Sobre todo los fines de semana, se puede constatar que el parque de la colonia San Sebastián, es utilizado como cantina ya que numerosos jóvenes y adultos utilizan las bancas del mismo como mesas para departir hasta con botellas de vino como se hace en cualquier cantina (ver foto en la portada de esta edición) sin que les importe quien los vea y las familias que viven en el entorno y sin que las autoridades se hagan presentes para evitar esta violación clara a la ley que prohibe a la letra, la ingestión de bebidas embriagantes en la vía pública. De acuerdo a la versión de los vecinos entrevistados por Horizontes esto sucede frecuentemente sobre todo los fines de semana hechos de los que dan parte a la policía que cuando se hace presente, (ya que no siempre les hacen caso), simplemente les conmina a los borrachos a que se retiren del lugar que en la mayoría de los casos nunca hacen caso, se van los policías y los borrachos continúan en el lugar ahora ya sin ser molestados, denuncian los vecinos a este reportero. Hace unas noches, había un grupo de jóvenes en una de las bancas de dicho parque que hasta un conocido grupo norteño que toca en la ciudad les amenizaba su velada que desde luego incluía botellas de licor, como ya se indicaba antes, como luce en cualquier cantina. Los policías a veces tan quisquillozos que son y su actuar tan prepotente y arbitrario denunciado frecuentemente cuando detienen a los jóvenes a veces sin mediar motivo alguno, no se entiende como en este caso que constituye una flagrancia más que evidente de las leyes, no actúan de la misma manera y detienen a quienes consumen bebidas embriagantes en plena vía pública. Para concluir esta queja vecinal, se pude constatar también el olvido total en que se tiene este parquecito, mismo que fue remodelado por la anterior administraciòn del señor Andrés Sánchez, pero que al parecer no cuenta con jardinero propio que le dé algún tipo de mantenimiento, al menos el mínimo. En la foto de la portada se puede apreciar como en una de las bancas del parque se consumieron bebidas alcohólicas, en el peor de los desprecios a la más mínima urbanidad e higiene, los borrachos dejan regado por doquier las botellas, vasos y embases de refrescos en un valemadrismo clásico de quienes no se respetan ni así mismos.
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