lunes, 11 de enero de 2021

 Política y nuevo contexto, el enigma de los mediocres. 

Por Rodrigo Sànchez Sosa

Sin duda alguna, se ha de reescribir en nuestro país el concepto de política. Es lamentable que en plena trasformación de México, que de ninguna manera es un simulacro, las antiguas formas estén determinado sectores de la realidad política. Algo que los mexicanos debemos entender es que, si la democracia se vende o se compra, no es democracia; así pues, quien invierte dinero en ganar elecciones querrá su ganancia de ello. El hecho de que en México, la ley electoral determine que el único dinero que se debe utilizar en campañas es el dinero público, tiene la lógica de no volver vulgar mercancía la democracia. El pueblo invierte su dinero en lo electoral y es justo que pida la ganancia colectiva a cambio, no el enriquecimiento de personas y sectores desde el poder; mucho menos la salva guarda de intereses creados al rededor de partidos políticos o grupos oligarcas.  

Los gringos dicen que para esclarecer situaciones en las que los intereses monetarios están involucrados, hay que seguir la ruta del dinero ¿Quién financia en una campaña política la misma? En su sabiduría ancestral nuestro pueblo dice: "donde se oye el llanto ahí está el muerto". Sabemos bien quién financió la campaña de Meade (PRI), Anaya (PAN) y del Patético Bronco las elecciones pasadas, quiero decir más allá del financiamiento público y desde antes de los tiempos electorales, con campañas de guerra sucia ¿Se acuerda de "El peligro para México" o del documental "El Populismo en América Latina? No se pagaron solas estas campañas, entre otras contra AMLO. La iniciativa privada puso su mochada y los corruptos la suya, a ninguno de estos grupos les convenía el arribo del gobierno que hoy despacha desde el ejecutivo federal. Dirá usted ¿Y quién financió a AMLO, sus giras por toda la república, su sueldo; bueno, pues el dinero público dentro de la ley, y como dice aquella película gringa de "La maquina del Mal" : "Valió cada maldito centavo" (¿a poco no?). Si no hubiera sido dentro de la ley seguramente ahora lo sabríamos con detalle, como sabemos hoy de  las maletas llenas de dinero que recibieron los diputados del PAN el sexenio pasado. Hasta ahora, no han podido, a pesar de las "maromas" mentales de sus chayoteros, la derecha, involucrar al presidente de la República con un financiamiento ilícito en su campaña de 2018 y en general en su carrera política ¿Más claro de por dónde va la cosa? Si, si, no me salga con lo de Pío Obrador, que el monto da risa comparado con el que el PRIAN invirtió en la campaña sucia contra el presidente cuando era candidato. Y lo de la pariente de AMLO y los contratos de PEMEX, otra "Maroma" que no les salió para involucrar al líder moral de la 4T. Siguiendo la ruta del dinero, la oposición tiene una cola que le pisen, que da gusto.

Ubiquémonos, con los intereses en el estado, una realidad alterna, un universo paralelo a la 4T, donde gobierna el líder de los gobernadores de oposición, organización anti 4T donde hay gente mafiosa e impresentable por corrupta; luego, pues, no más utilizar la lógica elementar para deducir qué tipo de liderazgo tiene nuestro gobernador allí. 

El segundo de abordo en el estado, es sin duda, políticamente, Raúl Padilla López o como era más conocido cuando yo estudié la prepa: Ratúl Pandilla Golpes. Y finalmente en lo local, cómo se alinean los poderes fácticos locales con los del estado; mire usted saque cuentas no me vayan a moler a golpes de nuevo por hablar de más, ahí le va: tenemos como presidente municipal a un expresidente de organización de la FEU (organización estudiantil fundada por don Raúl Padilla), tenemos una corriente de morena tratando de posicionarse como comité municipal de este partido, liderada por un maestro universitario que cobra como investigador "C" en la U de G, tenemos un comité municipal del partido de la U de G de reciente creación en el estado, con maestros y ex maestros de la U de G como líderes; y por si fuera poco, viene el gobernador y declara su interés particular por Sayula, municipio con el cual se identifica por cuestión de "raíces", dice él; Digo, es fácil ver las fuerzas vivas del pueblo como se disciplinan a cierta lógica de los intereses y poderes fácticos en el estado. Cuestión de sumar dos más dos en la lógica arriba citada, es decir, por dinero no se para y están cubiertos todos los frentes… la elección es mero formalismo, ellos creen saber quién gobernará Sayula en septiembre de 2021, y saben para qué fin. Que nadie se siente imprescindible, ni divino, los dados siempre están cargados en este juego. 

¡Pero!…diría un estimado amigo, pero, falta lo que diga el pueblo, en Sayula últimamente han topado con pared las lógicas de la vieja política. Eso de amarrar obra pública para amarrar votos, quizá no funcione, eso del espectáculo de la apolítica que se vuelve política del espectáculo, quizás no funcione tampoco. Mire usted, la vieja estrategia: te anuncio una obra faraónica de 100 millones de pesos para empezar, en víspera de las elecciones, le invierto 30 y me quedo con 70 para invertir en las campañas de mi partido y mis candidatos. Te arreglo tu calle o te la desarreglo en momentos claves previos a la elección, o sea como por estos tiempos, y te comprometo, un chantaje de primer año, pero les ha funcionado, hasta hora, creo y espero, porque no se vale. La mayor parte del tiempo las obras son de mala calidad y quedan inconclusas, ejemplos en todo el país sobran. También sobran los "gracias señor gobernador, señor presidente por su infinita misericordia y gracia, dios lo bendiga…" seguramente esta gente le prende velas al cajero automático cada vez que va a sacar dinero de su cuenta de ahorros y votaría por él en la siguiente elección.   

Ya fuera de broma, y volviendo a lo teórico que es el fuerte de esta columna, podemos ver en todo lo anterior el rezago democrático con respecto a la realidad del país que tienen nuestros políticos. El invertir en viejas formas sólo complicará las cosas en los próximos tres años. Mire usted, se tiende en estos formatos del pasado a reducirlo todo a lo económico, al mercado de bienes, servicios y trabajo. Frases desgastadas de "Con nosotros si habrá trabajo, nosotros si representamos el progreso"… mentira, en nuestro municipio el ayuntamiento no controla la actividad económica, ni esta depende mayoritariamente de ninguna decisión tomada en cabildos, eso era antes, cuando el presupuesto estatal o federal representaba la mayor entrada para localidades como la nuestra. La actividad en torno a la cual gira nuestra economía es la agro industria cuyos permisos en su mayoría, para tal actividad y por lo tanto su normatividad, son o federales, caso del agua, o estatales. Entonces dirá usted: ¿Para qué los queremos? No es tanto así. La misión de un ayuntamiento en normar a favor de la mayoría de sus representados, es multidimensional; pero, como lo han reducido todo a la economía se convierten en títeres en el peor de los casos de los intereses económicos que inciden en el municipio. Sin embargo, no es el único campo que condiciona nuestra vida comunitaria en Sayula, está el campo legal ¿Hasta dónde el municipio tiene derechos que podrían estar siendo violados por los intereses creados en torno de la principal actividad económica que representan las agro empresas y los negocios al rededor de estas? Está el campo social, la representación real de los intereses de las personas en Sayula, el poder de las personas que es contra peso del poder económico, ninguna empresa se pondría encontra de una mayoría en un municipio, eso no les conviene ni como imagen ni como negocio. Está también el campo Cultural, cosa que sea dicha y puntualizada, el gobierno de la vieja guardia ve como relleno. No señores, la cultura también vende y condiciona la relaciones sociales y económicas de un municipio, las empresas que se asocian a la promoción de la cultura de un pueblo se benefician de publicidad para sus productos y les lava la cara (que siempre es mejor que lavar dinero); pero, si les presentas a los contadores y administradores de las principales empresas en la localidad proyectos mediocres o te darán tres pesos o simplemente no te harán caso como comúnmente lo hacen. La mediocridad nos les reditúa nada y ellos son gente de negocios. Por otro lado, el turismo, una fuente de entrada económica noble para un pueblo, sin proyectos serios e investigaciones profesionales no puede ofrecer nada. Si tu sales con tu domingo siete de "Ciudad Sayula" o "El proyecto del siglo: un acontecimiento histórico para Sayula y la región" pues el turismo serio no le interesará en lo más mínimo visitarte ¿De dónde sacas eso? ¿Me explico? 

La administración de un municipio es multifactorial, no se reduce a un solo tema y menos si del mismo no se tiene ni control. Lo demás es politequería barata del siglo pasado. Por ello, la política le sale a deber a la gente, la gente ya demostró que, en Sayula al menos, la lógica antigua ya tuvo sus tropezones, ni ganó Rivas la vez pasada como esperaban, ni hay candidato débil. Ni siquiera un monstruo de poder como Raúl Padilla que ha superado al mismo Porfirio Díaz en su gestión de una institución publica que maneja como patrimonio propio, podría imponer nada, ni manipular con engaños a la ciudadanía de Sayula. Tiene razón el Gobernador del estado, en cuestiones electorales Sayula está fuera de su lógica anacrónica, el voto diferenciado que lo apoyó en el pasado como contó en su discurso de la primera, que fue en realidad la tercera, "primera piedra" del hospital nuevo, igual puede desconocerlo, porque eso de las obras publicas de fin de trienio y tiempo de elecciones, ya se la saben en Sayula ¿Quién está haciendo nueva política en Sayula, sin improvisar ni fintear? Cheque usted, que no le digan que no le cuenten que este si es el bueno, el honesto, el joven, el profesionista triunfador, el que sí reconoce AMLO, el verdadero y único paladín de los pobres y la justicia; el menos "pior" de los monos. La política ya es otra cosa no por moda sino porque los tiempos son otros en México, Jalisco, Sayula y el mundo; quien no lo entienda que se atenga a las consecuencias de un lado y del otro de esta. 


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