lunes, 17 de septiembre de 2012

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
AMLO define su ruta

El pasado 9 de septiembre en el considerado corazón político de la República Mexicana, el Zócalo del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador definió el rumbo que habrá de seguir su movimiento y él mismo.
Entre los puntos más destacados se encuentra la separación (que no la traduce en una ruptura) de los partidos políticos que lo respaldaron en sus dos campañas a la Presidencia de la República (2006 y 2012), es decir, anunció su separación del PRD, PT y MC y formará su propio partido apoyándose en la estructura creada en los últimos 6 años a través de la Asociación Civil conocida como MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional).
Cabe reconocer que en el PRD ya tenía fuertes fricciones desde hace algunos años con algunos líderes de diferentes corrientes, al grado que antes de las elecciones presidenciales estuvo a punto de renunciar al PRD, por lo que su salida se esperaba una vez que pasaran las elecciones, tal y como sucedió.
No se puede anticipar en estos momentos en qué medida favorece o afecta a la izquierda mexicana esta decisión de López Obrador.
De entrada pudiera pensarse que se divide la izquierda en nuestro País y que esto indudablemente favorece al PRI y a la derecha.
Pero no necesariamente debe verse de esta manera, ya que, como lo dijimos, si López Obrador tenía fricciones al interior del PRD (del cual participó en su fundación, fue dirigente estatal y nacional, entre otras muchas representaciones que logró al interior del PRD), su salida de alguna forma evitará más confrontaciones y desgastes que dañan políticamente al PRD y al mismo López Obrador.
El hecho de que López Obrador se separe del PRD "en los mejores términos", afirmando que esto no puede traducirse en una ruptura, mostrándose además dispuesto a dialogar y llegar a acuerdos en puntos que se consideren importantes, puede dar como resultado que haya unión en muchos temas de interés colectivo.
Dicho en otras palabras, puede resultar más fácil y viable el diálogo entre los líderes de la izquierda al abordarse solo algunos puntos y no todos como sucedía por la circunstancia de que se disputaba siempre el rumbo y dirección de un partido. Esto ya no será materia de discusión y solo habrá unión en los puntos en que logren ponerse de acuerdo, por lo que puede ser previsible que haya fortaleza de la izquierda para contrarrestar los efectos de la derecha.
En fin, como se expresó, es quizá prematuro anticipar los costos (benéficos o dañinos) de la ruta trazada por López Obrador, pero puede augurarse que si se actúa con madurez, sensibilidad social, convicción y amor a México, la izquierda en nuestra Nación seguirá avanzando en su lucha.
Habrá que ver en qué medida merman su fuerza política el PRD, PT y MC, ya que con toda seguridad muchos dirigentes de estos partidos apoyarán en su nueva etapa política a López Obrador y tendrán que separarse también de estos institutos políticos.
Y es que no se puede negar el gran liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, un hombre que viene de abajo, un hombre cuyas posturas muchas veces consideradas radicales lo han hecho crecer políticamente pero que también al ser aprovechadas por sus adversarios para crearle una imagen negativa, le han disminuido su respaldo social. Un hombre polémico que así como tiene seguidores que lo defienden con mucho fanatismo, de igual manera y en contrapartida, tiene acérrimos enemigos que tan solo con oír su nombre se incomodan y lo vituperan.
E indudablemente, López Obrador es uno de los principales actores políticos de México que en los últimos años ha venido marcando la agenda política de nuestro País.
Por eso es importante que le demos seguimiento a este movimiento social y político en la ruta que ha trazado Andrés Manuel López Obrador. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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