Semanario Horizontes

 Diciembre el mes de la Navidad y sus repercusiones en la persona adulta mayor. 

Lic. y M.C. en Gerontología Juan Ramón Almejo Vargas

almejovargas5@gmail.com

En el mes de diciembre incrementan el número de suicidios y depresión en las personas adultas mayores, esto ocurre porque las personas se sienten solas, apartadas de sus hijos, amigos o conocidos, a lo que en psicología se le denomina "Efecto del Nido Vacío" (Ruiz, 2020). La presencia de este efecto en la vida del adulto varía de persona a persona, pues dependerá mucho del hecho de si se ha dedicado únicamente a la atención de los hijos o se ha desarrollado en una actividad o profesión paralela y la relación que se tenga con cada uno de ellos, así como la edad a la cual se inició en la paternidad o maternidad, la cantidad, las edades de ellos y la propia vida que estos decidan para identificar el grado de separación que existe de los padres (Guerrero, 2018).  

Cuando la persona adulta mayor pasa por estas experiencias, su cerebro segrega una sustancia llamada cortisol, la cual deprime y entristece a la persona mayor, volviéndolo vulnerable a tomar este tipo de decisiones. En el caso particular de los suicidios y los intentos, están asociados en el incremento del cortisol, la cual es una sustancia que nuestro cuerpo genera cuando estamos ante una situación que no nos gusta o nos desagrada en algún punto, si nosotros nos acostumbramos a que nuestro cuerpo esté lleno de cortisol, esto repercute en nuestra interacción emocional. Al contrario, a la serotonina y dopamina, las cuales producen sensación de bienestar cuando el ser humano tiene episodios agradables en su vida.  Para evitar que el adulto mayor atente contra su vida, es primordial que sus familiares lo involucren en las actividades cotidianas y no los aparten del núcleo familiar (Ruiz, 2020).

La depresión se manifiesta por las bajas temperaturas y días nublados que son factores que pueden influir en los cambios emocionales de los adultos mayores, conocida como depresión estacional, después de los 60 años de edad el ser humano está más vulnerable al frío. Con los años, la piel se adelgaza, se pierde grasa y músculo, lo cual hace que ellos sean más vulnerables a bajas temperaturas, que afecta la serotonina, neurotransmisor del sistema nervioso central que está relacionado con el estado de ánimo. La Navidad se ha convertido en una época de consumismo (regalos) que muchas veces el adulto mayor no tiene la solvencia o el recurso económico para otorgar un obsequio, esto de igual forma afectan diversas situaciones a nivel personal, como la pérdida de un ser querido, el abandono de los hijos e incluso las enfermedades, que pueden causar sentimientos depresivos de personas mayores de edad (Díaz, 2017).

Llegan las fiestas navideñas, una época de celebraciones familiares y de ilusión para todo el mundo. Pero no siempre es así, con el paso de los años, cuando se llega a la vejez, el significado de la Navidad se va modificando pudiendo convertirse en una época del año marcada por la tristeza y la soledad, muchas veces debido a que muchas personas con quienes se relaciona la gente mayor se han muerto o cuando los hijos los abandonan en algún asilo. Es muy positivo compartir momentos con los más grandes sobre todo en estos días de fiestas navideñas, una época en que muchas veces nos invade la tristeza recordando a los que ya no están. Podemos mejorar su estado solo con amor y compañía. Ayuda a la gente mayor a combatir la soledad y sentirse más felices. 

La vinculación de la familia es clave para conseguir que la gente mayor disfrute de estos días tan especiales, sin embargo, no siempre se tiene la familia y mucha gente mayor necesita la ayuda de otras personas para romper con la tristeza de la soledad. Regalar tu tiempo con una atención cálida, acompañada de empatía hacia la situación que viven muchas personas mayores, servirá para conseguir que mucha gente de la tercera edad pueda salir de la tristeza y la soledad que los rodea. ¿Y cómo lo podemos hacer?

Si tienes un familiar o alguien cercano, llámalo a menudo, no pierdas el contacto. Esta llamada muchas veces se puede convertir en la única interacción que tiene esta persona. Si tienes un vecino/a mayor visítalo a menudo, hazle saber que puede contar contigo si lo necesita, hazle compañía de vez en cuando.

Apúntate en algún programa de voluntariado ya sea para hacer de voluntario en una residencia o bien con personas que viven solas. El voluntario es clave para combatir la soledad, hay muchos abuelos que esperan alguien que quiera ser amigo suyo: que lo acompañe a pasear, que pase un rato con un juego de mesa, que le lea o simplemente que lo escuche.

¡La mejor garantía para afrontar positivamente la Navidad y el mejor regalo que podemos hacer a nuestros mayores es darles una dosis extra de cariño!