedó consumada con la elección pasada. Y ahora, lo más importante, es esperar que el cambio en realidad sea para mejorar nuestro sistema de justicia. En caso contrario, la ciudadanía tenemos la obligación de exigir que se cumplan los compromisos con la sociedad.


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