Semanario Horizontes

 Volver a la NO reelección

Por J. Jesús Ventura Torres

Es muy común escuchar y criticar a los servidores públicos, sin importar que sean políticos de cualquier partido, así mismo el que no quiera ser criticado, que se quede en casa y de perdido que gobierne en su propio hogar para que se dé cuenta que también ahí lo criticaran sus propios familiares, razón de más para que se comprenda que la crítica debe de existir ya sea positiva o negativa, para señalar cosas erráticas de cualquier gobernante, y más cuando son señalados de enriquecimiento ilícito con dinero del pueblo.

Nadie toma en cuenta el error de la reelección de quien se encuentra en el poder dígase, de los presidentes municipales, así como de los legisladores, y dentro de poco serán los presidentes de la Republica y Gobernadores, ya que todos actúan dolosamente haciendo con los ordenamientos constitucionales lo que les convine en el periodo de su mandato, y por si fuera poco algunos ciudadanos opinan de una nueva Constitución Política, pudiera ser muy de seguro que en realidad no saben lo que dicen, mejor habían de opinar que cumplan con los ordenamientos de la Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos, en virtud de que son los gobernantes y partidos Políticos los Primeros en violentarla.  

Las personas que han vividos diferentes etapas de gobierno, se dan cuenta como cada Ejecutivo de la Nación, acomoda o reforma los artículos constitucionales a su manera, esto se ha convertido en una mala costumbre, lo hacen sin estudiar las consecuencias que se desarrollen.  Obsérvese el problema que ocasiona la reelección de presidentes municipales y los del poder legislativo, que siempre se han eternizado en el poder, cuando no había reelección únicamente se cambiaban de distrito y a seguir viviendo de la ubre oficial, y para quitarle la reelección y suprimir los plurinominales, esto va estar en chino, no les conviene a ningún partido político, así también suprimir los recursos económicos a los partidos, es la misma situación.

 Sin embargo la no reelección debe de regresar a su estado de origen ya que fue lo que desarrolló la revolución, y todo en consecuencia de derrocar al dictador Porfirio Díaz, de nada sirvió el costo de tantas vidas que se perdieron en esa etapa política, que le siguieron puros abusos de poder, algunos llegaron a durar en el poder unas cuantas horas, otros una semana, o un mes, y poco a poco fueron algunos aumentando su estancia en el durando uno o dos años máximo.    

Es de no creer que todos los que ocupan algún cargo público, dígase presidente de la Republica, gobernadores, presidentes municipales, y demás cargos de cualquier naturaleza,  cumplen en teoría con la toma de protesta, que muy claro dicen: "PROTESTA GUARDAR Y HACER GUARDAR LA CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LAS LEYES QUE DE ELLA EMANEN, Y DESEMPEÑAR LEAL Y PATRIOTICAMENTE EL CARGO QUE SE LES HA CONFERIDO" y con voz fuerte contesta si protesto, y si no lo hiciere el pueblo que os lo demande, y como de antemano saben que el pueblo está completamente indefenso, no los demandará. 

Y como si la toma de protesto hubiera sido una burleta, lo primero que han hecho todos los   ex ejecutivos de la nación y sin faltar el actual, iniciar con una serie de reformas a la Constitución Política en vigor.

Pues, aunque usted no lo crea presuntamente a partir de 1917 se le han hecho 707 reformas, a través de 233 decretos aprobados por el poder Legislativo, teniendo a la fecha un récor mundial ya que nuestra constitución es de las que ha sufrido más reformas en este mundo esto es señalado en una investigación elaborada por la dirección general de difusión en nuestro país.

No obstante, en la actualidad, hemos reflexionado y caído a la conclusión de que presuntamente el poder legislativo que se presume que está compuesto por legisladores y supuestamente son los que representan al pueblo, pues ahora si vemos que eso no es verdad, ya que lo único que estos defienden y aprueban lo que a ellos les interesa, sin tomar en cuenta los daños y perjuicios que ocasionan con sus erráticas decisiones al pueblo.