EDITORIAL: Puede ser la tercera guerra
En las fábulas de Esopo hay uno muy aplicable al ego, y cómo éste, nos hace caer en trampas que ponen los astutos.
Érase un cuervo que encontró un gran pedazo de queso, lo recogió y se puso en lo alto de un árbol para deleitarse sin intromisiones, cuando estaba a punto de darle el primer picotazo se escuchó desde abajo que una zorra astuta le decía: oye qué hermoso plumaje, como te ves gallardo, brillan tus plumas como diamantes negros, haciendo que subiera de tono la soberbia del cuervo; continuó: por cómo te veo debes tener un hermoso canto, unos trinos dulces y claros, debes tener por gorjeo toda una sinfonía. Me gustaría escucharte.
Ante tanto halago el cuervo sacó el pecho, levantó el pico y emitió un horrible graznido y al hacerlo abrió el pico y el queso cayó al pie del árbol donde la zorra ni tarda ni perezosa lo recogió y comió.
Algo semejante le sucedió a Volodímir Zelensky con Joe Biden, le endulzaron el oído que podría quedarse con el santo y la limosna, que recibiría beneficios de Europa y Estados Unidos pero que debía romperle los ductos energéticos a Rusia que alimentaban a Europa. No la vio venir.
Estados Unidos lo que quiere es el territorio de Ucrania, sus tierras raras y ponerse en la puerta de uno de sus mayores potenciales enemigos.
Pero Zelensky no midió las consecuencias, cayó en el garlito de meterse a pelear con los grandotes, se fue Biden, y Trump sólo aprovecha la ocasión para acordar con Rusia beneficios mutuos, inclusive hasta están acordando programas conjuntos para explorar el universo con viajes al planeta Marte.
Acto seguido, intervino Inglaterra, envió a Ucrania especialistas en sistemas de drones, pero más tardaron en llegar que en ser detectados y sus centros de capacitación destruidos.
La noticia de hoy que puso en alarma a Alemania, no la hizo Rusia, lo hizo la misma prensa germana al declarar que Rusia no necesita invadir su país, que ese lugar está al alcance en pocos minutos de los misiles rusos; ahora las cuestiones están candentes y todo porque la nación germana envió misiles Taurus a Ucrania para combatir a los eslavos.
La OTAN está metida hasta el cuello, ha proporcionado instructores y algo de armamento, envió soldados. Esto resulta que toda Europa Occidental se está sentando en un barril de pólvora con una mecha muy corta y ya encendida, como si no supieran el dolor que causa una guerra.
Pero la vanidad, el orgullo y el insano deseo de obtener cada vez más poder y materias primas esenciales para el desarrollo como petróleo, gas, granos y metales para su propio enriquecimiento los impulsan.
En este periódico Horizontes, todo lo que hemos pronosticado llega a la realidad, como se pronosticó la caída de Banco Azteca, los objetivos de Trump, la huida de Alfaro, etc. Pero esta vez de corazón deseo me equivoque, porque una guerra mundial sería el peor desastre humano ya que podríamos desaparecer 7 de cada 10 humanos.
Esa estúpida vanidad de los pentontos como el payaso de Zelensky nos llevan al holocausto.
Si saben rezar, recen; si no, aprendan para que no llegue la hecatombe.
Moises Zepeda Gomez/ Para Horizontes

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