Por Arturo Fernández Ramírez
Este 21 de marzo tendrá lugar un aniversario más del natalicio de Benito Pablo Juárez García, mejor conocido como Benito Juárez, quien fue oriundo de Guelatao, Oaxaca, donde vio la luz del día en 1806.
Como todo hombre que logra trascender, tiene sus adeptos, pero también sus detractores. Así como existen personas que hablan de su trayectoria como un ejemplo de patriotismo y nacionalismo, así también hay quienes lo critican severamente por las decisiones que en su momento tomó o tuvo que tomar y que se considera pudieron haber afectado a México.
Pero más allá de los comentarios a favor y en contra de Benito Juárez, lo que no se puede negar y que se le debe reconocer es que siendo de origen indígena zapoteca y huérfano de padre y madre desde corta edad, logró sobresalir y escalar en la arena política para colocarse en el plano nacional hasta haber alcanzado la que se considera máxima magistratura política de México: la Presidencia de la República.
Además, le tocó vivir grandes épocas de nuestro país, desde su emancipación, hasta la consolidación de la República.
Grandes convulsiones sociales como la guerra de independencia; las del México independiente en la pretensión de consolidar un estado de derecho; la invasión de Estados Unidos y el robo de gran parte de nuestro territorio nacional; la lucha de liberales y conservadores por imponer sus respectivos modelos políticos; la desamortización de los bienes de la Iglesia Católica; la promulgación de la Constitución de 1857 de corte eminentemente liberal y anticlerical; la intervención francesa con la consiguiente imposición de un Imperio; entre otras, fueron las que se desarrollaron durante la vida de Benito Juárez.
De hecho, aunque oficialmente se considera que fue Presidente de la República de 1857 hasta que ocurrió su muerte en 1872, la realidad de las cosas es que fue una presidencia bastante sui generis, única podríamos decir, ya que no fue estable ni fija, fue itinerante, cambiando de sede a diferentes lugares de la República e incluso hasta en el extranjero llegó a instalar su gobierno.
Por eso, la mayor parte de su vida fue un perseguido político, aun cuando ya era presidente de la república. No fue sino hasta el derrocamiento del emperador Maximiliano de Habsburgo cuando el gobierno de Juárez dejó de ser perseguido y logró instalarse en forma estable en la ciudad de México. En fin, Juárez gobernó en medio de los vaivenes políticos de México, en épocas de gran trascendencia, que marcaron el destino de nuestro país. Mucho se puede hablar del autor de la frase "En los individuos como en las naciones el respeto al derecho ajeno es la Paz". Mucho a favor y seguramente en contra, pero, insisto, lo que nadie podrá negar es que Juárez viniendo de un status social bajo, escaló hasta las grandes esferas, dejando una gran huella en México y otros países del mundo, donde también es reconocida su trayectoria. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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