jueves, 3 de noviembre de 2011


Aquí Usmajac
Por Rodrigo Carrión Grajeda
Noviembre 2 día de los difuntos

Una de las tradiciones más importantes que año con año se celebra en nuestro país el día 2 de noviembre de una manera espectacular y con mucho respeto es la relacionada con el día de muertos. Tradición milenaria ya que existen datos y vestigios prehispánicos donde dan muestra de tales hechos de veneración hacia los muertos principalmente en ciudades del centro de México y en el Estado de Michoacán. En nuestro municipio por ejemplo tratando de conservar dichas costumbres entre las nuevas generaciones influenciadas últimamente por otras costumbres ajenas a las nuestras, las autoridades municipales convocan al público en general a la elaboración de altares de muertos en el centro de la ciudad dedicados a personas que ya murieron. El panteón municipal ya no se diga, desde muy temprano se mira repleto de personas visitando a sus seres queridos difuntos adornando sus tumbas de flores multicolores principalmente de flor de cempasúchil entre otras. En los hogares particulares del municipio la costumbre por lo regular es adornar los altares con papel multicolor, comida y bebidas que le gustaban al difunto, pues existe la creencia de que ese díaregresa y disfrutan de todo lo queles ponen en sus altares. Hay hasta quien les lleva música a la tumba con mariachi o banda según el gusto en vida del ser querido. De estas y muchas otras maneras es como los mexicanos celebramos el día de muertos el 2 de noviembre cumpliendo con una costumbre o tradición heredada de nuestros antepasados, por cierto, tradición muy mexicana. Ya que hablamos en esta ocasión de los altares a los muertos, quiero compartir una experiencia que en repetidas ocasiones me tocó vivir por estos días de muertos en el altar que mis padres ponían en nuestra casa año con año. Resulta que de chamacos mis hermanos y yo nos robábamos a las escondidas después de que los jefes se dormían parte de lo que ponían en el altardándonoscon ello un festín de casi todo. Aun sabiendo que al otro día la jefa nos lo repartiría entre todos para que no se echara a perder. Lo curioso del asunto es que tanto la fruta, la calabaza cosida o cualquier otra comida y bebida después de ese día de muertos ya no sabía igual que la noche anterior. La fruta por ejemplo sabia desabrida y se miraba vieja como si tuviera varios días en el mismo lugar. En una ocasión un vaso de agua amaneció a medias siendo que por la noche lo dejaron lleno. Coincidencia o superstición vaya usted a saber. Coincidencia pudiera ser, pues no faltó quien pudo haber cambiado el vaso dejando otro en el mismo lugar con poca agua. Superstición no creo pues a una edad de diez o doce años no conocemos de esas cosasy menos andamos pensando en ello. Si tiene la oportunidad estimado lector haga la prueba de lo que le digo probando algo de comida o bebida de lo que pusieron en su altar y notara si tengo razón o no de lo anterior, pues para mí en lo personal algo hay de cierto del porque se venera el día de muertos en nuestro país poniéndoles comida en sus altares.



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