Por Rodrigo Carrión Grajeda
Por esta ocasión, dejaremos un poco de comentar sobre asuntos triviales relacionados estos con el acontecer municipal o regional dedicando nuestro comentario semanal sobre asuntos de interés nacional que a todos los mexicanos nos incumbe por igual principalmente a la clase trabajadora.
Y es que, la dichosa reforma energética que el actual gobierno federal que para nuestra mala suerte encabeza el compra votos Enrique Peña Nieto, no deja de ser una puñalada mortal en contra de los intereses del pueblo de México actual y por supuesto también perjudicara a las nuevas generaciones que aun no han nacido.
Son varios los motivos por lo que el pueblo no debe permitir que el petróleo quede en manos de la iniciativa privada ni extranjeras ni nacional entre ellos el actual presidente y sus amigotes que lo impusieron en el cargo.
En primer lugar cuando el presidente Lázaro Cárdenas del Rio durante su mandato expropio la industria petrolera en 1938, no fue uno sino, varios los países a los que durante varios años a costa del sacrificio de los mexicanos estuvo pagándose con dinero del pueblo millonarias cantidades de dólares por su infraestructura entre ellos Estados Unidos, Inglaterra, España entre otros países no menos fuertes y poderosos económicamente pero que gracias a la tenacidad y patriotismo del general Lázaro Cárdena logró recuperar de sus garras el oro negro sin disparar un solo balazo para beneficio de los mexicanos el cual hemos disfrutado todo este tiempo que el gobierno bien o mal lo ha administrado.
Aparte de que el mismo pueblo jubiloso, gente humilde aportó de buena voluntad su dinerito para el pago de la deuda petrolera.
En segundo lugar, ¿sabia usted estimado lector que la extracción de un barril de petróleo crudo le cuesta al gobierno federal solamente la cantidad de 10 dólares y lo vende a 90 dólares resultando una ganancia neta de 80 dólares por barril vendido al extranjero?
Si hablamos de dos millones y medio de barriles los que se extraen de nuestro subsuelo diariamente, son millonarias las cifras por este concepto lo que el gobierno recauda también diariamente- A poco cree que los empresarios son madre de la caridad para querer comprar con tanta insistencia algo que no les reditué buenos dividendos como el caso de teléfonos de México vendido al hoy multimillonario Carlos Slim.
En tercer lugar si el actual gobierno de Peña Nieto permite que intereses extranjeros inviertan en nuestro país con el pretexto de la creación de empleos, sólo les estará abriéndoles la puerta a los extranjeros influyentes para que se inmiscuyan en las decisiones exclusivas del gobierno federal con el pretexto de estar cuidando sus intereses económicos como ya ha pasado en otros tiempos principalmente durante los primeros años del pasado siglo XX cuando gobernó nuestro país el general Porfirio Díaz. Aparte de que la inversión extranjera con la dichosa reforma acaparara los mejores negocios como la exploración, extracción, distribución, trasformación y por supuesto la venta de los productos dejando solo al gobierno la propiedad del petróleo consolándose nuestros gobernantes con solo vender naranjas y después comprar su jugo al precio que las compañías trasnacionales les imponga en detrimento del pueblo de México. La verdad que no tiene llenadero la clase política pues después de las diferentes reformas a nuestra Constitución mexicana, solo nos queda dos industrias: el petróleo PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad CFE que de ponerlas a trabajar como se debe, sobraría para cubrir los gastos corrientes del país y hasta podríamos no pagar tanto impuesto que a muchos de los que pagamos nos tienen al borde de la quiebra. Mucho ojo estimado ciudadano, que la TV no siga engañándote con verdades a medias, pues las verdades a medias siempre resultan mentiras completas.
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