jueves, 31 de octubre de 2013

Temas de Interés

Por Arturo Fernández Ramírez
El Día de Muertos
Como cada año y desde hace ya varios siglos, en nuestro país se continúa celebrando el Día de Muertos como una gran fiesta religiosa y cultural en la que se recuerda a quienes ya partieron de este mundo terrenal.
Y al afirmar que es una fiesta religiosa y cultural es porque no solo quienes son creyentes de la religión católica participan de esta festividad, sino que también toma parte activa la población en general.
     Es por tanto una celebración que rebasa las fronteras de toda religión, máxime cuando sabemos que es una tradición que data de la prehistoria, es decir, de antes de que los españoles nos conquistaran y nos impusieran el catolicismo.
     De ahí que tanto autoridades civiles como educativas también contribuyen no solo a la conservación de esta gran costumbre sino a su fortalecimiento y crecimiento para beneplácito de todos nosotros y de las generaciones futuras.
     Y es que está comprobado que las naciones que logran fortalecer su cultura conservando sus costumbres y tradiciones de una manera firme, no solo les ayuda a mantener una identidad y sentido de pertenencia, sino a rechazar toda invasión extranjera que ponga en riesgo a su nación como tal.
      Es por ello que es importante que cada uno de nosotros desde nuestras respectivas trincheras no solo pongamos nuestro granito de arena para mantener viva esta tradición sino que también podamos impulsar su crecimiento empezando por nuestros hogares, por nuestros hijos, por quienes nos rodean y así se haga extensiva a todos.
      Aparte de los rituales formales y de total respeto que revisten el Día de Muertos, también forman parte de esta fiesta el humor y la sátira como por ejemplo las "calaveritas", esto es, las famosas estrofas dichas satíricamente con dedicatoria principalmente a personajes famosos, populares o de la función pública.
       Y aunque muchas veces por ser anónimas las "calaveras" se prestan a que se digan verdades o puntos de vista individuales que en otras condiciones no se dicen de frente, muchas se raya en la ofensa y la diatriba, pero aun así todos esperamos con ansia estos versos que por supuesto llevan también un gran ingenio de los mexicanos.
       Los altares de muertos también desde luego son una parte esencial en esta fiesta y que está llena de formalidad porque estos altares deben ser hechos siguiendo ciertos lineamientos que de generación en generación se han venido transmitiendo.
       En fin, son muchos, por así decirlo, los componentes y rituales que integran el Día de Muertos que por eso mismo bien vale la pena conservar y acrecentar esta gran tradición que por ser de origen prehispánico, a diferencia de muchas otras, es muy mexicana y que por lo tanto, nos debe ayudar a fortalecer nuestro sentimiento nacionalista y de identidad local. Celebremos y fortalezcamos entonces la fiesta del Día de Muertos y desterremos las que no tengan raíces de nuestra nación. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com


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