jueves, 2 de febrero de 2012


Temas de Interès
Por Arturo Fernández Ramírez
Crece el alcoholismo
De acuerdo a la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, el problema del alcoholismo cada día crece más, pero lo delicado es que la expectativa o tendencia seguirá siendo a la alza.  Y es que se considera que 27 millones de personas de entre 17 y 65 años están en riesgo de padecer alcoholismo, enfermedad que cada vez afecta a más mujeres y en el mundo causa dos millones 500 mil muertes al año, por daños a la salud y accidentes, además de generar problemas sociales, económicos, familiares, de violencia y delincuenciales.
Los anteriores datos no dejan lugar a dudas de la magnitud del problema, además de que como se expresó, el problema en el consumo del alcohol es creciente y cada vez se inicia a edades más tempranas, pues cuatro millones de personas ya consumen bebidas alcohólicas en exceso y 9% de ellas son jóvenes de entre 12 y 17 años.
El hecho de que el consumo del alcohol se esté dando por adolescentes, debe ser motivo de una mayor preocupación porque estamos hablando del futuro de nuestra sociedad, de quienes en poco tiempo tendrán a su cargo las riendas de nuestra comunidad.
Desde esta perspectiva, no puede verse como un problema individual o aislado si alguien decide ingerir bebidas alcohólicas porque se afecta únicamente así mismo, sino a toda la sociedad.
Indudablemente que la venta de bebidas alcohólicas representa un jugoso negocio, de ahí que cuando se propone la legalización de las drogas como una medida para combatir el narcotráfico, bajo el argumento de que el verdadero negocio estriba en la ilicitud de las drogas, en realidad no dejaría de ser un negocio. Y claro, se ponen como ejemplo las bebidas alcohólicas, cuya venta es lícita pero la falta de una regulación y de otras acciones paralelas, hace que resulte ser un gran negocio y que cada día se incremente su consumo.
El problema sigue siendo la inadecuada regulación en los giros, ya que por un lado muchos de los que tienen licencia para vender no respetan la normatividad que regula el horario y a quienes sí pueden vender (mayores de edad).
Pero por otro lado, siguen existiendo muchos puntos de venta de bebidas alcohólicas que sin contar con permiso de la autoridad, hacen de las suyas en la clandestinidad aprovechándose de la deficiente supervisión que deben hacer las autoridades y por qué no decirlo, de la misma corrupción que puede darse.
Definitivamente no es fácil combatir el alcoholismo, por un lado la autoridad tiene la ineludible obligación de controlar y regular la venta de bebidas alcohólicas, además de implementar otras acciones y programas que mantengan fuera del ocio a nuestra juventud; pero por otro lado, la sociedad misma, las familias, los padres de familia, nosotros mismos, en un sentido de responsabilidad, también tenemos la obligación de cuidar a nuestros hijos, de cuidarnos a nosotros mismos y de cuidar a nuestra comunidad.
En pocas palabras, autoridad y sociedad, tenemos el compromiso de juntos combatir este y otros problemas más que tanto aquejan a nuestra comunidad y que ponen en grave riesgo nuestra estabilidad social. Ojala así lo entendamos y pongamos cada quien nuestro granito de arena. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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