jueves, 13 de diciembre de 2012

Cinco por ciento menos en sueldos de altos funcionarios : «Se van a quedar pobres»
Ante el publicitario anuncio de Peña Nieto, de dizque rebajar los salarios a la alta burocracia en el país, apenas en un cinco por ciento a sus millonarios sueldos, no es más que otra bofetada a los millones de pobres asalariados que devengan un miserable salario mínimo en el mejor de los casos, es pertinente recordar que hace seis años, en los primeros días de diciembre de 2006, Felipe Calderón anunció un recorte de 10 por ciento a los ingresos de los mandos medios y altos del gobierno federal, medida que, ante los dispendios y la frivolidad de su administración, resultó ser mero lucimiento propagandístico de inicio de sexenio, misma suerte que correrá el nuevo anuncio de supuesto recorte. "Cinco por ciento menos en sueldos de altos funcionarios del gobierno federal. Se van a quedar pobres". Señala acertadamente un lector.
Porque, ¿qué efecto tendrá un alto funcionario del gobierno, los llamados de la alta burocracia, cuando le disminuyen en un cinco por ciento su salario que en muchas ocasiones llega a los 300 mil pesos mensuales..?.
Lo menos que podemos opinar sobre esta medida es que constituye un acto de cinismo
Resulta necesario pasar de las palabras a los hechos, adoptar medidas que vayan más allá de los propósitos publicitarios y realmente reduzcan el costo del gobierno e incrementen su efectividad y, sobre todo, es preciso que éste haga del ahorro y la racionalidad en el gasto una política para seis años.
En contraste, la ciudadanía sigue incrementando su nivel de pobreza, las empresas pequeñas se encuentran a nivel de sobrevivencia, en el mejor de los caso, en el peor, muchas han tenido que cerrar sus puertas ante el incremento brutal de sus materias primas. Tan sólo para ejemplificar, de 2008 al sábado pasado el precio del diesel subió de 5.93 pesos a 11.17; la gasolina Magna, de 7.01 pesos a 10.85. Se reitera, algunas empresas, sino es que todas, enfrentan una situación económica muy difícil; y ante todo ésto, el nuevo gobierno priista responde con un cinco por ciento menos al salario de los sueldazos de los altos funcionarios. Cinismo puro pues.
Y ya que hablamos del cinismo, siguen las protestas por la represión insultante, cobarde y arbitraria a manifestantes
Aquí reproducimos uno de los miles de comentarios del público acerca de esta artera agresiòn a personas pacíficas
Ardidos
Estoy muy indignada por cómo varios levantacejas de la televisión y columnistas de medios impresos le han echado la culpa a AMLO del vandalismo y la violencia que se desató el 1º de diciembre. Cuando a todas luces se nota que fueron grupos de choque pagados por el PRI, tipo halcones o batallón Olimpia, con la diferencia del color del guante, pues ahora fue negro. El colmo fue en una columna política de un periódico de circulación nacional de baja reserva, donde se aseguran que fueron grupos pagados por AMLO en contra de Mancera para vengarse por su cercanía con Peña Nieto. Ya basta de tanto odio hacia AMLO, propongo una terapia sicológica para que canalicen su odio hacia algo productivo.Maruja Turrent/Distrito Federal
Siguen las protestas por la represion
Por todas partes llueven las protestas por la represión de los manifestantes detenidos el pasado 1 de diciembre, exigiéndose el esclarecimiento de los actos de injusticia, arbitrariedad y autoritarismo que a partir de los sucesos del primero de ese día se cometieron por los gobiernos federal y del DF y sus respectivas fuerzas policiacas hacia manifestantes pacíficos y gente inocente, situación que desembocó en la aprehensión injustificada de 69 personas (felizmente liberados 56 de ellos).
Hoy existen por demás evidencias (videos, testimonios de manifestantes y de policías) de que las detenciones no fueron apegadas a derecho y sí con fines políticos de generar intimidación y desprestigiar a todos aquellos que opten por la protesta social. Lo peor de esto es que aquellos que generaron desmanes y destrozos hoy gozan de libertad, impunidad y seguramente protección por alguna instancia de poder, por lo que se exige la liberación inmediata de los 13 aún presos, entre ellos Alejandro Lugo Morán, hijo de una destacada servidora pública de la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio, y demandamos que instancias independientes, como la CNDH, continúen con las investigaciones para esclarecer los hechos y el deslinde de responsabilidades por los excesos policiacos.
Lo verdaderamente preocupante es que se repite la historia de lo que pasó en casi iguales ciorcunstancias en 1971 cuando policías vestidos de civil reprimieron brutalmente con saldo sangriento, al que luego se identificó como batallón Olimpia, entre ellos infiltrados identificándose con un guante, hoy se sabe, sólo cambiaron de color en dicha prenda. Y lo peor, es el mensaje que con esta acción quiere dejar bien claro el nuevo gobierno espurio, de criminalizar las protestas sociales porque sabe de antemano lo que le espera en los próximos seis años en que día a día le recriminará el pueblo. Como siempre, contará con los medios comprados y sus comentaristas afines que nada han dicho para denunciar estos hechos, por aquí en Sayula tenemos varios por cierto.

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