sábado, 3 de septiembre de 2016

La Mano del Metate

Hugo Rodrìguez Vàzquez

      La cura de las enfermedades se encuentra FUERA de los hospitales
¿Se ha fijado usted amigo lector, en los pacientes que ocurren a los hospitales o a las clínicas del IMSS o ISSSTE en general…?, si es observador, son en su mayoría personas con marcado sobrepeso, con evidente obesidad en muchos de los casos y por igual tanto adultos como niños.
   A las personas adultas se les nota la diabetes desde un kilómetro de distancia, ésta última, una enfermedad que se ha convertido por cierto en un verdadero problema de salud pública a nivel nacional.
   Y es que desde temprana edad, hablando de los niños obesos, no nos damos cuenta del gran problema de salud que la mayoría de ellos tendrán en unos cuantos años más. Los niños "gorditos" hasta se nos hacen simpáticos, lo son si, hasta se convierte el término en un "chiqueo" el trato que se les da, para muchas personas un niño o niña gordita es sinónimo de buena salud lo cual desde luego es un ERROR, porque estar gordito significa que tienen un trastorno en su alimentación muy probablemente por la ingesta de comidas chatarra y particularmente refrescos.
    Un niño o una niña "gordita", serán en un cortísimo plazo, un adulto OBESO si su alimentación sigue siendo tan deficiente.
  Ahí está el detalle, parafraseando al mimo Cantinflas, y aludiendo al título de este comentario, "La salud se encuentra FUERA de los hospitales", es decir en nuestras propias casas, cuidando nuestra alimentación, preferentemente eludiendo las bebidas azucaradas como la coca cola y las ahora numerosas bebidas de todos los sabores que son elaboradas con una base de azúcar que supera el nivel de azúcar que debe ingerir una persona.
Y resulta por demás inconcebible que las madres de familia, mejor les den a sus hijos una Coca Cola que un vaso de leche, siendo que la leche es hasta más barata, incluso de las marcas registradas ya no digamos de Liconsa que su precio se encuentra hasta por mitad de lo que cuesta un refresco.
   Para qué esperar a que su hijo o hija se convierta en un adulto obeso, lo será, no tenga duda, en un futuro cercano si continúa consumiendo bebidas chatarra.
  Y la incongruencia del gobierno que siga permitiendo la NO regulación de la venta de toda clase de bebidas sin al menos las advertencias necesarias que digan : ESTE PRODUCTO PRODUCE SOBRE PESO Y DIABETES, y eso por citar una sola de las enfermedades.
  Pero el gobierno teme enfrentar a las poderosas empresas refresqueras y con el chantaje de que producen empleos, las dejan hacer lo que les viene en gana, incluyendo el que cada que se les antoja suben el precio de los refrescos que de forma subrepticia amanecen con nuevos costos al público sin previo aviso, como ocurrió recientemente.
   Y lo peor que no sólo el gobierno no diga nada, sino que también nada dice el público, que se desgarra las vestiduras cuando sube el precio de la leche o los frijoles, pero cuando sube la comida chatarra ni protesta siquiera.

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