jueves, 31 de octubre de 2013

ANESTESIA  Emocional
Por el psicólogo Arturo Fregoso Flores
¡Acérquese! Aquí andamos otra vez en este espacio que es alimento para el ánimo del escritor.
Hoy con el favor de su atención les traigo algo sobre el tema "PESADILLAS".
La característica esencial de este trastorno es la aparición repetida de sueños terroríficos que despiertan al individuo, pasando éste a un estado de total vigilia. Los sueños terroríficos o la interrupción sistemática del descanso nocturno provocan un malestar clínicamente significativo o un deterioro social o laboral.
Las pesadillas toman la forma típica de un sueño largo y elaborado que provoca una intensa ansiedad o terror. El contenido de estos sueños suele centrarse en peligros físicos inminentes para el individuo (por ejemplo: persecuciones, ataques, heridas). En otros casos el peligro percibido puede ser más sutil, por ejemplo, fracasos personales o situaciones embarazosas. Las pesadillas que aparecen después de experiencias traumáticas pueden recrear esta situación original, si bien la mayoría de ellas no hacen referencia a acontecimientos reales. Al despertar, los individuos con este trastorno son capaces de describir la secuencia del sueño con detalle; a veces relatan haber tenido múltiples pesadillas en una misma noche, a menudo centradas en un tema recurrente. Las pesadillas pueden hacer acto de presencia en cualquier momento de la noche.
      Las pesadillas suelen terminar con el despertar del individuo, que se asocia a un rápido retorno al estado de plena alerta y a una sensación prolongada de miedo o ansiedad. Estos factores suelen ocasionar problemas cuando se intenta volver a conciliar el sueño. Las pesadillas provocan más malestar subjetivo que deterioro demostrable de la actividad social o laboral.
     Sin embargo, si los despertares nocturnos son frecuentes o el individuo evita dormir por miedo a las pesadillas, puede aparecer somnolencia excesiva, dificultades para la concentración, depresión, ansiedad o irritabilidad, lo que puede afectar las actividades diarias del individuo. El significado que se atribuye a las pesadillas puede variar en función del contexto cultural. Así, algunas culturas relacionan las pesadillas con fenómenos espirituales o sobrenaturales, mientras que otras las consideran indicadores de alteraciones mentales o físicas. Dado que las pesadillas son frecuentes en los niños, no debe considerarse el diagnóstico a no ser que se produzca un malestar clínicamente significativo o un deterioro de suficiente gravedad como para merecer atención clínica independiente.
      Las pesadillas son especialmente frecuentes en los niños sometidos a estrés psicosocial intenso. Aunque el contenido específico de la pesadilla puede reflejar la edad del individuo que la presenta, las características esenciales de este trastorno son exactamente las mismas para cualquier grupo de edad. Las mujeres acuden a la consulta por quejas de pesadillas en mayor medida que los varones. Todavía queda por aclarar hasta qué punto estas diferencias reflejan una verdadera diferencia en la incidencia del trastorno y no una tendencia distinta a acudir a la consulta.
      Entre un 10 y un 50 % de los niños de 3 a 5 años tiene pesadillas de suficiente intensidad como para inquietar a los padres. En la población adulta hasta el 50 % de los individuos refiere haber tenido pesadillas en alguna ocasión. Sin embargo, la prevalencia real de las pesadillas no se conoce. Las pesadillas suelen aparecer por primera vez entre los 3 y los 6 años de edad. Cuando su frecuencia es elevada (por ejemplo: varias a la semana), pueden constituir un motivo de preocupación y malestar tanto para el niño como para sus padres. La mayoría de los niños con problemas de pesadillas suelen superarlos con la edad.
En unos pocos casos estos sueños recurrentes persisten en la edad adulta, siendo virtualmente un problema de carácter crónico. Se ha descrito una tendencia a la mejoría al llegar a la tercera edad.
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, no permitas que la vida te pase sin que la vivas...
Agradezco el favor de tu atención y sigo recibiendo sus opiniones en mi correo electrónico  arturo_fregoso@hotmail.com.
Recuerden algo… Si la única herramienta que tienen es un martillo, piensen que cada problema que surge es un clavo. ¡Atrévanse a soñar!, confíen en ustedes y ¡hagan que las cosas sucedan!

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