lunes, 22 de marzo de 2021

           CONTINÚAN LOS ACCIDENTES VIALES

Por Arturo Fernández Ramírez

Definitivamente urge tomar acciones preventivas para evitar el aumento de los siniestros viales con desenlaces fatales en nuestro municipio. El pasado fin de semana tuvo lugar uno en el que el conductor perdió la vida y quienes lo acompañaban resultaron con lesiones de gravedad, se debaten entre la vida y la muerte. Con independencia de las causas que pudieron haberlo provocado, debemos preocuparnos y ocuparnos en este Tema de Interés. Todas y todos estamos expuestos a sufrir de manera activa o pasiva un percance con los automotores, el riesgo es latente y alto. Es necesario tomar conciencia de ello, asumir la responsabilidad que nos corresponda y no esperar a que se materialice un accidente.

    En más de una ocasión hemos dado cuenta de las estadísticas en relación a los accidentes viales. Fatales son las consecuencias, irreversibles muchas veces los daños que se ocasionan, como cuando se pierden vidas o se provocan lesiones permanentes. En lo material hay repercusiones significativas en la economía y así podemos enumerar otras secuelas.

    Un dato significativo es que la mayoría de los accidentes viales pueden evitarse, es decir, hay condiciones para trabajar en forma preventiva. Y como en todos los problemas de nuestra sociedad, deben participar dos partes: la autoridad y la ciudadanía. Establecer con claridad lo que a cada una le corresponda, no esperar a que la otra lo haga todo.

    A nosotros como sociedad nos corresponde tomar conciencia de las cosas, actuar con responsabilidad, crear una verdadera cultura vial, empezando por nosotros mismos, pero continuándola y con más rigor, hacia nuestros hijos e hijas. Mucho se habla de que la actual generación ha sido educada en forma diferente a como lo hicieron con nosotros. De nosotros depende que esa diferencia no sea en sentido negativo, al contrario, que nos den ejemplo de ser mejores.

    Y a la autoridad, desde luego, su obligación es no solo crear normas viales que tengan como objetivo salvaguardarnos, sino, más importante aún, que se cumplan. Es insuficiente contar con buenas leyes si nomás quedan en el papel, si se convierten en letra muerta porque nadie las respeta. La principal distinción de una autoridad es precisamente su poder coactivo, su facultad potestativa de obligarnos a cumplir con las normas vigentes.

    En este sentido, si no entendemos de manera voluntaria, la autoridad debe ejercer su poder para que se respeten las reglas. Y no precisamente estoy diciendo que ejerza violencia o represión, más bien lo que pretendo dejar en claro es la dimensión de su responsabilidad y que siempre será mejor actuar con medidas preventivas en lugar de correctivas. Los reductores de velocidad muchas son indeseables, pero, ante ciertas situaciones, resultan no solo necesarios, sino la única medida para evitar los excesos y con ello los accidentes. Inculcar una cultura vial es un proceso lento, pero muy efectivo cuando se logra, también se debe trabajar en ello, es peor no hacer nada. En fin, son muchas cosas que se pueden y se deben realizar por nuestras autoridades. Esperemos que las hagan y que así disminuyan los siniestros viales. Todas y todos saldremos beneficiados. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com 


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