martes, 21 de agosto de 2018

         ELBA ESTHER GORDILLO EN LIBERTAD

Por Arturo Fernandez Ramirez

Justamente el día que Andrés Manuel López Obrador recibió su constancia de Presidente Electo, los medios masivos dieron cuenta de la resolución jurisdiccional que otorgaba la libertad a Elba Esther Gordillo, quien fuera acusada de varios delitos como lavado de dinero por no poder justificar su patrimonio, ya que entre otras propiedades, le encontraron un departamento de 25 millones de dólares.
Ciertamente el móvil de la detención de Elba Esther Gordillo fue meramente político, ya que se trató de una venganza de Enrique Peña Nieto, pero no por ello los delitos imputados fueron inventados.
Es por eso que ahora que también por móviles políticos es puesta en libertad, lo único que se confirma es que nuestro sistema político sigue igual que siempre y que el Poder Judicial sigue supeditado a los caprichos y venganzas políticas de los políticos que detentan el poder, sin que para nada piensen en el pueblo ni en fortalecer un verdadero estado democrático.
Y es que mientras un día dan cuenta de una noticia espectacular con la detención de un personaje del poder, queriendo hacer creer al pueblo (pan y circo) que sí hay justicia, después con el mayor cinismo lo ponen en libertad cuando ya hubo "arreglos" entre las diversas fuerzas políticas del país.
Aquí lo que llama todavía más la atención es que la noticia de la libertad de Esther Gordillo se haya dado precisamente el mismo día que López Obrador recibió su constancia de Presidente Electo, porque es claro que no se trató de una casualidad, sino que fue algo planeado.
Por un lado, se dice que con esto se confirma que efectivamente López Obrador pactó políticamente con Esther Gordillo para que lo apoyara en las pasadas elecciones. Y por otro lado, se interpreta que es un mensaje para el Presidente Electo en el sentido de que la impunidad seguirá imperando en nuestro país.
En fin, pueden darse diversas lecturas a esta libertad de Gordillo, pero lo que sí es cierto es que el Poder Judicial queda en entredicho en cuando a la legalidad e imparcialidad que debe observar en sus resoluciones al momento de impartir justicia.
Y como consecuencia de ello, la justicia en nuestro país sigue siendo una quimera, ya que no es posible que mientras a los ciudadanos de a pié se les aplique un estado de derecho castigándolos cuando incurran en ilícitos, resulta que a los poderosos únicamente se les castigará cuando se salgan del redil que les imponen los políticos en turno pero una vez que se disciplinen, sin el menor tapujo les quitan todo tipo de sanción, tal y como ahora está ocurriendo con quien durante décadas utilizó para su beneficio el mayor sindicato de américa latina: el SNTE. El pueblo tiene la esperanza que con López Obrador las cosas en realidad cambien. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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