lunes, 25 de octubre de 2021

 La legalización de los autos de procedencia extranjera

Por Arturo Fernández Ramírez

Publicado el Decreto el pasado 18 de octubre en el Diario Oficial de la Federación, entrado en vigor al día siguiente, ha causado polémica la regularización de los autos de procedencia extranjera. Debemos reconocer que es la necesidad económica y los altos costos de los vehículos nacionales, lo que provoca que miles o millones de personas prefieran comprar unidades de otros países, de manera principal de Estados Unidos. Dicen los distribuidores de automotores que su legalización afecta la economía de nuestro país y que se favorece a la delincuencia. La realidad es que solo daña las jugosas ganancias que obtienen esas empresas que venden caro.

    El decreto va dirigido a las personas físicas que residen en la región fronteriza norte, que comprende los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, y en el estado de Baja California Sur. Con el fin de llevar a cabo la regularización de los vehículos automotores usados, de procedencia extranjera, que se encuentren en dichos estados. Es decir, legalizarán la importación definitiva los automotores usados.

    Los ingresos que se obtengan por las contribuciones derivadas de la importación definitiva y por las sanciones aplicadas con motivo de las infracciones en que incurran las personas físicas por exceder el plazo de retorno de vehículos usados importados temporalmente a dicha Región y entidad federativa, serán destinados a obras de esos estados.

    Contra las críticas a los decretos de regularización, debemos reconocer que es la pobreza y las malas condiciones económicas las que provocan que millones de personas opten por comprar unidades de Estados Unidos. Los bajos salarios hacen que difícilmente puedan comprar un vehículo de agencia por su elevado costo.

   La legalización da como resultado evitar que las autoridades viales vean en los carros extranjeros su mina de oro. Al saber que no traen documentos en regla, suelen pedir "mordidas" a los conductores para dejarlos ir. Por eso debemos reconocer que al margen que el hecho de que se les permita regularizarlos, mejora la calidad de vida de los propietarios al ya no tener que esconderse de los agentes de tránsito.

    En fin, esperemos que la legalización decretada cumpla su cometido de generar certidumbre jurídica no solo a los dueños de estos vehículos. También para que generen ingresos al erario público a través del pago de impuestos y derechos como todo automotor nacional.


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