jueves, 30 de diciembre de 2010


Temas de Interés

Por Arturo Fernández Ramírez

2010, el año que culmina, 2011 el año que inicia

El hecho de que la vida sea cíclica nos permite por un lado analizar el camino recorrido y por el otro preparar, organizar o visualizar el que pudiera venir. Al menos teóricamente así debería ser.
La conclusión de un ciclo debe ser visto como la oportunidad de reflexionar sobre lo hecho y lo que se desea hacer.
Así es como cada fin de año el común de la gente se fija metas y objetivos como propósitos de año nuevo.
Pero siempre es necesario mirar primero hacia atrás para ver y analizar lo que se hizo, lo que se dejó de hacer, cómo se hizo y cómo se hubiera querido hacer.
2010 está ya por finalizar e indudablemente nos deja muchas cosas que bien vale la pena recordar para poder mirar con mejor acierto el año que viene.
Tratando de hacer memoria, podemos recordar que junto con el año 2010 inició una nueva administración municipal y con ella la esperanza de los Sayulenses de un mejor futuro. Estamos a un año y seguramente muchos tienen ya definido su juicio sobre esta administración, quizá para muchos sí está cumpliendo las expectativas, para otros no y para el resto le puede resultar indiferente. Aún así, es necesario reflexionar en torno al desempeño de esta administración con la mayor imparcialidad posible para que las opiniones puedan tener eco, ya que las críticas sesgadas o tendenciosas no solo son ignoradas sino que además pueden resultar perjudiciales porque confunden a la opinión pública.
2010 fue un año en el que se celebraron con mayor júbilo los dos movimientos históricos más importantes de nuestro País: el inicio de la Guerra de Independencia y de la Revolución Mexicana. No era para menos, se cumplían cien y doscientos años de uno y otro. Y más allá de la precaria situación en la que nos encontramos como País, no dejaban de resultar significativas dichas fechas.
2010 también marcó la pauta en lo político con rumbo al año 2012, aunque más en lo estatal y nacional, donde las tres principales fuerzas políticas se disputaron espacios. El PRI parece tomar la delantera a nivel nacional y estatal frente a un PAN que sufre el desgaste del ejercicio del poder, pero sobre todo, el que a nivel nacional no hubiera podido legitimarse en el poder después de las elecciones fraudulentas de 2006. Y también frente a un PRD que después de haber estado en la cima en las elecciones de 2006, no ha podido cohesionarse ni consolidarse como el factor de unidad de la izquierda en México. El riesgo de una fisura siempre ha estado latente. Así fue como transcurrió el año que se va. Es necesario, como dijimos, no olvidar todo lo acontecido, pero no para quedarnos en el pasado, sino para organizar lo que viene. 2011 ya está aquí, se inicia un nuevo ciclo, se renuevan las esperanzas, se alientan las emociones, se replantean los retos y se afinan los desafíos. Redoblemos esfuerzos y continuemos con la mirada hacia delante, tomemos aire para empujar más fuerte. 2011 que sea una nueva oportunidad para hacer lo que no pudimos hacer y queríamos o debíamos hacer, para corregir errores, para rectificar conductas, para mantenernos firmes en nuestras convicciones. Deseo desde aquí a todos los lectores de este semanario, en especial a quienes me distinguen con la lectura de esta columna un FELIZ AÑO 2011. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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