lunes, 21 de diciembre de 2020

 


                        A propósito de las próximas elecciones en México

Por Moisés Zepeda Gómez

Cuando nos buscan los candidatos

Andan buscando a los más pobres sólo para usufructuar los apoyos y subsidios, obligan al pobre a venderse y hasta le dan productos caducados, inservibles o vales sin dinero.

Siempre están pensando y esperando: ¿cuándo será el tiempo de elecciones, para obtener un nuevo y mejor puesto?

Qué espera el Pueblo

Una vida tranquila y respetable, deseamos una justicia social no retributiva, más bien recreativa que inhiba las clases sociales, que sean testimonio vivo de la verdad y la equidad, libre de odios, rencores y divisiones. Pero ¿y qué obtenemos?

Esperamos un representante justo, victorioso y humilde. El pueblo pone todo en sus manos: la seguridad, la justicia, la administración del dinero y la salud, en resumen: el vivir pleno. Pero recibe el hundimiento en la miseria y el hambre.

Aguardamos con gusto una comunidad que pueda caminar por los caminos de la paz, la fraternidad y la solidaridad, que logre encontrar esperanza en lugar de agobio y soluciones a cambio de ataduras.

Los ciudadanos vamos buscando caminos para adecuar la existencia donde se pueda negociar, divertir, realizar vida de familia; pero los políticos dificultan estas vías, porque sus criterios son otros.

El pueblo no quiere vivir como forastero; los migrantes, obligados sueñan con un domicilio permanente, una posición estable, un fin tranquilo, un destino…. No cambian por deleite de profesión u oficio, ni de ciudad por simple gusto.

¿Cuándo le quitan peso y yugo al pueblo?

¿Cuándo le dan el resplandor de la alegría, engrandeciéndolo o uniéndolo?

Cuando esperamos que prevalezcan los valores de la congruencia, honestidad y confianza; ¿qué encontramos?

En lugar de seguridad, violencia; desempleo por trabajo; recibimos aumento de la vida a cambio de mejores salarios; aumento de la pobreza por una sociedad más justa; que habrá mayor cobertura y mejor salud y que sucede: hay mujeres dando a luz en patios y jardines de los hospitales por falta de ayuda, personas que mueren a los tres días de estar esperando una consulta.

Quienes deberían ser íconos de congruencia y valores, nos enseñan: que el que no tranza no avanza; un político pobre es un pobre político; si no hay obra no sobra; no es pendejo al que agarran, es pendejo el que se deja.

Eso hace proliferar la inseguridad, la corrupción, el tráfico de personas, tráfico de influencias, tráfico de narcóticos y quién no es corrupto, automáticamente es su enemigo.

La corrupción es una traición a la humanidad porque es un proceso de muerte.


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