viernes, 22 de noviembre de 2013

PERO, LA VIDA NO SIGUE IGUAL
POR SALVADOR CARREON RODRIGUEZ
"JERRY"
¡Qué tal amables lectores¡ les saludo con el enorme justo y entusiasmo de siempre, hace ocho días hablaba de la enorme satisfacción y gran responsabilidad de ser madre, dábamos una probadita, una pellizcadita a este gran tema de la maternidad, hoy hablaremos por lo tanto de la paternidad.
Existen muchas falsas interpretaciones de este hermosísimo concepto de ser padre, así como también existen algunas falacias y mitos que por ser tan comunes se han ido tomando como ciertas. Como por ejemplo, "no nada más el que engendra es padre" qué bueno sería que todo aquel que engendre, se comporte como padre, con este simple hecho la familia ganaría mucho, que digo mucho, muchísimo pues cada hijo tendría para sí un padre.
Entonces qué es lo que pasa, que le está sucediendo a nuestras familias, es obvio que se requiera de una mujer que haga las veces de madre, para ser padre, pero centrémonos en el hecho en sí de ser padre. El ser padre no nada más obedece al impulso sexual, a este impulso que a partir de la adolescencia se va haciendo cada vez más evidente y es uno de tantos factores que van marcando la reafirmación del género. Este impulso sexual va acompañado con una alta dosis de placer, para que de una forma natural garantizar la conservación de la especie. Este impulso sexual es uno de los factores por lo que llegamos a ser padres, pero también va acompañado de una alta dosis de madures, responsabilidad y disciplina.
Un padre digno de ser nombrado como tal y más que ser nombrado, de ser honrado como tal, es aquel que una vez alcanzada la madures física y anatómica, sabe responder a sus actos, sobre todo los sexuales con honorabilidad y honradez.
Por que se dice esto, porque una vez que se sabe que se va ser padre, aunque la vida sigue, no es igual, y nos es igual porque ser padre significa, desde que están en vientre de la madre darle la seguridad de que cuenta con él, de que hará lo que le corresponde como padre, es decir rodearla de la seguridad que la madre requiere, que al saber la madre que cuenta con el apoyo total del padre, esto le da la paz y confianza que la madre le requiere y le transfiere al hijo, y su desarrollo será de una forma normal y satisfactoria. Una vez nacido el hijo requiere de la presencia y actitud del padre para su completo desarrollo y crecimiento, aunque no tanto físico sino, emocional y mental. Porque es responsabilidad del padre, que la educación y formación del hijo sea lo más completa y total hasta que llegue a ser un digno hijo o hija y un mejor ciudadano o ciudadana.
Y vemos con tristeza que cada vez se cumple menos esta gran responsabilidad de ser padre y no me refiero al padre biológico, es decir, no solamente al padre que engendra, si no al verdadero padre, hoy en la actualidad tenemos un inmenso vacío en la capacidad de nosotros los padres, de ser verdaderos formadores y educadores de nuestros hijos. Razones puede haber muchas y muy variadas, desde las económicas, culturales sociales y hasta religiosas.
Pero una de las razones que siempre aparece en cualquiera de estos factores es, la ignorancia o el desconocimiento de "QUE ES SER PADRE" si, aunque aparentemente es lo más simple y sencillo esta es una de las falacias más distribuidas y aceptadas por casi todos los varones, que el ser padre es lo más fácil, tal vez el poner el medio para que esto suceda sea lo más fácil, pero de todo lo demás, ser padre es de lo más difícil, extenuante, abnegado y sacrificante de las acciones del ser humano, porque aparte de que habrá que cubrir lo material, falta todo lo relacionado con la educación y formación y esto conlleva no solamente transmitirle los genes y tendencias hereditarias sino que aun a estas tendencias hereditarias las que sean negativas transformarlas en positivas, mediante la parte educativa que el padre pone con el ejemplo y dirección, ya que el padre se convierte en guía y líder de su familia. Pues otra de las falacias que se consideran más arraigadas en nuestra sociedad es que la responsabilidad de la educación y formación de los hijos es de la madre, y así vemos que son las madres las que van y están en las reuniones y juntas de la escuela, son las que los inscriben, llevan y están al pendiente de tareas y trabajos escolares, son las madres las que llevan a los hijos al catecismo a recibir la instrucción religiosa y doctrinal necesaria, gran falacia en la que se vive y vive nuestra sociedad y familias, ya que es función del padre el que se haga y tenga la educación y formación necesaria.
Existe además una verdad vedada, es decir hay una vedad que nadie la quiere ver aunque sea cierta, esta es "EL HOMBRE, BUENO EL VARON, POR LO GENERAL NO ACEPTA SER PADRE". Y lo que oímos como broma, como chiste, cuando se pregunta cuántos hijos tiene, solemos decir que la madre es la que los tiene, que los hijos son de ella y no del él. No se acepta ser padre porque se deja de ser líder y guía, y esta actividad la relegan a los maestros y religiosos o lo que es peor a ídolos, ya sean locales o foráneos, ya que olvidamos que el niño aprende principalmente observando, aprende viendo lo que hacemos y decimos, pero más, lo que hacemos, así que, para que nuestros hijos sean buenos hijos, nosotros los pares debemos primero aceptar que lo somos y prepararnos veinte años antes de ser padres.  Saludos estimados lectores y hasta la próxima.      
               

                 

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