martes, 21 de julio de 2020

          Política, pandemia, ética y reelección. 
Por Rodrigo Sànchez Sosa
El ayuntamiento de Sayula se enfrenta a un momento complicado en su gestión, una gestión que ha pasado como agua entre los puños, en un año esto estará terminando y el tiempo que queda se ve muy complicado. Recordemos que existe un proceso legal contra el presidente municipal por destrucción de patrimonio, que si bien la emergencia nacional por la pandemia tiene en pausa por motivo de que los juzgados no han laborado normalmente, la cuestión no está resuelta. La estrategia de simulación, de hacer como que no pasa nada, lejos de beneficiar a esta administración que existe en usar photoshop para maquillarse desde redes sociales, no alcanza para enfrentar realidades como la del Coronavirus 19; por ejemplo.
Numeremos los logros esgrimidos por este ayuntamiento en su tiempo de administración del municipio: La prepa de Usmajac, los domos de las escuelas de nivel básico, la infraestructura urbana desde pavimentación de calles del municipio hasta remodelación de edificios y espacios públicos, la escrituración de los terrenos del tianguis nuevo, la gestión para la oferta de educación superior en el municipio son entre otros, ejemplos del catálogo en el portafolios de presentación de esta administración.
Aquí encontramos algo inédito, al menos en los últimos años, en la política de administración entre periodos de gestión municipal, la continuidad. Muchas de las obras y gestiones que vieron su terminó o cristalización en este ayuntamiento, fueron iniciativas, propuestas y negociaciones del ayuntamiento inmediatamente anterior. La prepa de Usmajac, los domos, la pavimentación y arreglo de drenaje de calles en Sayula y Usmajac, las carreras tecnológicas del nivel superior que se ofertaron y que fueron continuidad de las que por años el CBTA 19 gestionó y apoyó o la universidad tecnológica que fue una gestión de la directora de CBTA hace un año ante el gobernador (en internet circula un vídeo de la entrevista de esta y el gobernador donde acuerdan tal beneficio para el municipio https://www.facebook.com/marcela.cuetolopez.7/videos/941877782684971/ minuto 6:59). El actual ayuntamiento, atinadamente dio continuidad a estas afortunadas iniciativas. No se le puede socavar sus propias iniciativas, ciertamente, como el cambio de pintura y nuevo enjarre a los portales del centro histórico, el camellón de Ávila Camacho oriente, la remodelación del andador de la carretera a San Gabriel o la misma atención al jardín principal de Usmajac. Y a esto - se trata a parte -  se sumará las oportunidades que se le presentaron al actual ayuntamiento como parte de la dinámica en el movimiento del presupuesto para los municipios del estado, a mi forma de ver un error, como es el caso de la remodelación del mercado municipal y la compra de los terrenos del tianguis nuevo a los ladrones que estafaron al municipio apoyados en la corrupción priista del gobierno del estado en la administración pasada. Corruptelas de la anterior y presente administración ambas cuestiones.
No es un secreto para nadie que el actual ayuntamiento independiente de Sayula, estaba solo en su encomienda de gestionar recursos para el municipio, ya que no había en el gobierno del estado con quien cabildear y negociar recursos, obras y presupuesto extra ordinario o emergente para Sayula. El caso del mercado, los domos y hasta los útiles escolares y uniformes que se regala a los niños del municipio al inicio de clases, son programas preexistentes que no requirieron de mayor esfuerzo negociador, como muchos otros municipios en el estado Sayula recibió estos beneficios. Debido a esta estandarización, se nos trató en este reparto como cualquier otro municipio del estado, sin tomar en cuenta la particularidad de nuestra historia de 500 años y nuestro patrimonio arquitectónico que se vio seriamente dañado al remodelar un mercado fuera de lugar estética y económicamente para el contexto actual. Ese fue el error mayúsculo, derivado del poco margen de maniobra política, la falta de voluntad y el aislamiento que implica la política independiente y localista.
No es criticable, creo yo, el oportunismo del actual ayuntamiento en Sayula respecto de la continuidad de iniciativas anteriores, al contrario es aplaudible en un contexto en el cual por falta de esta misma continuidad el municipio ha perdido millones de pesos cuando el ayuntamiento entrante abandona obras e iniciativas del ayuntamiento saliente. En este sentido lo que ha hecho es inédito. Podría decirse que ante su realidad no le quedaba otra, pero no es tan cierto, claro que podría haberse desatendido, como se hizo en otras administraciones en el caso del Parador Turístico de la auto pista o el propio terreno del Páramo, ambos con fin triste y el desperdicio de casi 10 millones de pesos del municipio. Sin mencionar otros inmuebles menores hoy abandonados e iniciativas potenciales en distintos rubros que terminaron abortándose.
Puede ser que no sea ético  el que tales obras que vieron su génesis en administraciones anteriores se promocionen como logros íntegros de este ayuntamiento en redes sociales o que por la premura de la necesidad particular se apruebe sin reflexión profesional intervenciones bárbaras del patrimonio municipal; pero, apelando a una lógica practica puede disculparse hasta cierto punto.
Lo que no podría disculparse es la irresponsabilidad. Eso si tiene consecuencias independientemente de que, por razón de utilidad se tenga que optar por soluciones inmediatas. No podemos dejar al azar la resolución de los problemas cuando somos responsables de esas consecuencias. A mi manera de ver, la falta de voluntad política y la inmadurez han resultado en los cuestionamientos mas graves a esta administración. La desventaja de que alguien tan joven tenga en sus manos una responsabilidad del calado de Sayula, una ciudad con cinco siglos de existencia, de las más importantes del estado. No es esto un menos precio por la juventud, pero se debe entender la cuestión biológica del desarrollo humano, no hay cómo substituir la experiencia, dice el dicho mexicano que nadie experimenta en cabeza ajena. La vida nos enseña a ser mesurados, analíticos y críticos a cierta edad, por más que se quiera entender a la juventud como un bien en sí mismo en todos los ámbitos sociales, no deja de ser mero romanticismo. En el siglo XIX, cuando se forjo este país, esta república, un joven de 25 años ni siquiera era mayor de edad y sólo para hacerse cargo de una escribanía, necesitaba el permiso del gobierno del estado, nunca hubiera sido considerado ni siquiera como comisarios de de un departamento, menos alcalde y hubiere sido de locos proponerlo como jefe político y mucho menos director político de un cantón. En el orden legal de la administración publica que entonces prevalecía en México y que se prolongó de la independencia a 1915.
Estos son otros tiempos, pero la biología es la misma. El tacto necesario para ciertos escollos del gobernar que, como dice nuestro presidente de la República: la política es escoger entre inconvenientes, necesita de la sutiliza de la madurez personal. Los jóvenes tenderán a tomar riesgos innecesarios, preocuparse por frivolidades y apostarle todo a la imagen y la idealización. El joven tiene el tiempo y la salud para resarcir este inconveniente, se puede equivocar y tiene la oportunidad de rectificar, pero una sociedad no solo está conformada por jóvenes, ni todos los jóvenes se les puede colocar en la misma actitud. El error de un gobernante joven puede llevar a consecuencias muy serías para una comunidad.
En la dinámica del actuar de este ayuntamiento, joven, se expuso al municipio en la actual Pademia, eso es lo más grave que yo veo. Cuando se abrió la cuarentena en Sayula, con un caso de contagio, no se hizo gradualmente ni con precaución, la gente poco informada lo vio como una vuelta a la normalidad - si es que alguna vez abandonaron la "normalidad", muchos siguieron durante la cuarentena  sin preocuparse ni tomar medidas - y eso fue la tragedia.
Las páginas oficiales del ayuntamiento, basadas en la imagen del presidente municipal, informaron magramente de los primeros contagios y la situación que guardaba la pandemia en el municipio, lo que daba la falsa esperanza de que aquí no pasaba nada. Eso no se puede entender más que como irresponsabilidad. De repente no vimos más al presidente municipal en su acostumbrada sobre exposición, repartiendo cubre bocas o montando retenes de control sanitario. Todo se volcó a una promoción de logros y optimismo desbordado del ayuntamiento protagonizados por el titular, quien lo mismo podando árboles que cavando drenajes o repartiendo despensas, no se despeinaba ni deslucía su outfit.
Como decíamos al principio, esto se verá reflejado en los próximos meses que para Jalisco se espera lo peor de la pandemia, y en diciembre y los primeros meses de 2021, que por el invierno se esperan también  rebrotes. Lo peor que puede hacer ahora el ayuntamiento de Sayula es culpar a la ciudadanía, a la que no informó luego de la apertura tras la cuarentena. Decretar, como amenaza una publicación reciente de este ayuntamiento, el re confinamiento del municipio, puede ser el fracaso total de esta administración antes de las próximas elecciones municipales y con ella de toda aspiración de su titular a la reelección, esto si lograse salir bien librado del juicio pendiente que tiene.

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