Semanario Horizontes

¿Quién le vende cemento a este pobre indigente?
Resulta más que lastimoso, indignante, observar a este pobre joven, indigente quien a plena luz del día se la pasa inhalando cemento lo cual constituye un espectáculo nada gratificante sobre todo para los niños que lo ven todos los días por diferentes zonas de la ciudad. Indignante en el sentido de reconocer que la sustancia necesariamente la obtiene en alguna parte, lo cual constituye una aberracion criminal de quienes le expenden dicha droga a sabiendas del daño que le ocasionan a esta persona. Alguna instituciòn oficial o privada deberìa tomar cartas en este asunto, para tratar al menos de atender la necesidad de esta persona, ayudarle en lo que se pueda hacer por sentido humanitario. Y reprobar a la negociaciòn, quizá una ferreterìa, por el hecho de vender sustancias tan dañinas a quien la usa no para trabajar sino para drogarse.