Semanario Horizontes

 La seguridad social de las trabajadoras domésticas

Por Arturo Fernández Ramírez

Aunque desde hace tres años es legalmente obligatorio, solo 2 de cada 100 trabajadoras domésticas en Jalisco tienen Seguro Social. De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social, hay aproximadamente 158 mil empleadas del hogar en nuestra entidad federativa. Lo que refleja la gran injusticia que se sigue cometiendo en contra de ellas. Primero, con la marginación y discriminación que durante muchos años sufrieron por la propia ley, ahora con el incumplimiento en que incurren los patrones. Resulta extraña la pasividad del IMSS frente a esta violación. Es necesario no solo que los empleadores sean sensibles a este deber jurídico, si no que las autoridades hagan lo que les corresponda para que se cumpla este derecho humano. 

    Durante muchos años el trabajo doméstico estuvo excluido de la protección de la seguridad social, es decir, no existía ninguna obligación legal para que los patrones afiliaran al Instituto Mexicano del Seguro Social a las empleadas del hogar. El 17 de mayo de 2019, en el Semanario Judicial de la Federación, se publicó una jurisprudencia emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En la que declaró inconstitucional el artículo 13, fracción II, de la Ley del Seguro Social, por contener una forma de discriminación indirecta por cuestión de género. Lo que violaba el derecho humano a la seguridad social en igualdad de condiciones.

    En esencia el razonamiento de la Corte fue que "la exclusión de los trabajadores del hogar, respecto al régimen obligatorio de seguridad social no encuentra justificación constitucional alguna, pues no atiende a una diferenciación objetiva y razonable. De esa forma, el hecho de que se trate de un trabajo especial no implica que deba privárseles de una adecuada cobertura de seguridad social, ya que mediante el régimen voluntario su afiliación queda sujeta a la voluntad de la parte empleadora lo que no garantiza el derecho a la igualdad en el disfrute de una protección suficiente contra los riesgos e imprevisiones sociales, generando como consecuencia un trato discriminatorio en su contra. Máxime si se toma en cuenta que la extensión de la seguridad social al trabajador del hogar es una meta digna y un componente necesario en las estrategias destinadas a la lucha contra la pobreza y la exclusión social, las cuales se ven obstaculizadas o limitadas por el establecimiento de un régimen voluntario."

    A partir de entonces fue obligatorio que los patrones afiliaran al Instituto Mexicano del Seguro Social, a los y las trabajadoras del hogar. Lo que, lamentablemente se ha incumplido hasta la fecha, ya que como se precisó con antelación, de 2019 a hoy sólo 2 de cada 100 trabajadoras domésticas en Jalisco tienen Seguro Social.

     Frente a esa realidad, es necesario no solo que la parte patronal sea sensible a este deber jurídico de afiliar a sus empleadas. Si no que también las autoridades laborales y del Seguro Social, tienen que hacer lo que les corresponde para que se cumpla este derecho humano. El Instituto Mexicano del Seguro Social se caracteriza por su rigidez y severidad cuando se omite afiliar o pagar las cuotas. Resulta extraño que en el caso que comentamos muestre una pasividad injustificable. Ojalá que pronto se hagan valer esos derechos que durante muchos años les han sido negados.