martes, 23 de septiembre de 2025

 Septiembre, mes del testamento.

Por Arturo Fernández Ramírez


En México, solo el 4.7% de la población adulta tiene un testamento. Hasta mediados de agosto de 2025, el Registro Nacional de Avisos de Testamento contaba con más de 7.5 millones de registros de dichos documentos. Y, aproximadamente, la mitad de estos se realizaron durante la campaña anual. Es decir, por un lado, son pocas las personas que han dejado testimonio de su última voluntad. Pero, el que el 50% de ellas lo hubiera realizado en septiembre, refleja el éxito del programa federal que cumple 23 años. Lo que justifica su continuidad y que lo podamos aprovechar en aras de fortalecer la cultura de la legalidad y el orden patrimonial. Heredando certeza jurídica y evitando conflictos después de la muerte.

       La Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal, en colaboración con el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, impulsan la vigésima tercera edición de la campaña nacional "Septiembre, Mes del Testamento". Que en este 2025 lo hacen bajo el lema "Con el testamento se heredan bienes y se hereda paz". Facilitando el acceso a asesoría jurídica gratuita y reduciendo los costos notariales para quienes deseen elaborar su última voluntad.

        Se ha tenido la idea equivocada que asocia el testamento a la muerte, es decir, que esto lo realizan las y los adultos mayores o quienes, por enfermedad, ya están próximos a morir. Lo cual es inexacto, nadie sabemos la fecha de nuestro fallecimiento. Ni siquiera cuando se goza de cabal salud o juventud, se tiene la certeza del tiempo que seguiremos viviendo. Por ejemplo, un accidente puede poner fin a la existencia de muchas personas de diferentes edades. Y ahí surge la importancia de trabajar en la cultura de la legalidad y el orden patrimonial. Para que haya certeza jurídica en las herencias y evitar conflictos posteriores a la muerte.

        Debemos reconocer que muchas veces el testamento es insuficiente para evitar conflictos familiares. Cuando surgen inconformidades entre las y los herederos o quienes creen que tienen derecho a la herencia, promueven juicios con el fin de que se anule dicho documento. Generando fuertes desgastes sociales, personales, económicos y jurisdiccionales con procedimientos que duran años en resolverse.

         Con todo y ello, un testamento logra disminuir los litigios por los bienes de una persona que falleció. Generando una mayor certeza jurídica en el patrimonio y última voluntad del testador. Y, el hecho de que el 50% de quienes han otorgado un documento ante Notario Público, lo hubieran realizado en septiembre, refleja el éxito de este programa federal. 

      Debiendo desterrar la idea equivocada que gira en torno a que únicamente tienen que realizar un testamento las y los adultos mayores. O, quienes, por una enfermedad sienten que están próximos a morir. Es mejor apostarle al fortalecimiento de la cultura de la legalidad, el orden y la certeza patrimonial.


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