jueves, 9 de agosto de 2012

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
Las candidaturas independientes

Todo indica que ahora sí serán un hecho las candidaturas independientes, es decir, no será ya un requisito indispensable pertenecer a un partido político para ser postulado a un cargo de elección popular.
Así se desprende de la llamada Reforma Política que fue firmada por Calderón esta semana y que seguramente muy pronto habrá de publicarse en el Diario Oficial de la Federación para que dichas reformas surtan los efectos legales correspondientes.
Las candidaturas independientes son, sin lugar a dudas, un Tema de Interés por todo lo que representan.
Creo que como todo, tiene sus bemoles, sus lados buenos y sus riesgos.
En teoría, su aprobación obedece a la necesidad de avanzar más en la democracia y es aquí donde debemos centrar nuestro análisis para determinar si efectivamente estas candidaturas fortalecen un sistema democrático o simplemente pasará como con todas las reformas que en materia electoral se han hecho: son meras simulaciones que en la práctica no han representado ninguna consolidación de nuestro sistema democrático.
Las elecciones de 2006 y 2012 demuestran que por más reformas y reformas que se hagan, mientras no exista voluntad, cambio de actitud y una auténtica cultura democrática en todos nosotros, las cosas van a seguir igual o peor.
          Aquí vienen a mi memoria los conceptos de formal y material. Formalmente sí vivimos en un sistema democrático porque hay elecciones y se supone que con estas la voluntad popular es la que impera.
Pero materialmente no vivimos en un sistema democrático porque con artimañas se violenta la voluntad popular, queda sesgado lo que realmente quiere el pueblo.
Por tanto, en los hechos, en lo material, no vivimos en un sistema democrático.
         Y este fenómeno ha pasado históricamente. Por ejemplo, la historia nos muestra a Porfirio Díaz como un dictador, su régimen es considerado como una dictadura. Pero analizando más la historia, sabemos que formalmente durante todo ese régimen sí se llevaban elecciones y Porfirio Díaz "competía" en ellas y "ganaba".
         En este sentido, formalmente no fue una dictadura, sino una democracia. Pero por la forma en que se realizaban (amañadas y de pura simulación), sabemos que materialmente no puede considerarse a esa etapa (aunque también a otras más) como una democracia sino como una dictadura o antidemocracia.
           Así es como debemos saber diferenciar cuándo en México estamos frente a una democracia real o a una democracia simulada. Cuándo estamos frente a una democracia formal y cuándo frente a una material.
Debemos luchar por una democracia formal y material en todos los sentidos, de lo contrario todo seguirá siendo una farsa.
         Aristóteles (no el hoy gobernador electo, sino aquel filósofo griego que vivió siglos antes de nuestra era) afirmó que no son las leyes por sí mismas las que hacen que una sociedad conviva en una razonable equidad, armonía y prosperidad, sino la forma en que se interpretan y aplican.
          Dicho filósofo dijo "si la felicidad del pueblo dependiera de las leyes, bastaría con que compráramos las mejores leyes de las polis vecinas".
        Es decir, NO BASTA CON TENER BUENAS O MEJORES LEYES, sino que ES NECESARIO QUE LOS ENCARGADOS DE APLICARLAS LO HAGAN RESPETANDO LA ESENCIA DE LAS LEYES QUE NO ES OTRO QUE BUSCAR LA JUSTICIA, LA EQUIDAD, LA ARMONÍA Y EL PROGRESO DE NUESTRO PAIS.
         México desde 1917 cuenta con una de las mejores Constituciones del mundo, que en muchos aspectos fue ejemplo y pionera. Sin embargo, estamos muy lejos del progreso y desarrollo que muchas naciones tienen hoy en día.
Luego entonces, la Reforma Política que en breve estaremos estrenando no es garantía de que en realidad se consolidará nuestro sistema democrático.
        Normalmente este tipo de reformas se hacen cada seis años después de las elecciones presidenciales, después de que salen a relucir las mañas y artimañas que vulneran nuestra democracia, después de ahogado el niño se quiere tapar el pozo, pero resulta que en política se vuelve a abrir después otro pozo y así hemos estado históricamente. Por eso no avanzamos, por eso México sigue estancado, por eso la riqueza continúa concentrada en unas cuantas manos mientras millones y millones de mexicanos estamos sumidos en la pobreza.
       Con las anteriores premisas quiero dejar en claro que no bastan reformas para vivir en un auténtico sistema democrático que genere en realidad oportunidades de crecimiento y desarrollo para todos.
        Por supuesto que no estamos en contra de la actual Reforma Política, pero sí queremos anticipar que no será suficiente para que México cambie para bien.
         Y en este contexto es como entraremos a analizar las candidaturas independientes, solo que por razón de tiempo y espacio, continuaremos la próxima semana. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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