martes, 16 de febrero de 2016

         EL DISTRITO FEDERAL YA ES UN ESTADO 

Por Arturo Fernández Ramírez
El pasado 29 de enero se promulgó el decreto de la Reforma Política de la Ciudad de México, en el que se reconoció y constituyó el Estado 32 de la República Mexicana, pero al mismo tiempo se mantuvo como sede de los Poderes de la Unión y capital de nuestro país, es decir, el Distrito Federal se convirtió en un Estado pero sin dejar de ser la capital.
La intención fue fortalecer los derechos políticos de los ciudadanos, ya que desde hace muchos años los habitantes del Distrito Federal venían luchando para que se les reconocieran los mismos derechos políticos que el resto de los ciudadanos de la República Mexicana tenían.
Y es que al vivir en la capital del país, aunque si bien han gozado de muchas ventajas, en materia política sus derechos se veían restringidos porque no podían ejercer su derecho al voto de manera plena.
En efecto, mientras en el resto del país hemos tenido la oportunidad de elegir mediante el voto a nuestros gobernantes, desde presidente municipal, diputados y gobernador, en el caso del Distrito Federal no era así, ya que al no ser reconocido como un Estado, propiamente no existían municipios y por ende, no podían elegirse a los gobernantes más cercanos a la ciudadanía: los ediles.
La primera gran Reforma Política que se dio en el Distrito Federal fue en 1997 cuando por primera vez los ciudadanos de la capital pudieron elegir a su Jefe de Gobierno, que es el equivalente a un Gobernador, ya que anteriormente la ciudad de México era considerada como un Departamento y su titular era impuesto por el Presidente de la República.
Por lo que antes de 1997 los habitantes del Distrito Federal votaban únicamente en las elecciones presidenciales, cada seis años. Y después de ese año, pudieron votar por Jefe de Gobierno y asambleístas, que son el equivalente a diputados.
Es por ello que la reciente Reforma Política, no es otra cosa más que la culminación de la que inició en 1997, es decir, a casi dos décadas, los ciudadanos del Distrito Federal podrán ahora sí ejercer su derecho al voto en todos los cargos de elección popular como lo hacen el resto de los habitantes de la República Mexicana: elegir a sus presidentes municipales, diputados y gobernador.
     Indudablemente esta Reforma es positiva porque se reconocen más derechos a los ciudadanos, ahora falta que en realidad los ejerzan, porque esa es la clave: que el ciudadano aproveche los derechos que le son reconocidos, particularmente cuando de elegir a los gobernantes se refiere, puesto que es la única forma de lograr una verdadera transformación de nuestro país: no equivocarnos al momento de votar para no quejarnos después de quienes nos gobiernan. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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