Los daños por las fuertes lluvias
Por Arturo Fernández Ramírez
En ocasiones los fenómenos naturales son tan intempestivos y de tal magnitud, que el ser humano es incapaz de defenderse, evitar daños materiales o la pérdida de vidas. Pero muchas veces los perjuicios se ocasionan por culpa o negligencia del hombre. Bien por dejar de actuar de manera preventiva en acciones que puede y debe llevar a cabo antes del inicio del temporal de lluvias. O, por la ambición y mala planeación urbana o agrícola en zonas que técnicamente son inapropiadas. Todo lo cual da como resultado inundaciones, destrucción de vías de camino, sembradíos, edificios o muertes. Es importante que tomemos conciencia de esta situación para no tener que lamentarnos de los estragos.
Los últimos huracanes han dejado a su paso fallecidos, lesionados y cuantiosos daños materiales. En el Sur de Jalisco se reportó un deslave que atrapó a varios vehículos y cuando se hacían labores para su rescate, vino otro derrumbe que arrastró a dos de ellos a un barranco de más de 100 metros de profundidad. Se emprendió la búsqueda de los tripulantes, encontrándolos horas después en condiciones muy críticas. Después de haber sido trasladados a un hospital, uno falleció.
El cierre de carreteras y caminos ha sido recurrente cada vez que el agua inunda las vías y hace riesgoso su paso por ahí, dejando incomunicadas a muchas comunidades. Zonas habitacionales y urbanas también han sido afectadas, al igual que campos agrícolas. Las autoridades han sido rebasadas como suele suceder cada año. Se reconoce el esfuerzo que hacen y el riesgo que asumen para cumplir con su trabajo de proteger a la ciudadanía y a su patrimonio. Pero al acumularse lo meramente natural con la negligencia del ser humano, su falta de previsión y su actuación dolosa, hace que en ocasiones los resultados sean con saldos negativos.
Por eso es importante que tomemos conciencia que muchos de los daños que sufrimos a causa de las lluvias, podemos evitarlos si actuamos con responsabilidad. Dejar de tirar basura por donde sabemos que es el cauce natural del agua, desazolvar con anticipación los arroyos, poner fin a las construcciones en donde técnicamente es inapropiado, frenar la ambición y corrupción de quienes privilegian sus intereses personales por encima de la sociedad misma.
Si tomamos en cuenta lo anterior, tengamos la seguridad que los daños y perjuicios de los fenómenos naturales serán mucho menores a los que hoy en día estamos sufriendo. Ojala que lo entendamos y nos apliquemos a ello. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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