Únicamente se castiga el 0.8 % de los delitos.
Por Arturo Fernández Ramírez
De los 33.5 millones de delitos ocurridos en 2024, solo el 9.6 % se denunciaron. De los cuales, únicamente en el 12.6 % hubo un resultado positivo para la persona denunciante, equivalente al 0.8 %. Del 70.5 % en que se abrió carpeta de investigación, en el 39.2 % nada pasó o dejó de resolverse la querella y el 40.7 % sigue en trámite. Lo que refleja el acto nivel de impunidad que prevalece en nuestro país. Provocando que aumente la incidencia delictiva al saber las y los delincuentes que es mínimo el riesgo de ser castigados. Nuestras autoridades tienen que tomar cartas en el asunto y garantizar a cabalidad la administración e impartición de la justicia.
Las razones más comunes para abstenerse de acudir a un ente gubernamental cuando se sufre un delito, fueron por considerar una pérdida de tiempo (34.6 %). Desconfianza en la autoridad (14.0 %); trámites largos y difíciles (10.2 %); delito de baja importancia (12.9 %). Falta de pruebas (9.4 %); y, miedo a la persona agresora (6.1 %). En el año 2023 se denunciaron el 10.4 % de los delitos, contra el 9.6 % de 2024. Lo que se traduce en un aumento del descrédito hacia las autoridades. Es decir, prácticamente nadie confía en nuestro sistema de investigación y sanción de las conductas ilícitas. Y por la ínfima cantidad que se castiga (0.8%), debemos reconocer que tiene razón la ciudadanía y que es fundada su apatía y descontento.
Cifras anteriores que arrojó la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2025. Que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el pasado 18 de septiembre. Con la información sobre la victimización delictiva durante 2024. Y con comparativos de años anteriores.
También se incluyeron datos de la afectación económica, la cual fue de 269.6 mil millones de pesos (6,226 en promedio, por persona afectada). Equivalente al 1.07 % del Producto Interno Bruto (PIB). Y el haber sufrido un delito, dio como resultado el que se tomaran medidas preventivas, tales como el cambio de cerraduras o candados (22.8 %) y puertas o ventanas (18.8 %).
Sin lugar a dudas, la impunidad es una causa determinante en el crecimiento de la incidencia delictiva y en la desconfianza que se tiene a las autoridades responsables de investigar y sancionar los ilícitos. Las y los delincuentes conocen nuestro sistema y saben que es mínimo el riesgo de ser castigados. Como lo dijo en una ocasión un conferencista en tono irónico es un "negocio" con una mínima probabilidad de "pérdida". A diferencia de los giros lícitos que invierten mucho y es alto el peligro de quebrar y cerrar.
Por eso, es importante que se tomen cartas en el asunto y se busquen los mecanismos que garanticen a cabalidad la administración e impartición de la justicia. Como el máximo ideal y condición esencial de toda comunidad para vivir en paz y con tranquilidad social.

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