25 noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Por Arturo Fernández Ramírez
En México, el 70.1 % y en Jalisco el 71.9 %, de las mujeres de 15 años y más, han experimentado, a lo largo de su vida, al menos una situación de violencia psicológica, física, sexual, económica, patrimonial y/o discriminación. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Y, de 2021 al 2024, el C5 de nuestra entidad federativa, recibió en promedio al año 71,146 llamadas de emergencia por algún tipo de agresión de género. Estos datos reflejan que en pleno siglo 21, persisten y crecen dichas conductas, lo que nos obliga a redoblar esfuerzos en esta lucha.
De acuerdo a la ONU Mujeres, 1 de cada 3 damas en el mundo, sufren violencia sexual y física. Y, así podemos continuar encontrando información al respecto, como las Carpetas de Investigación que se aperturan en la Fiscalía. Por las denuncias relacionadas con los delitos en contra de personas del sexo femenino. Para darnos cuenta que en lugar de disminuir, van en aumento estas conductas. Lo que debe mantener la alerta roja e incrementar los esfuerzos de combate con mejores resultados.
Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Su origen se remonta a 1960, cuando fueron asesinadas las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. Mientras regresaban a casa tras visitar a sus esposos en la cárcel, como parte de una protesta contra el régimen de Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominicana.
El propósito de esta conmemoración es generar conciencia y movilizar a la sociedad para prevenir y eliminar todas las formas de violencia en contra de las mujeres y las niñas. Buscando que los gobiernos, organizaciones y todas y todos en general, asumamos el compromiso de poner fin a las agresiones de género. Poniendo manos a la obra con programas y acciones que logren ese objetivo.
Como campañas de sensibilización, implementación de políticas públicas con enfoque de género. Capacitación de profesionales en servicios de atención a mujeres en situación de violencia. Agilidad en los procesos penales donde se denuncien delitos de esta naturaleza, clasificando de manera congruente estas conductas. Para que sean sancionadas de acuerdo a su gravedad, con cero tolerancia a la corrupción e impunidad. Una educación y formación sólida sobre estos temas, de manera principal en las nuevas generaciones.
En pocas palabras, trabajar en la prevención, atención, sanción y erradicación de estas conductas graves desde su raíz. Entre muchas otras acciones que en forma conjunta debemos realizar para salvaguardar la integridad de todas las mujeres y garantizar su derecho a una vida libre de violencia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario