martes, 17 de septiembre de 2019

      Política y moda o la normalización de la esquizofrenia. 
Por Rodrigo Sánchez Sosa
Con nuestros políticos jóvenes, demasiado jóvenes, siempre hay un problema, están en la edad de dejarse seducir por la moda. No hay problema si uno no tiene la responsabilidad de toda una sociedad, pues lo que arriesga es su propia circunstancia con el tiempo de vida para resarcir cualquier daño por equivocación; pero, una sociedad no le puede apostar a eso, los tiempos de la sociedad son otros, son más, digámoslo así, limitados para la recuperación, los errores en materia de política pueden afectar a generaciones. La moda no cambia nada.
Hay modas en todo hoy, porque la moda es mutable, se ajusta perfecto al consumismo de una sociedad neoliberal, lo que hoy vale mañana ya no, la moda es efímera esa es su esencia. En política hay modas, increíble pero así es, claro que para un político con experiencia y madurez esas modas no son más que herramientas de paso, no son verdad ni dogma, son desechables. Pero para un político joven pueden parecerle verdades eternas. Cuando tienes 20 años casi todo lo que dure más de 6 meses parece eterno ( y si dura tres años, no pues te vuelves loco, la impereternidad).
Poner el acento en modas políticas te lleva a políticas desechables queda claro. Eso veo yo, mucha imagen y poco fondo, como cuando te compras unos tenis nike y crees que eso te hará saltar como jugador de la NBA o cuando te compras la ropa de moda y crees que te ves como la modelo que te la vendió en un comercial ¿no?
Eso es peligroso en política, no puedes esperar que una acción carente de fondo y finalidad repercuta en un bienestar colectivo que perdure en el tiempo. Pero, lamentablemente nuestros políticos jóvenes no lo saben, creen que el activismo de género, el activismo ecológico, el activismo social de hobbie de fin de semana, basta para cambiar el mundo. Creen que los actuales activismos (todos los anteriores) surgieron de teorías coherentes que parieron ideologías, que un perfil nice en Facebook, una foto en Instagram, un tiwt oportuno, resuelve todo. Y no.
Para ser didáctico recurriré a mi maestro Zizek, quien compara a Hitler y Gandhi en este texto y nos da ejemplo de cómo no todo es obvio en política y que la lucha es por la apropiación del discurso simbólico no de la moral desechable. El triunfo no está en someter al otro sino en imponerle me discurso simbólico, ha dicho. De eso, las políticas que experimentamos en una primera instancia están muy lejos. La política no es como el amor para el que no hay edades, diría yo. 
Sobre Gandhi y Hitler:
Uno debe oponerse a la fascinación con Hitler, según la cual "Hitler era, por supuesto, un mal tipo, responsable de la muerte de millones - pero definitivamente tenía coraje, persiguió con voluntad de hierro lo que quería". Este punto no sólo es éticamente repulsivo, sino simplemente equivocado: no, Hitler no tenía 'el coraje' para cambiar realmente las cosas; él no actuó realmente, todas sus acciones fueron fundamentalmente reacciones, es decir, actuó para que nada cambiara realmente.
El problema de Hitler es que no era "lo bastante violento", su violencia no era lo suficientemente esencial. Hitler monta un espectáculo gigantesco de la pseudorrevolución a fin de que el orden capitalista sobreviviera […]. El verdadero problema del nazismo no es que "fuera demasiado lejos" en su arrogancia subjetivista-nihilista de ejercer el poder total, sino que no fue lo bastante lejos, que su violencia fue una actuación impotente que, en último término, estaba al servicio del mismo orden que despreciaba. En este preciso sentido de la violencia, Gandhi era más violento que Hitler: el movimiento de Gandhi se esforzó efectivamente por interrumpir el funcionamiento básico del Estado colonial británico. Así que Hitler, a pesar de toda su fanfarronería y brutalidad, era un promotor de economías establecidas y menos audazmente revolucionario en sus ideas y acciones que Gandhi.
  Para mí, el comunismo del siglo XX fue la mayor catástrofe ético-política de la historia de la humanidad, una catástrofe mayor que el fascismo. En el fascismo, había gente mala que decía que haríamos cosas malas y ellos tomaron el poder e hicieron cosas malas. Por eso en el fascismo no hay disidentes. Pero en los primeros años de la Revolución de Octubre, a pesar del llamado Terror Rojo, hubo liberación sexual, explosión creativa literaria y luego se convirtió en una pesadilla. No acepto la crítica de la derecha que dice que fue malvada desde el principio.
Mi punto es que lo que la gente percibe como violencia es la violencia subjetiva directa. Es crucial ver la violencia que tiene que hacerse repetidamente para mantener las cosas como están. No me refiero sólo a la violencia estructural, a la violencia simbólica, a la violencia en el lenguaje, etc. En ese sentido, Gandhi era más violento que Hitler. Hitler mató a millones de personas. Fue un asesinato más reactivo. Hitler estuvo activo todo el tiempo no para cambiar las cosas, sino para evitar el cambio.
Aunque Gandhi no apoyaba las matanzas. Con sus acciones -boicot y todo eso- ayudó a los imperialistas británicos a quedarse más tiempo en la India. Esto es algo que Hitler nunca quiso. Gandhi no hizo nada para detener el funcionamiento del imperio británico o la forma en que funcionaba aquí. Tienmos que pensar por qué se llamaba a la India la joya del imperio. Eso para mí es un problema. Ubiquemos la violencia de forma adecuada.
Respeto a Gandhi. No lo respeto por sus maneras pacíficas, su vegetarianismo, etc. Eso no me importa. Pero Gandhi de alguna manera logró mantener su actitud de principios con un espíritu pragmático. Es muy difícil mantener este equilibrio. Pero de siento que Ambedkar su contra parte política entoces, era mucho mejor que Gandhi. Mi frase favorita de Ambedkar es cuando dice que "no hay casta sin parias". Ambedkar vio que la solución de Gandhi para los parias estaba equivocada. Esta actitud no funciona. Estoy a favor del enfoque radical de Ambedkar. En un sentido abstracto me opongo a la violencia. Pero nadie en realidad está en contra de la violencia. Mira el texto budista. Dicen que no deberías matar, pero tienen todas las excepciones. Durante los años 40, un gran filósofo zen escribía artículos que no sólo justificaban la invasión japonesa de China, sino que también daba consejos sobre cómo la iluminación budista permite matar sin culpa. Dice que estás en un vacío, que eres un observador, que tu mano se mueve en el aire y que el cuerpo del otro se atasca en tu cuchillo, así que no es tu culpa. 
El budismo es la ideología predominante en Occidente ahora. Tiene una función muy conformista. Te hace sentir bien con el capitalismo global. Leí un análisis de por qué a todos los altos directivos de los EE.UU. les gusta practicar Zen y todo eso. Debido a que las cosas son tan confusas ahora con una especulación, usted puede perder miles de millones de dólares en un minuto. Lo único que puede explicar esto es el budismo que dice que todo es una apariencia y que hay que ser consciente de la realidad interior y todo eso. Estás tratando con una apariencia falsa. La tradición del pensamiento europeo no ayuda a explicar el mundo de forma fluida. Este budismo de la nueva era da autenticidad al capitalismo global. Por eso el Dalai Lama es popular en Hollywood. Espero que sea consciente del tipo de juego que él está jugando, tal vez no lo vea. Él les está proporcionando un camino espiritual barato para que básicamente puedas seguir con tu vida - seducir, orgías sexuales, drogas, ganar dinero - pero te da la sensación da hacerte entender de que no eres realmente eso. Te ayuda a normalizar y neutralizar la esquizofrenia en la que vivimos.
- Zizek. Enero del 2010

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