Y vuelve la burra al trigo
Por Rodrigo Carrión Grajeda
"Votar o no votar"
Debido a que los políticos en la actualidad se pelean de diferentes maneras por el hueso del poder, la mayoría de las veces utilizando artimañas deshonestas en contra de competidores de su mismo gremio o de otros partidos políticos en contienda, la sociedad en general esta cansada de tanta artimaña que esta pensando seriamente no votar o anular su voto las próximas elecciones el 5 de Julio. Aparte de que la credibilidad que en otros tiempos los políticos tenían, hoy esta por los suelos gracias a la sarta de mentiras que pregonan durante las campañas siendo al final ellos los únicos beneficiados con el dinero del pueblo.
Estamos a escasos días de que en nuestro municipio se celebren nuevamente elecciones para elegir presidente municipal y al cuerpo de regidores. Siendo en esta ocasión seis los partidos los que se la juegan invirtiendo varios de ellos dinero en grandes cantidades con el fin de que la sociedad que vota se fije en ellos y los favorezca con su voto. En esta ocasión para algunos candidatos ya no fueron suficientes las camisetas, los trípticos o la propaganda en bardas y perifoneo para promocionarse. Han llegado a tal exageración que valiéndose de la necesidad de gente pobre, en vez de ofrecerles buenas propuestas que los saquen del atraso económico en que se encuentran les ofrecen comidas. Si, comidas, cenas o desayunos en diferentes locales en todo el municipio para que los incautos se arrimen y poder platicar con ellos. Dentro de los mítines callejeros les regalan pasta para sopa, salsas u otro tipo de productos de la canasta básica ofendiendo de esta manera su ya de por si destrozada dignidad.
De todo escuchamos a los aspirantes a ocupar la silla presidencial de nuestro municipio. Mejor seguridad publica, mejores servicios municipales, creación de empleos mejor renumerados, educación superior para que nuestros hijos ya no salgan fuera entre otras vanas y trilladas propuestas de las que ya estamos cansados, menos de que manera le pueden hacer o lo harán. Señales inequívocas de que ni ellos mismos saben a ciencia cierta como hacerlo. Simplemente engañan a la gente. La mera verdad es preocupante el grado al que hemos llegado en estos términos de una política devaluada donde el único factor que mueve a las personas ha enrolarse en un partido político y participar como candidatos de elección popular, es el dinero que cobraran por su servicio durante los tres años que duran en el cargo.
Aun así, después de tanta porquería que miramos de algunos candidatos, no de todos, el no votar o la anulación de valioso voto producto de miles de muertes y sangre derramada por nuestros antepasados al mando de héroes como Francisco y Madero no tiene justificación. Ya que nuestra democracia a la que todos los mexicanos le apostamos y queremos vivir con ella, del voto es como se alimenta. A la vez, el anular nuestro voto, estamos anulándonos también nosotros mismos como personas del escenario nacional. Lo más sensato seria castigar los excesos y mentiras de los malos políticos con el látigo de nuestro desprecio votando por un partido diferente al que pertenecen si no dio los resultados que esperábamos o no cumplió a cabalidad sus promesas de campaña.
Por ejemplo, el actual gobierno federal al mando del presidente espurio Felipe Calderón prometió fuentes de empleo, y solo ha traído más desempleo a nuestro país con las fatales consecuencias que esto acarrea. El gobernador de nuestro Estado Emilio González Márquez, durante todo su mandato en vez de velar por los intereses de las mayorías como corresponde a todo gobernante, ha estado apoyado causas ajenas a su puesto relacionadas estas con la iglesia católica.
Estamos a escasos días de que en nuestro municipio se celebren nuevamente elecciones para elegir presidente municipal y al cuerpo de regidores. Siendo en esta ocasión seis los partidos los que se la juegan invirtiendo varios de ellos dinero en grandes cantidades con el fin de que la sociedad que vota se fije en ellos y los favorezca con su voto. En esta ocasión para algunos candidatos ya no fueron suficientes las camisetas, los trípticos o la propaganda en bardas y perifoneo para promocionarse. Han llegado a tal exageración que valiéndose de la necesidad de gente pobre, en vez de ofrecerles buenas propuestas que los saquen del atraso económico en que se encuentran les ofrecen comidas. Si, comidas, cenas o desayunos en diferentes locales en todo el municipio para que los incautos se arrimen y poder platicar con ellos. Dentro de los mítines callejeros les regalan pasta para sopa, salsas u otro tipo de productos de la canasta básica ofendiendo de esta manera su ya de por si destrozada dignidad.
De todo escuchamos a los aspirantes a ocupar la silla presidencial de nuestro municipio. Mejor seguridad publica, mejores servicios municipales, creación de empleos mejor renumerados, educación superior para que nuestros hijos ya no salgan fuera entre otras vanas y trilladas propuestas de las que ya estamos cansados, menos de que manera le pueden hacer o lo harán. Señales inequívocas de que ni ellos mismos saben a ciencia cierta como hacerlo. Simplemente engañan a la gente. La mera verdad es preocupante el grado al que hemos llegado en estos términos de una política devaluada donde el único factor que mueve a las personas ha enrolarse en un partido político y participar como candidatos de elección popular, es el dinero que cobraran por su servicio durante los tres años que duran en el cargo.
Aun así, después de tanta porquería que miramos de algunos candidatos, no de todos, el no votar o la anulación de valioso voto producto de miles de muertes y sangre derramada por nuestros antepasados al mando de héroes como Francisco y Madero no tiene justificación. Ya que nuestra democracia a la que todos los mexicanos le apostamos y queremos vivir con ella, del voto es como se alimenta. A la vez, el anular nuestro voto, estamos anulándonos también nosotros mismos como personas del escenario nacional. Lo más sensato seria castigar los excesos y mentiras de los malos políticos con el látigo de nuestro desprecio votando por un partido diferente al que pertenecen si no dio los resultados que esperábamos o no cumplió a cabalidad sus promesas de campaña.
Por ejemplo, el actual gobierno federal al mando del presidente espurio Felipe Calderón prometió fuentes de empleo, y solo ha traído más desempleo a nuestro país con las fatales consecuencias que esto acarrea. El gobernador de nuestro Estado Emilio González Márquez, durante todo su mandato en vez de velar por los intereses de las mayorías como corresponde a todo gobernante, ha estado apoyado causas ajenas a su puesto relacionadas estas con la iglesia católica.
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