Por Arturo Fernandez Ramìrez
Una vez más queda confirmado que aunque México es un país con altos niveles de marginación y que se supone vivimos en una democracia para el desarrollo y crecimiento del pueblo, el hecho de que se destinen miles de millones de pesos a sostener este sistema político, es una ofensa a esos millones de mexicanos que viven en la pobreza extrema.
Teóricamente un sistema democrático es aquel que considera "a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo", así se desprende categóricamente del artículo 3 de la Constitución.
Es decir, vivir en un país democrático no significa solamente que los gobernantes sean electos por el pueblo, sino que debe sustentarse en un constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
Aterrizando estos conceptos a México ¿podemos hablar de un constante mejoramiento cuando cada día hay más mexicanos que viven en la pobreza extrema? Claro que no.
Por eso resulta del todo incongruente e insultante que nuestra llamada democracia sea una de las más caras del mundo pero que contrario a ello, sigamos siendo un país con más tendencia a ser de tercer mundo en lugar de caminar hacia uno desarrollado.
En este año electoral los partidos políticos recibirán $5,356'771, 247 sí leyó usted bien, cinco mil trescientos cincuenta y seis millones setecientos setenta y un mil doscientos cuarenta y siete pesos.
Y a estos miles de millones de pesos habría que agregar otros millones más que se destinan para sostener toda la estructura electoral, desde el ahora llamado INE hasta cada uno de los Institutos que operan en cada uno de los estados de la República.
De nada sirvió la reforma política con la cual el IFE pasó a ser INE si de cualquier forma los Institutos y Consejos Electorales de cada estado siguen intactos en cuanto a su nómica e infraestructura.
Si el INE como Instituto Nacional es quien tiene la responsabilidad de organizar ahora los comicios federales y estatales ¿por qué no desaparecieron a los 32 institutos electorales de igual número de entidades federativas incluyendo al Distrito Federal?
Se supone que ya no tienen razón de ser, el INE es quien debe estar a cargo de todos los procesos electorales de México, sino entonces ¿pará que cambió de Federal a Nacional? Mejor se hubieran quedado las cosas como estaban.
Y obviamente mientras que se destinan miles de millones para presumir que vivimos en una democracia, se recortan los presupuestos a otros rubros que realmente combatirían la pobreza en nuestro país, tales como salud, educación, promoción económica, entre otros.
También quienes se ven afectados son los municipios, quienes son el ente de gobierno de contacto directo con la población, ya que al ser el último eslabón, suelen llegar migajas del presupuesto.
Por ejemplo, Sayula tiene un presupuesto aproximado de 90 millones al año, lo que quiere decir que el dinero que se destina en un año a sostener nuestra democracia, ajustaría para nuestro municipio por mucho más de 100 años.
O lo que es lo mismo, lo que Sayula con cerca de 35 mil habitantes, ejercería en más de 100 años de presupuesto, a los partidos políticos se los dan en un solo año y con los resultados que ya todos conocemos.
La pregunta entonces que surge ineludible es ¿vale la pena una democracia tan costosa y tan cara como la que vivimos y más cuando cada día crece más el número de mexicanos que pasan a formar parte de la pobreza extrema? Usted tiene la palabra estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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