martes, 21 de septiembre de 2021

 XXV Aniversario de Horizontes, lo que no pierde actualidad

Es hora de recordar algunas publicaciones que fueron ampliamente felicitadas por nuestros lectores, como éste editorial publicado el 9 de septiembre de 2019, y que, por sobre todo, no pierde actualidad alguna ya que seguimos viviendo el mismo problema o quizá hasta agravado, juzgue usted amigo lector.


EDITORIAL

"Un pueblo limpio no es donde se recoge la basura, es donde no se tira". Excelente reflexión

Ahora que se ha llenado de contenedores de basura las principales calles de la ciudad esperando que las personas dejen de tirar la basura en la calle y mejor la depositen en los mencionados contenedores, cabría reflexionar si de verdad esta es una estrategia de fondo o simplemente una que utilizan países de tercer mundo como es el nuestro para disimular nuestra ignorancia.

¿Por qué decimos país de tercer mundo?, porque en países de primer mundo, hacen cosas muy diferentes, como es el caso de Japón, por citar uno de ellos. En el país del sol naciente, las calles de las principales ciudades lucen "limpísimas", no precisamente porque la gente ponga la basura en los contenedores o porque haya miles de ellos regados por  las calles. No, lucen limpias porque todas las personas nunca tiran basura en las calles, tienen la educación primaria de si generan algún tipo de basura, ellos saben que deben llevársela a su casa NUNCA tirarla al piso o a la calle en cualquier lugar. Y no tanto porque una acción de tal tipo los llevaría a ser arrestados, sino, porque tienen el aprendizaje, la cultura y la conciencia de no cometer tamaño atentado al medio ambiente.

Aquí, situándonos en nuestra ciudad Sayula, el recorrer cualquier calle de cualquier colonia, es suficiente para encontrarnos tirados al piso, cualquier tipo de envoltura principalmente de comida chatarra tipo Bimbo o Marinela, que en una aberrante acción, son aventados al arroyo de la calle por niños principalmente, que no les enseñan en su casa o en la escuela, LO QUE NO DEBEN HACER. No sólo bolsas de frituras chatarra se tiran al piso sino vasos de unicel, grandes y chicos, de los irresponsables que beben una michelada y simplemente al terminarla avientan el envase a la calle. Latas de cerveza que igualmente de irresponsables y cochinos, conductores de vehículos sacan la mano por la ventana, y avientan a la calle el envase. Una acción de este tipo, en cualquier ciudad del mundo, al conductor lo para una patrulla y mínimo va a dar al bote pasando por una fuerte multa. Algo que no pasa en México lamentablemente y de ello se aprovechan cochinillos muchos de ellos residentes en USA que vienen a hacer aquí lo que no pueden hacer allá, andar consumiendo bebidas alcohólicas conduciendo vehículos con el estéreo a todo volumen y aventando la basura por la ventanilla.

La reflexión que hoy hacemos es en el sentido que tal parece las estrategias las hacemos al revés, ¿para qué colocar tantos contenedores de basura o basureros cuando, lo primero que deberíamos hacer es una amplia campaña en todos los niveles para que las personas se enseñen y tomen conciencia de no tirar la basura en las calles?. Los maestros de las escuelas podrían colaborar enseñando a los alumnos a que tirar basura en las calles no sólo es un atentado a nuestro entorno ecológico, sino, hasta un delito. Porque no podemos negar que todos los envases y envolturas que vemos tiradas de productos como papas, frituras diversa, de pan chatarra de Bimbo, envolturas de galletas, son arrojadas por niños a quienes no les han enseñado en sus casas el buen hábito de tirar los desperdicios en el lugar indicado. Concluyendo, si no se tira basura en las calles, no se necesitan contenedores. Cuestión de enfoque.


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