martes, 29 de enero de 2019

       Política, Generación y Realidad. 
Por Rodrigo Sànchez Sosa

"Estudia una carrera, consigue un buen empleo, forma una familia, obtén una hipoteca a tiempo fijo, compra una casa bonita, un coche de cinco puertas y una buena televisión… " Irvine Welsh, Trainspotting.  .
 ¿A qué generación pertenece la mayoría de los integrantes del actual Ayuntamiento de Sayula, principalmente el titular de este? A la generación denominada en occidente Millenials ¿Quiénes son los millennials exactamente? También conocidos como generación Y, son los nacidos entre los años 1981 y 1995. "Una generación que cabalga entre otras dos: una analógica, la generación X (nacidos a partir de 1966, sus padres); y la Generación Z (nacidos a partir del año 1995, sus hermanos menores), que son nativos digitales porque a partir de esa fecha el código de Internet se abre y empieza a llegar a todos los hogares en occidente. Los millennials se encuentran entre estas dos generaciones. Se educaron analógicamente, pero empezaron a crecer digitalmente y por eso todas las expectativas se han puesto en ellos", explica el economista Iñaki Ortega. Los millennials, en teoría, son la generación más preparada de la historia. Les dijeron que se iban a comer el mundo, pero se lo encontraron en período de recesión. 
 El valor que enseña el trabajo duro y el estatus social marcó a la generación baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964, sus abuelos), pero las prioridades de los millennials son otras. ¿Qué quieren? ¿Acaso lo saben? Se preguntan sus padres y abuelos. La respuesta es fácil: conciliar su vida laboral con su tiempo libre. "No viven para trabajar, trabajan para vivir". Priorizan tres cosas a la hora de elegir dónde y cómo trabajar: dinero, estabilidad y tiempo libre. Quieren que se les recompensen por su esfuerzo, sentirse seguros en su trabajo y tener tiempo libre. 
Los millennials quieren ser felices, al menos, disfrutando de los pequeños placeres. Porque ellos también quieren independizarse, conseguir un buen trabajo y formar una familia... Quieren todo lo que les prometieron, pero se encontraron con otra realidad …Conscientes de que trabajarán más que sus padres y que quizás no lleguen nunca a tener un plan de jubilación, en lugar de quejarse (como suele decirse) prefieren disfrutar del momento.
"Creo que nos medimos en la búsqueda de la felicidad. No tenemos esa conciencia de hormiguita de guardar para mañana. Si puedo irme de viaje en vacaciones, lo hago. No me planteo ahorrar para contratar una hipoteca dentro de cuatro años" Juan Rodríguez, de 31 años.
"No hace mucho tiempo, el sexo era tabú. Para nuestras abuelas la menstruación, más que un paso hacia la edad adulta, era una señal de peligro. La virginidad era sagrada y su cuerpo, un santuario que debían proteger. ¿De qué? Tampoco lo tenían muy claro. Pero nuestros abuelos no se acercaban a sus novias hasta el matrimonio. Los métodos anticonceptivos eran mucho más rudimentarios y los preservativos los conseguían de contrabando. Por no hablar de que hasta 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideraba la homosexualidad una enfermedad mental. Mucho han cambiado las cosas. Los 'millennials´ tenemos menos prejuicios a la hora de hablar del cuerpo. No solo estamos más informados. La moral católica que tenían las generaciones anteriores se va perdiendo. Ahora lo que se busca es disfrutar de tu cuerpo y hablar abiertamente de tu sexualidad" Marta, 28 años, médica.
 Desacralizan la cultura. Los millennials no necesitan prescriptores que les digan qué leer, ver o escuchar. Internet les ha dado acceso a toda la información -tanta, que conseguir su atención es un reto, imposible despegarlos de celular-, y gracias a esta libertad han forjado gustos tan heterogéneos que resultan incompresibles a ojos de los más puristas. "Hemos tenido la oportunidad de beber de muchas fuentes diferentes y por eso nos da un poco igual juntar la telebasura con el buen cine. Podemos disfrutar del big brother e Invictus y ver una película de Bergman. Ahí está la cuestión: en la alta y baja cultura. Creo que somos la primera generación que no hacemos esa diferencia", explica Pablo, de 29 años. Esto explica en parte las erratas tan criticadas en el apartado de cultura del joven Ayuntamiento de Sayula; sin embargo:
Solo hay que entrar en YouTube, el medio favorito de las generaciones Y y Z, para confirmar la teoría. Ter, youtuber de 26 años, imparte lecciones de arte comparando el trabajo de Le Corbusier con el trasero de Kim Kardashian. Y Jaime Altozano, de 24, ha hecho más por la democratización de la música clásica con su canal que cualquier institución. ¿Cómo? Explicándosela a los jóvenes en un idioma que entienden: con referencias a El Señor de los Anillos o Pokemon. 
"Tenemos conciencia medioambiental y no nos morimos por tener coche". Antes, nadie se preocupaba por el calentamiento global, nos limitábamos a creer que el tiempo estaba loco. Cuando Al Gore presentó su documental Una verdad incómoda en el festival de Sundace de 2006, muchos creyeron que el exvicepresidente estadounidense estaba exagerando. Sin embargo, el proyecto le dio el Oscar, el Nobel de La Paz y el título de profeta verde. Porque tenía razón. El cambio climático no sólo es un hecho, también una de las principales preocupaciones millennial. 
"Son muy conscientes de las tres erres de la ecología: reducir, reutilizar y reciclar. Son más austeros, compran menos ropa, no tienen coche, son más consciente de los alimentos que consumen…", enumera el sociólogo Juanjo Torres. Pero hay matices… pero no somos estrictos. Creo que a veces lo hacemos cuando nos conviene. Apunta Irene, de 29 años. De ahí el reglamento sobre bolsas de plástico y utensilios de unicel en el municipio. 
Son sensibles la segregación social de grupos tradicionalmente marginados. No toleran actitudes sexistas, homófobas o racistas. ¿Pecan de corrección política o son una generación superior? Lo explica el cómico David Suárez, de 26 años, autor del libro Agonía infinita. "Esa hipersensibilidad tiene que ver con una mayor concienciación social, pero también creo que tiene que ver con una búsqueda fallida de la felicidad. El hecho de no haber vivido una guerra ni una dictadura (en Europa) nos ha puesto en una posición de privilegio respecto a nuestros padres y abuelos. Y la paradoja de esto es que precisamente busquemos problemas de debajo de las piedras. Como no hay verdaderos enemigos, hay que buscarlos… Por supuesto que esto tiene un lado positivo, y es que gracias a esta sensibilización cada vez más gente toma conciencia de la importancia del feminismo o de otros movimientos".
Lo anterior tiene sus matices, dependiendo en qué parte de México vive esta generación y a qué clase social pertenece; para el caso, tomamos una clase media baja en comunidades donde la violencia generalizada, "guerra contra el narco", de los últimos tiempos en el país ha impactado menos; con lo que sólo queda la corrupción como una violencia enfrentada cotidianamente. Por lo que, se suma a esta sensibilidad la intolerancia a la corrupción y la violencia del crimen organizado, de esta generación en lo local. 
Las sociedades avanzan y los millennials son el reflejo de la evolución. Han tomado conciencia de temas sensibles como el machismo, el racismo, la homofobia, la apropiación cultural y, como dijimos, la corrupción; por lo que han decidido abanderar las causas. En caso reciente, la adhesión de los varios de los miembros del equipo del Ayuntamiento de Sayula, anteriormente, en protestas contra el gasolinazo de 2017, los cañones antigranizo, la deforestación y el desabasto de medicamentos en el hospital regional de Sayula; al mismo tiempo que el activismo en pro de un centro de salud animal y un evento masivo para concientizar de la prevención del VIH en el municipio; lo explica.
 "Los millennials no creen en la democracia". Este es solo uno de los muchos prejuicios en su contra. La realidad es que ellos no han dinamitado el sistema, simplemente han dejado de creer en él. Según el informe Millennial Dialogue Spain, elaborado por la Foundation for European Progressive Studies (FEPS), el 78 % considera que los políticos ignoran sus opiniones y el 47 % está poco o nada interesado en política tradicional. ¿Las razones? "El alto nivel de corrupción, las promesas rotas y un sentimiento de decepción en los políticos", detalla el informe.
  "Ha cambiado la forma de relacionarnos con la política. Antes la gente se implicaba directamente en la política activa: a través de sindicatos, votaciones o militancia. Ahora llevamos la política a nuestra identidad. No nos identificamos con un partido, porque no encontramos ninguno que nos represente, sino con una causa, como el feminismo o la lucha del colectivo LGTB", opina Sergio, de 29 años, periodista. Los millennials no solo se indignan en redes sociales a través de ingeniosas campañas. Utilizan los hashtags para movilizarse y no dudan en salir a calle para participar en manifestaciones o huelgas. "Son consciente de que están en un mundo conflictivo y que van a tener que luchar para conseguir sus derechos y para lograrlo están dispuestos a participar en movimientos ciudadanos, o a participar en protestas, pero no a afiliarse a partidos políticos pues están desencantados con la política convencional", matiza el sociólogo Juanjo Torres.
Esto explica la candidatura Independiente que llevó a esta generación al poder en Sayula; y lo siguiente, la utilización de las redes sociales en su campaña y estilo de gobierno que muchos critican en medios locales (me incluyo).
"Me encantaría conocer una sola idea millennial que no fuera un filtro de Instagram o una aplicación para el teléfono móvil. Una sola idea que trascienda y que se origine en su nombre". El reto lo propuso el columnista Antonio Navalón el año pasado cuando publicó en EL PAÍS esa polémica columna sobre la generación Y, donde los coronaba como dueños de la nada. El periodista no tardó en desatar una ola de indignación y obtener su respuesta. Britanny Wenger (EE UU, 1994) creó Cloud4Cancer, un software de inteligencia artificial capaz de detectar el cáncer precoz con un 99,1 % de certeza. Miguel Luengo (España, 1981) diseñó MalariaSpot, un vídeo para acelerar el diagnóstico de malaria. 
No solo las redes sociales de las que se queja el periodista están diseñadas por millennials con grandes fortunas (el patrimonio de Mark Zuckerberg, creador de Facebook, asciende a 50 mil de millones dólares), también han conseguido   inventar de la nada nuevas profesiones ( community manager, influencer, youtuber, digital strategist...) y un nuevo lenguaje a través de gifs o memes. Los millennials llegaron a un mercado laboral precario y muy competitivo. Pero, como se suele decir, en tiempos de crisis aflora la creatividad y la cooperación.
 "Los millennials están acostumbrados a solucionar problemas por su cuenta, porque el mercado, el gobierno y las circunstancias no se lo han permitido. Frente a la idea de que derrochan el dinero, un estudio de Goldman Sachs en 2015 adelantaba que a los millennials les gusta invertir en causas que reflejen sus valores sociales, políticos y económicos; proyectos científicos, ecológicos y culturales.
 Esta es una radiografía aproximada de la generación que nos gobierna en Sayula, a partir de un articulo del diario español el País, y una adaptación mía a lo local, que tiene sus defectos y se puede corregir en un análisis más afondo, que  retome matices culturales, cronológicos, sociales, económicos y políticos de en nuestro contexto inmediato como país y región; pero básicamente nos permite comprender a vuelo de pájaro, el fenómeno político que vivimos; porque, desde mi perspectiva, hay una errónea perspectiva al respecto en la crítica local.

(Noelia Fariña, "Diez Lecciones de Vida que Quizás Deberíamos Aprender de los Millennials"; El País. España, 14 de Nov. 2018. Adaptación) .  https://semanariohorizontes.com





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