lunes, 25 de enero de 2021

 Política y salud pública, la tragedia de la paradoja.

Por Rodrigo Sánchez Sosa

Lo que leerá a continuación es una investigación sobre la evolución del virus SARS-COV 2 en poblaciones infectadas, como la nuestra. Esta investigación se publicó el 13 de enero de 2021en la revista científica con reconocimiento internacional Science (dejo el link abajo), traduje la misma, en parte, lo mejor que pude ya que el leguaje original en que está escrita es un leguaje técnico con gráficos y estadísticas. Al leer toda la investigación, se da cuenta el lector, que los virus han sido a la larga para la humanidad un catalizador, con el cual el cuerpo humano encuentra un equilibro por los causes naturales, sin embargo, hay un precio a pagar al cual no estábamos acostumbrados: Nuestra adaptación a la vida modernidad, las comodidades y lo anti natural. Así es como la sobre población global y la civilización occidental ha convertido en tragedia el covid-19. Antes las poblaciones pequeñas y


sedentarias, permitían que fluyera hacia el equilibrio este tipo de infecciones, hoy nos enfrentamos a una lucha en la que está en juego la vida miles de millones de personas antes que el patógeno alcance el "estado estable" de  forma natural, es una lucha contra reloj, aun con la vacuna. Lo que quiero señalar es que el comportamiento de las personas a las cuales pareciera que nos les importa el virus, es tan natural como que a los niños y los jóvenes no los afecte este de forma grave. Los niños y los jóvenes son la garantía de que la especie no se extinga en una infección emergente como esta, aun con sus mutaciones, pues una vez que se infectan y re infectan, la inmunidad que desarrollan aun sin vacuna protege a la mayoría, como a continuación leerá.

La estupidez de culpar a las personas por su conducta despreocupada frente al virus queda en evidencia así como todas las políticas derivadas de esta (como la de la oficina municipal de reglamentos en Sayula). La gente  tiene grabado en sus genes tal conducta (lo anti natural es que se encierren), para que después de una etapa endémica se transite a un estado estable, luego de una infección masiva. Sé que esto se convierte en una paradoja por lo que significa en número de muertes y secuelas de la enfermedades provocadas por la infección, incluso las auto inmunes como las inflamación y coagulación, pero ese es el precio de la modernidad y la hipertecnologización. Podemos usar computadoras y teléfonos celulares, pero biológicamente no somos más evolucionados que nuestros parientes nómadas de la edad de piedra (con todo y esteroides, silicón, gim´s o vigorexia), el virus y nuestros cuerpos, están diseñados para esta tragedia, como muchas otras de la vida en la naturaleza, a las que ya no estamos acostumbrados.  

"Los seres humanos han sido amenazados regularmente por patógenos emergentes que matan a una fracción sustancial de todas las personas nacidas. Las últimas décadas han visto múltiples desafíos de infecciones virales agudas, incluidos el SARS, MERS (síndrome respiratorio de oriente), Hendra, Nipah y Ébola. Afortunadamente, todos estaban controlados localmente. Cuando la contención no tiene un éxito inmediato, como es probable que ocurra con el nuevo coronavirus SARS CoV-1 y CoV-2, debemos comprender y planificar la transición a la trasmisión endémica (cuando entre un grupo poblacional se da el contagio y ya no por agentes externos) y la circulación continua, con posibles cambios en la gravedad de la enfermedad debido a la evolución del virus y la acumulación de inmunidad y resistencia de los infectados.

SARCoV-2 es un virus emergente que causa COVID. El virus tiene un velocidad reproductiva básica alta ( R 0 ) y es transmisible durante la fase asintomática de la infección, lo que dificulta su control. Sin embargo, hay otros seis coronavirus con cadenas de transmisión humanas conocidas, que pueden proporcionar pistas sobre escenarios futuros de la pandemia actual. Hay cuatro coronavirus humanos  que circulan de forma endémica en todo el mundo; sólo causan síntomas leves y no representan una carga significativa para la salud pública. Otras dos cepas de HCoV, SARS CoV-1 y MERS, surgieron en las últimas décadas y tienen tasas de letalidad (CFR) y tasas de letalidad por infección (IFR) más altas que COVID-19, pero se contuvieron y nunca se difundieron ampliamente.

Esta investigación propone un modelo para explorar los cambios potenciales tanto en la transmisión como en la gravedad de la enfermedad de los virus covid emergentes a través de la transición a la endémica. Nos centraremos en CoV-2 y discutiremos cómo diferirían las conclusiones para los coronavirus emergentes más parecidos al SARS y al MERS. Nuestra hipótesis es que todos los virus de esta clase provocan inmunidad con características similares, y el actual problema agudo de salud pública es una consecuencia de la aparición de una epidemia en una población inmunológicamente desprotegida en la que los grupos de mayor edad sin exposición son más vulnerables a la enfermedad grave. Utilizaremos nuestras estimaciones de parámetros inmunológicos y epidemiológicos para los corona virus endémicos para desarrollar un modelo cuantitativo para la transmisión endémica de un virus con características similares al SARS-CoV-2 o COVID-19, incluida la dependencia de la edad en la gravedad.

Basándose en ideas de investigaciones previas sobre modelos de vacunas, la inmunidad puede brindar protección de tres maneras: En su forma más fuerte, la inmunidad "esterilizante" (vacuna) puede evitar que un patógeno se replique, haciendo que el huésped rechace con facilidad a la re infección.  Si la inmunidad no previene la re infección, el cuerpo aún puede atenuar la patología debida a la re infección y / o reducir la  capacidad de transmisibilidad o contagio (Un estudio experimental muestra que la re infección solo es posible dentro de un año, luego de la vacuna); sin embargo, después de la re infección los síntomas son leves  y el virus se elimina más rápidamente.  

 Volvemos a analizar un conjunto de datos detallado que estima el aumento en la cantidad de personas infectadas por edad basada en la (respuesta aguda) y la (memoria a largo plazo) contra los cuatro virus circulantes en niños y adultos   para estimar los rangos de parámetros para la transmisión y disminución de la inmunidad. El rápido aumento en la cantidad de personas infectadas y de la respuesta exagerada del sistema inmune así como el de la memoria a largo plazo que reconoce la virus en el cuerpo humano, indican que la infección primaria con las cuatro cepas endémicas del virus ocurrirá en una etapa temprana de la vida, y nuestro análisis de estos datos nos da una estimación de la edad media de la infección primaria  entre 3.4 y 5.1 años, con casi todas las personas infectadas a los 15 años  La ausencia de una respuesta aguda a la infección, detectable en cualquier individuo mayor de 15 años, sugiere que las re infecciones de adultos provocan una respuesta de recuerdo por la memoria molecular del sistema inmune, lo que indica que aunque la inmunidad específica al covid 19 puede disminuir, no se pierde. Si la inmunidad puede disminuir a niveles ínfimos en ausencia de circulación de patógenos, sigue siendo una pregunta sin respuesta.

Para que la mayoría de las personas se infecten  temprano en la vida, incluso más jóvenes que con el sarampión en la era anterior a la vacuna, la tasa exposición debe superar la transmisión por infecciones primarias solamente. El modelo muestra que una alta exposición puede surgir de una combinación de alta transmisibilidad de infecciones primarias, disminución de la inmunidad esterilizante y transmisión significativa de re infecciones en individuos adultos.

 Al comienzo de un brote, la distribución por edades de los casos refleja la de la población (más adultos que niños o viceversa). Sin embargo, una vez que la demografía de la infección alcanza un estado estable, nuestro modelo predice que los casos primarios ocurren casi por completo en bebés y niños pequeños, quienes hoy en el caso de COVID-19, experimentan una sintomatología baja y una tasa de mortalidad por infección   concomitantemente baja. Se prevé que las re infecciones en las personas mayores sean comunes durante la fase endémica y contribuyan a la transmisión, pero en una población en estado estable donde los que si infectan más gravemente son los niños; las personas mayores, que estarían en riesgo de padecer una enfermedad grave por una infección primaria, han adquirido inmunidad reductora de la enfermedad después de la infección durante su infancia. El nivel de mortalidad por infección, para CoV-2, caerá entonces dramáticamente, a la larga por debajo de la de la influenza estacional (aproximadamente 0.001) una vez que se alcanza el estado estable endémico."

(https://science.sciencemag.org/content/early/2021/01/11/science.abe6522)


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