sábado, 1 de noviembre de 2014

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Por Arturo Fernández Ramírez
SI  AL  DIA  DE  MUERTOS,  NO  AL  HALLOWEEN
Sin lugar a dudas una de las costumbres de mayor arraigo pero sobre todo con más antigüedad que celebramos los mexicanos es el Día de Muertos.
Como sabemos, esta festividad se viene celebrando desde antes de la conquista española, por lo que se considera una de las de mayor identidad nacional porque proviene precisamente de nuestras propias culturas.
El Día de Muertos fue de las pocas tradiciones que no fueron desterradas por los españoles, por el contrario, fue una celebración que analizaron y estudiaron, particularmente la Iglesia Católica, quien al no encontrar nada pagano en la misma, no solo autorizó que se continuara sino que también la hizo suya agregándole algunos rituales, impregnándola así de una esencia religiosa.
Por esa razón, el Día de Muertos es uno de los ritos que con el paso de los siglos se ha convertido en una fiesta que celebran tanto los católicos como los acatólicos, es decir, es una celebración que impulsa tanto la Iglesia Católica como la sociedad y las autoridades civiles. Es una costumbre que  forma parte de nuestra identidad.
Es por ello que en aras de conservar, acrecentar y preservar nuestras costumbres y tradiciones, debemos ser partícipes del Día de Muertos, sobre todo transmitirla a nuestros hijos, a nuestra niñez, adolescentes y jóvenes para que dure muchos siglos más.
Y es que el Día de Muertos está compuesto de grandes y significativos rituales, desde la visita respetuosa a los cementerios, participar en Misa, hasta la elaboración de los altares de muertos, el pan y las famosas "calaveritas" que en forma de sátira se les dedican a ciertos personajes, en especial a políticos y funcionarios.
Nos da mucho gusto ver cómo nuestras autoridades, nuestras escuelas y la sociedad civil participan de manera activa en el impulso de esta celebración, convocando a concursos de altares de muertos, inculcando en las aulas estos rituales y educando a las futuras generaciones para que en su momento sean ellas quienes mantengan firme el Día de Muertos.
Entonces, digamos sí al Día de Muertos por ser una tradición muy nuestra que ha sobrevivido con el paso de los siglos y digamos No al llamado Halloween por ser una costumbre extranjera que nada tiene que ver con nosotros. Que vivan nuestras costumbres y que se destierren las que provienen de otras comunidades que ninguna identidad tienen con nuestro país. Celebremos entonces únicamente el Día de Muertos. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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