Continùa y además se acentúa el rechazo de trabajadores a recibir el pago de sus quincenas al través de una cuenta de tarjeta de débito. Si bien es cierto que para los patrones les resulta más fácil y seguro pagar de esa manera a sus trabajadores, éstos señalan que les representa una seria incomodidad hacer las largas filas que se hacen en los cajeros automáticos, (nomás vea la cola en los cajeros de los dos bancos que operan en Sayula y juzque) además de que con esta estrategia de pago se violan artículos de la propia Ley Federal del Trabajo, entre otros el 37, dónde se señala claramente que "Los pagos se efectuarán en el mismo lugar en que los trabajadores presten sus servicios y con moneda nacional o en cheques y además dentro de sus horarios de labores". Más claro ni el agua, y como ninguna ley está por encima de la constitucional, no hay vuelta de hoja de que los inconformes con la medida tienen la razón y que en la mayoría de los casos ni siquiera fueron consultados por sus patrones para su aceptación a pago con tarjeta de débito. Sin mencionar que por supuesto, el gran negocio es para las instituciones bancarias que de tal manera se hacen de miles de cuentas de ahorro de manera forzada que en otras condiciones no las tendrían. Las quejas de otros trabajadores se centran en que, no todos confían en el manejo de su dinero que realizan los bancos, además de la natural desconfianza, se anota el que muchas personas no cuentan con la experiencia de manejar estas tarjetas, supervisar los estados de cuenta y los impuestos que les quitan por el manejo de la dichosa tarjeta, porque, como se sabe, todo tiene un costo. Independientemente de cualquier criterio, lo verdaderamente importante es que al menos se consulte al trabajador, puesto que es suyo el dinero.
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