Urgente intervención en la Escuela Severo Díaz
*Inadecuado procedimiento del INAH, se considera, que paró obras en la escuela.
Por Delfino Velazco Lucrecio
La escuela Severo Díaz es una de las más antiguas de nuestro municipio por la que hemos pasado muchas generaciones y por supuesto por la que también han pasado los años y con ello, generado grandes deterioros tanto por su uso, como por fenómenos naturales y condiciones del territorio.
En días pasados en dicha escuela se dio inicio a un gran proyecto para realizar la rehabilitación en las distintas áreas que necesitaban una urgente intervención para evitar mayores daños y sobre todo para cuidar la integridad de los más de 400 alumnos de tan solo el turno matutino que día a día acuden a ella.
Desafortunadamente la obra se detuvo en parte por denuncias de la propia ciudadanía que sin tener pleno conocimiento y sin preguntar lo que en realidad se estaba haciendo al interior de la escuela acudieron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quienes intentando cumplir una de sus funciones que consiste en preservar el patrimonio cultural, detuvo la obra para hacer las recomendaciones de los materiales y la forma en que se debe llevar a cabo dicha rehabilitación, pero sin considerar que además de ser un lugar histórico, es un edificio educativo, puesto que señala entre otras cosas que al patio que tiene la función de espacio cívico, patio de receso y espacio para desarrollar la clase de Educación Física, se evite el uso de concreto y a cambio se utilicen materiales como cantera, de igual forma se evite la construcción de una rampa para el ingreso a la escuela sin considerar el derecho que tiene las personas y los niños con alguna discapacidad de tener un acceso adecuado, entre algunas otras recomendaciones poco funcionales para el uso que tiene el edificio.
Indudablemente la Escuela Severo Díaz tiene una gran historia, sería ideal que se conservara con todas sus características originales pero con un uso diferente como puede ser un museo, pero para ello es importante que si INAH desea su conservación, también contribuya a que se haga un edificio nuevo y digno en el que los niños puedan recibir su educación.
Esperamos que la situación se resuelva y a la brevedad posible porque los riesgos siguen latentes y considerando ante todo los derechos de los niños a recibir su educación primaria en espacios adecuados, funcionales y sobre todos seguros, y que tanto los padres de familia como las autoridades correspondientes logren el apoyo necesario para que se lleve acabo dicha solución.
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